El Hombre Que Calculaba

Los países Árabes han ejercido cierta fascinación por aquellas disciplinas que tienen un carácter científico como; las Matemáticas, la Astronomía, la Física y también la medicina… el éste libro, llamada el HOMBRE QUE CALCULABA se junta dos facetas distintas que son la poesía y las Matemáticas, que sin duda tienen un encanto que nos adentran en lo que sería la aridez de los cálculos a través de interesantes historias llenas de poesía y sobre todo bajo un fondo Matemático en el cual nos penetramos con evidente placer y satisfacción

Éste libro nos habla de cómo las matemáticas se encuentran en todas partes.

Un hombre que iba rumbo a Bagdad se encuentra con un hombre que repetía constantemente el número: Un millón cuatrocientos veintitrés mil setecientos cuarenta y cinco, el hombre intrigado se acercó a él para preguntarle porque repetía constantemente ése número, el hombre que calculaba llamada Beremiz, le respondió contándole una breve historia de cómo él comenzó a contar todo lo que estaba a su alrededor ya que él pastoreaba ovejas y para no perder ninguna oveja él las contaba constantemente y fue así como poco a poco adquirió las habilidad de contar un sinfín de cosas, llegando incluso a contar los pájaros que por ahí pasaban también las hojas y ramas de los árboles. Ahí fue donde el forastero le dijo a Beremiz que él tenía una admirable habilidad y que podría llegar a ser un auxiliar para el gobierno entre otras cosas, y así fue como Beremiz decidió seguir el camino con éste forastero.

En el trascurso, tuvieron numerosas aventuras, primero se encontraron con tres hermanos que discutían ya que les habían heredado 35 camellos respectivamente y no podían dividir estos como correspondía, así, Beremiz con su increíble habilidad, resolvió un problema que creían que no tenía solución, él lo resuelve de una manera tan fácil. Más adelante encontraron a uno de los hombres más ricos de Bagdad, llamado Salem Nasair, al cual le habían robado y no había comido, él le ofrece a Beremiz pagar por cada pan que él se comiera, Beremiz acepta y siguen el camino, al llegar a Bagdad se encontraron a un amigo de Salem Nasair, él cuál le pagó a Beremiz como habían acordado, pero él encontró un error en la repartición del dinero ya que él merecía más de lo que le habían dado, al explicar el porque de lo que decía dejó impresionados a los hombre, Beremiz dio la siguiente explicación; que a mi parecer es uno de los problemas más interesantes que en éste libro se plantean.

Él aseguraba que le tocaban 7 monedas y a su amigo sólo 1, porque él durante el camino sacaba un pan el cuál dividía en 3 partes, así que sí él tenía 5 panes, aportó 15 en total, y su amigo aportó

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