El Ramayana fue escrito unos V o VI a.c durante el desarrollo de la literatura sánscrita

EL PRÍNCIPE AZUL Y SUS AVENTURAS.

                                                               “Catorce años has pasado, hijo querido, con Sitá y Lakshamana.

                                                                  Tu destierro silvestre terminó y tu promesa cumplida está;

                                                                  Has conquistado un hombre glorioso. Sentado en el trono y

                                                                  Rodeado de tus hermanos ¡ojalá vivas mucho tiempo!”

El Ramayana fue escrito unos V o VI a.c durante el desarrollo de la literatura sánscrita. Ésta obra se fundamenta en los héroes, príncipes, reyes y reinas, damiselas, guerreros, dioses, etcétera, en donde se presentan historias emocionantes: alegres tristes, en fin diversidad de sensaciones, las cuales hacen que el libro sea de gran interés para el lector. Ésta obra es una de las más importantes de la India, leyendo ésta historia aprendemos y conocemos más de la historia Hindú, sus principales exponentes y creencias. Valmiki era un hombre de casta inferior que tras haber llevado una vida pecaminosa y criminal de salteador de caminos, se hizo eremita y alcanzó tal grado de sanidad, fue capaz de permanecer inmóvil durante un milenio, hasta el punto en que su cuerpo fue recubierto por un hormiguero (“Valmika”), hecho del que se deriva su nombre: “hijo del hormiguero”. Éste es uno de los autores más importantes de la cultura Hindú, su nacimiento y fecha de muerte son desconocidas. Para realizar éste ensayo me basé en fuentes de internet y el contenido del  libro.

La eterna lucha del bien y el mal, la luz y la oscuridad, las consecuencias de nuestros actos pasados intervienen de gran manera en nuestra vida personal, nuestros pensamientos y creencias; el mundo en que vivimos es complejo, nuestras acciones indican en él largas cadenas causales, no todas las consecuencias eventuales pueden preverse y sin embargo debemos actuar en cierto sentido previendo lo imprevisible para no ser irresponsables, cumpliendo con sus deberes Rama tiene como misión hacer el universo espiritualmente puro enfrentándose a los que se esfuerzan por hacer un reino demoníaco: “Su mundo interior lo une y lo mantiene en contacto con los dioses, al ser él mismo una reencarnación del Vishnú. Es la vida de un guerrero que ante todo busca la paz aunque las vicisitudes vividas en el bosque lo lleven a entablar una guerra con los más temidos enemigos de los brahmanes, rishis y ascetas, todos ellos especies de monstruos identificados como  los rakshasas, cuyo líder es Ravana, el prototipo de un dios dictador, cuya crueldad temen en los Tres Mundos”.^[1] En la anterior cita notamos que sobre los hombros de Rama recae una gran responsabilidad al ser la reencarnación de Vishnú (dios rey), que decidió reencarnar en un mortal para poder derrotar a Ravana (al que le temen) que comienza a destrozar todo a su paso, la morada de las almas, los dioses y a comerse lo que encuentre,  cuando el dios Brahma le concede su deseo de ser invencible que ningún dios ni demonio lo puede derrotar (excepto un mortal); su familia, pueblo y su esposa dependen prácticamente de Rama, sólo el podrá salvarlos del peligro, está ligado a su pasado, la lucha del bien y el mal, nace para ser un guerrero ese es su destino e influye en todos los aspectos de su vida, por lo que él no tuvo elección de nacer libre de la guerra y sin querer formarse para ello y para ser un héroe, era inevitable.

Del mismo modo la libertad en nombre del bien y del honor, del heroísmo principesco, la devoción conyugal, fraternal y la lealtad hacen parte de las virtudes de Rama (es retratado como un resumen de la virtud, siendo un ser casi perfecto), el lector puede identificarse mucho con la parte humana y espiritual del personaje; este tema podría decirse que el tema secundario de la leyenda ya que es muy importante exaltarlo, pues es lo que muchas personas quisiéramos tener, ese valor heroico para salvar por decirlo así a los seres que amamos, ser y que nos sean leales, ser tan valientes ante todas las adversidades de la vida como Rama lo ejemplifica en su personaje, pero siempre se nos escapa algo que es la pieza que no deja que el rompe cabezas quede terminado y sentirnos satisfechos por completos, es así en cualquier campo de nuestra vida, pero lo más importante es que lo fuese en nuestra vida personal: “Has honrado a mi madre, tu reino me diste; yo te lo entrego tal cual me lo has confiado. Que el universo sea hoy testigo de tu consagración ¡oh Raghava!, tu que brillas como el Sol. –A este lenguaje de Baratha, Rama, el conquistador de ciudades enemigas: dijo: -Que sea así. –Por orden de Shatrughna, hábiles barberos rodearon prestamente a Raghava. Antes Baratha se había bañado, al igual que Lakshamana. Rama se bañó también, secó la trenza cubierto de guirnaldas de todas las clases, con vestidos de gran precio, brillaba de esplendor. En Ayodhya los ministros del rey Dasaratha, con su purohita Vasishtha a la cabeza, deliberaron sobre lo que convenía hacer”.^[2] En la conversación de ésta cita se da cuando ya ha pasado todo y Rama regresa como vencedor, su hermano Baratha le entrega el reino sintiéndose orgulloso de su hermano, seguidamente hicieron un ritual; después de su llegada Rama pudo apreciar los frutos de su esfuerzo reflejados en sus seres amados y su pueblo, todos estaban a salvo, el peligro se había exterminado y le querían, nada más satisfactorio que sentirse digno de recibir tanto amor después del sacrificio, es lo que en muchas ocasiones reclamamos, del por qué no me es leal alguien o no me quiere, lo que sucede es que solemos esperar frutos de una cosecha que no ha estado bajo nuestras manos, cuando no hemos sembrado nada y queremos que se nos atribuyan ciertas cosas importantes como lealtad y amor sin hacer algo sin que éste sea suficiente, no basta sólo con querer, todo cuesta algo, nada mejor que sentir esa satisfacción que nos llene el alma.

Como es natural de los héroes del Ramayana, la paciencia y esperanza son puntos fuertes a favor de éstos guerreros que hacen todo lo posible con tal de proteger lo que quieren y cumplir con su labor, sin importar nada conservan su orgullo hasta el último momento incluso si pierden su vida; en eso quisiéramos convertirnos muchas personas, ser valientes y sentirnos satisfechos y orgullosos de nuestros actos todo el tiempo, lo que no sucede a menudo ya que en su mayoría de veces nos gana el miedo de arriesgarnos a hacer algo nuevo o de ir más allá de lo que creemos que son nuestros límites temiendo a las consecuencias, realmente es algo maravilloso sentir el heroísmo de estos personajes que nos dejan como enseñanza ser aventurados y liberar todas nuestras emociones, disfrutar de la vida y cuando seamos ancianos poder recordar con honor y felicidad lo que hemos sido y no perturbarnos por lo que hubiéramos podido hacer y no pasó, el hubiera no existe, mucho menos para remediar algo: “-Luego de reconfortarme con sus palabras, el asceta  se despidió y entró en su ermita. –continuo su relato Sampati-. Yo me arrastré fuera de la caverna rocosa y escalé el Vindhya para esperarlos en él. Desde entonces ha transcurrido un siglo y sigo esperando, Nisajara ha ido en busca de alimento para mí, pero su tardanza me preocupa. La resolución que me inspiró a vivir disipa mi pena. Sabiendo el poder de Ravana y haber oído quejas de Sitá, mi afecto a Dasaratha me tenía descontento con mi hijo. –Mientras conversaba con los vanaras reunidos en el trono a él, de pronto sus dos alas le brotaron en presencia de los corredores de bosques. Al ver cubrirse su cuerpo y crecer sus alas de plumas rojizas sintió gran alegría y dijo a los vanaras: -Gracias al favor de Nisakara, mis alas que fueron quemadas por el Sol, han crecido y el vigor de mi juventud ha vuelto, y con él fuerza y el valor”.^[3] En la anterior cita notamos claramente lo que quiero resaltar de ésta leyenda aunque no es tan literal, se ejemplifica en la paciencia para esperar a Nisajara aunque ha tardado tanto en busca de un alimento, luego la satisfacción de la aparición de las alas que dan juventud fuerza y valor gracias a que el esfuerzo de otros se ve reflejado en los que lo necesitan y así se llenan de autoestima y fuerza de voluntad para sobresalir en todo; es así como debería de ser en el mundo real, la unión debería ser un lazo que no se pudiera romper con nada, así nos ayudaríamos unos a otros siendo la fortaleza y/o complemento de otros y poder refugiarnos el alguien cuando sintamos que en realidad lo necesitamos, por muy fuertes o valientes que podamos ser, siempre va a haber un momento en que fallemos o caigamos y necesitaremos una mano que nos levante, el egoísmo y avaricia de muchos es lo que nos tiene en guerra todo el tiempo, si fuésemos mejores personas con nosotros mismos y con los demás viviríamos con más tranquilidad.

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