El Mito Del Neoliberalismo
Enviado por jpay90 • 14 de Diciembre de 2011 • 1.476 Palabras (6 Páginas) • 459 Visitas
Se me ha pedido hacer una presentación acerca del presunto mito del “neoliberalismo”. Alberto Benegas Lynch
(h) y Charles Baird han creído que tengo alguna competencia para ello. Su invitación supuso para mí una tarea
enorme que he tratado de enfrentar haciendo un pequeño trabajo de investigación sobre el problema.
Ante la falta de fuentes específicas, tuve que recurrir al consejo de algunos amigos a quienes estoy especialmente
agradecido. Israel Kirzner me hizo notar el lejano origen misiano del término y me alentó a profundizar en él.
Kurt Leube me dio la primera noticia sobre el libro de Edgard Nawroth que, confieso, desconocía por completo.
Si no hubiera sido por la persistencia de Ian Vásquez, quien logró ubicar una copia del mismo en un anticuario
de Munich, no hubiera podido consultarlo. Federico Salazar me hizo notar el problema existente en la traducción
inglesa de Liberalismus del que hablaremos después. Me prestó, además, de su biblioteca privada buena parte de
los libros consultados. Mario Ghibellini me sugirió las lecturas de teoría literaria y retórica que son el cuerpo de
la reflexión final de esta ponencia y se aventuró a explicármelas. Finalmente, un artículo de mi amiga Cecilia
Valverde Barrenechea me permitió conseguir la información correspondiente al coloquio convocado por
Lippman en 1938, donde se habría acuñado, al parecer, el término. Por cierto, los errores son sólo de mi
responsabilidad.
El término “neoliberalismo” es confuso y de origen reciente. Prácticamente desconocido en Estados Unidos,
tiene alguna utilización en Europa, especialmente en los países del este. Está ampliamente difundido en América
Latina, África y Asia. Sin embargo, esta difusión tiene poco que ver con su origen histórico. Forma parte del
debate público que se produce en tales regiones, en el que la retórica -que es una ciencia autónoma- tiene un rol
protagónico para darle o quitarle el sentido a las palabras.
Ahí donde tiene difusión el “neoliberalismo”, es utilizado para asimilar con el liberalismo, a veces
despectivamente, a veces con cierta pretensión científica, políticas, ideas o gobiernos que, en realidad, no tienen
nada que ver con él. Esta práctica ha llevado a muchos a considerar que se encontraban frente a un mito
contemporáneo: el “neoliberalismo” sólo existía en la imaginación de quienes usaban el término. Cato Institute ● www.elcato.org
Este rechazo se ve incrementado además porque actualmente resulta muy difícil encontrar un liberal que se
reclame a sí mismo como perteneciente a aquella subespecie, calificándose como “neoliberal”. Por el contrario,
quienes lo usan son generalmente sus detractores.
En base a tales consideraciones generalmente asumidas por los liberales inicié este trabajo, pero muy pronto
advertí algunos problemas bastantes significativos con ellas. En primer lugar, que el “neoliberalismo”
técnicamente no es un mito, sino una figura retórica por la cual se busca pervertir el sentido original del
concepto y asimilar con nuestras ideas a otras ajenas con el propósito de desacreditarlas en el mercado político.
En segundo, que el “neoliberalismo” podría haber sido acuñado como término en agosto de 1938 por un muy
destacado grupo de intelectuales liberales en París, entre los cuales se encuentran varios de nuestros héroes.
Por ello, en esta presentación voy a explorar, primero, los posibles orígenes de la palabra, para luego abordar sus
diferentes significados al interior del liberalismo y concluir después con una contribución para esclarecer los
mecanismos probables por los que se ha producido la corrupción de esta palabra. Debo indicar de antemano la
sorpresa con que he comprobado la facilidad con los liberales concedemos los debates terminológicos en manos
de nuestros rivales, pues no sólo hemos perdido la palabra “neoliberal”, materia de la presente exposición, sino
antes también la palabra social y hasta el propio liberalismo.
El Término
Rastrear los orígenes del término “neoliberalismo” no es una tarea que pueda considerarse concluida. De hecho
existe bastante confusión al respecto y resulta un tema de la mayor importancia para una investigación futura de
largo aliento. Por ello, lo que a continuación se presenta no es más que una breve contribución a que esta
investigación se produzca.
Como suele suceder con las palabras que han hecho fortuna, es probable que “neoliberalismo” sea un término
con varios orígenes distintos.
Uno primero parece encontrarse en algunos escritos de von Mises; uno segundo es el que le atribuye a la
creación colectiva de un coloquio convocado por Walter Lippman la autoría del término; uno tercero es el que lo
vincula a la llamada economía
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