El Origen de La Vida.
seraor123Apuntes25 de Abril de 2017
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4. El Origen de La Vida
De lo más simple a lo más complejo, De menor a mayor organización.
La vida evolucionó de la no vida.
Alimentándose en las aguas
primigenias de energía e erupciones
volcánicas y descargas eléctricas.
Erupciones volcánicas venenosas y
siniestros relámpagos.
Las células comenzaron a comer luz, extrayendo azúcar del Sol.
Cántico Cósmico... Ernesto Cardenal
Por sus repercusiones filosóficas, éticas y científicas, el problema intelectual más importante
en la historia del pensamiento tal vez sea el descifrar el origen, significado y naturaleza de la
vida. ¿Es ésta una consecuencia necesaria de las propiedades de la materia? ¿Es un
fenómeno tan improbable que se requería la infinitud del cosmos para que pudiera ocurrir una
sola vez, un suceso muy afortunado? O, antes bien, ¿es un fenómeno común y, por lo tanto,
algo que ha ocurrido y ocurrirá muchísimas veces y en distintas regiones del universo? O,
como creía el gran físico y fisiólogo Hermann Helmholtz, la materia viviente es eterna, esto es,
siempre ha existido en el cosmos, y lo que los humanos encontramos en la tierra es sólo uno de
sus innumerables ciclos de éxito. ¿Será la vida sólo química organizada de cierta manera? O,
¿habrá algún elan vital que acompañe en forma invisible todo lo que consideramos vivo?
Estas son solamente una parte de una lista de preguntas que el hombre ha venido haciéndose
desde que adquirió conciencia y elaboró la cultura, sin que hasta el momento se hayan ofrecido
respuestas claras y definitivas. El verdadero proceso que dio origen al primer organismo vivo,
por el lamentable hecho de no dejar rastros fósiles_eso se cree en la actualidad_, quizá
nunca lo conoceremos. Pero la ciencia tiene el poder de hacer predicciones hacia delante y
hacia atrás. Y puede crear teorías que siguen la realidad con relativa fidelidad. Por tanto, existe
la esperanza de que algún día será posible reconstruir el proceso que le dio origen a la vida, o
plantear uno semejante, si son permitidas otras alternativas
¿Qué es la vida?
Cuando en una entrevista le preguntaron a Jorge Luis Borges por el significado del amor,
contestó: “Es algo tan esencial que yo no podría definirlo sin diluirlo en palabras”. Algo parecido
ocurre con el fenómeno de la vida— cualquier intento en esta dirección termina diluyendo el
significado. No obstante, pueden enunciarse dos propiedades básicas de los seres vivos: la
capacidad de producir copias esencialmente iguales a ellos mismos, esto es, la capacidad de
perpetuarse, o de prolongarse a lo largo del tiempo, y la de tomar elementos del medio,
metabolizarlos y asimilarlos; o equivalentemente, transformar materia inerte en materia viva.
Carl Sagan expresa esto último de una manera trivial e ingeniosa: “Las espinacas con crema de
ayer son los glóbulos rojo de hoy”. Y otro científico anotaba: “Que curioso, todo lo que come
Srta. Luci se convierte en Srta. Luci”. A las propiedades anteriores pueden añadirse otras
menos básicas, pero, de todos modos, características de lo vivo: la capacidad de crecer desde
dentro—los cristales se reproducen y crecen, pero desde fuera— la virtud de autorepararse; la
aspiración a extenderse, “a prender en todo lo circundante como un incendio forestal”—dice
2
Konrad Lorentz—, cuando las condiciones ambientales lo consienten; y la capacidad de
irritación, esto es, la de responder a estímulos exteriores.1
Un hecho biológico por demás curioso es que todos los seres vivos parecen derivarse de un
diseño inicial básico y único: utilización de proteínas como catalizadores; membranas construidas
a partir de lípidos y proteínas; vías metabólicas semejantes; código genético único; cinco
nucleótidos, un fosfato y dos azucares para formar ADN y ARN; la misma tecnología en los
ribosomas para la síntesis de proteínas; y solo aminoácidos levógiros, cuando los dextrógiros,
imágenes especulares de los anteriores, son tan buenos como los primeros. Graham Cairns-
Smith (1990) escribe: “Una de las características más singulares de la unidad bioquímica es la
universalidad de este convenio”.2
Y Carl Sagan escribe “...pero en el fondo de todo, en el núcleo molecular de la vida, los
árboles y nosotros somos esencialmente idénticos. Ellos y nosotros utilizamos los ácidos
nucleicos para la herencia; utilizamos las proteínas como enzimas para controlar la química de
nuestras células. Y lo más significativo es que ambos utilizamos precisamente el mismo libro de
código para traducir la información de proteína, como hacen prácticamente todos los demás
seres de este planeta”.3
Todo esto puede explicarse en forma sencilla si lo vivo, todo lo vivo, procede de un
antepasado común, y si algunas particularidades básicas de ese adán causal, características
que pudieron aparecer por necesidades circunstanciales, o por simples caprichos del momento,
se han conservado intactas en todos los descendientes. Y nada obliga a que los hechos tengan
que ocurrir siempre de esta manera. Podrían existir seres vivos en otras regiones del espacio
elaborados sólo a partir de aminoácidos dextrógiros. O seres mixtos: levógiros y dextrógiros.
Por lo menos en teoría nada le prohíbe.
Para los científicos, el hecho de que toda la biosfera está construida a partir de los mismos
veinte aminoácidos, y edificada sobre un código genético semejante en todas las especies, es
un indicio serio de que la vida que conocemos se originó una sola vez en la historia de la tierra.
Jaques Monod destaca esta unicidad cuando afirma que, de la bacteria al hombre, la
maquinaria química, tanto en estructura como en funcionamiento, es esencialmente la misma. 4
Afirmación que viene en apoyo de la teoría de la creación única. Arthur Koestler piensa en
forma parecida: “Los mismos modelos homologados de organelas funcionan en las células de
los ratones y de los seres humanos; el mismo aparato de trinquete que emplea una proteína
contráctil sirve al movimiento de la ameba y al de los dedos del concertista de piano”.5
La estructura neuronal aporta una prueba adicional a la unidad de la vida. Pierre Changeux lo
expresa así: “ Sea el nivel del axón gigante del calamar, del nervio ciático de la rata o de la
neurona del cortex cerebral, la propagación del influjo nervioso se explica por mecanismos
elementales muy parecidos, si no idénticos [...] Este plan del encéfalo se conserva a lo largo de
la evolución, desde los peces hasta el hombre. Sólo cambian el desarrollo relativo, la
complejidad y las relaciones mutuas de cada una de sus partes”.6
[...] por la innumera red de sus axones y contacto entre hemisferios se
despliega el pensamiento que nos labra y esclarece, tras sus fisuras se
agazapan los dioses que nos sueñan, y en su liquida arquitectura de
neuronas_rosado loto de mil pétalos_alcanza su clímax y se asombra de
asombrarse la materia. Un día en el paraíso...Carlos Framb
3
Recientemente se ha encontrado que en la mayoría de las especies animales, incluida la
humana, existe una singular secuencia de 180 bases nitrogenadas que aparece repetida en
ciertos genes esenciales en la determinación del plan básico o arquitec tura general de los
organismos. Con ello muestra que, tal vez, se originó una sola vez por allá en los albores de la
vida multicelular y que luego, por simple duplicación, ha producido decenas de copias de si
misma. El hecho de que esa secuencia se conserve intacta indica que desempeña un papel
crucial en el desarrollo de los individuos, de tal suerte que las inevitables variaciones aleatorias
producidas en un lapso tan largo fueron eliminadas tan pronto aparecieron. Este segmento
genético ha sido denominado caja homeótica, y genes homeóticos todos aquellos que la
contienen. Estos complejos genes, por medio de las proteínas que codifican, activan o
desactivan partes esenciales del código genético, y así logran regular el desarrollo general del
individuo.
Cualquier modificación o mutación en un gen homeótico se traduce en una anomalía mayor:
extremidades supernumerarias, carencia de un órgano esencial, aparición de un miembro en un
lugar inapropiado, entre otras cosas. Dado que los genes homeóticos se muestran muy activos
...