El Relieve De La República Mexicana
Enviado por aleuch • 24 de Febrero de 2015 • 2.016 Palabras (9 Páginas) • 602 Visitas
EL RELIEVE DE LA REPÚBLICA MEXICANA
La República Mexicana se compone de una gran variedad de paisajes a lo largo de todo su territorio, como son las zonas montañosas, altiplanos, cuencas intermontanas y planicies costeras. Gracias a la gran variedad de relieves el clima varía dando lugar a desiertos, selvas, bosques montañosos y lagos.
Existe una estrecha relación entre el terreno terrestre con el fondo oceánico en lo que se refiere a su origen, evolución y dinámica actual.
La tectónica regional de México y centro América ocupa un lugar privilegiado en el mundo debido a la complejidad y actividad de los procesos en el tiempo geológico actual, cuatro placas tectónicas tienen movimiento en el país: Placa de América del Norte, Pacífica, Rivera de Cocos y placa del Caribe, dando como resultado la formación de las fosas principales, como el Golfo de México. Esto demuestra no solo la juventud del relieve mexicano, sino la presencia de diversos procesos endógenos y exógenos que continúan dándole forma al terreno.
A estos procesos se agregan los controlados por el clima, como la meteorización, erosión y acumulación, dando lugar al clima árido en la península de Baja California, Sonora y Altiplano; de montaña en los grandes sistemas y sabana tropical lluvioso en la península de Yucatán.
La extensión de la Península de Baja California tiene una superficie total de 170, 000 km2 bien diferenciado por rasgos morfológicos, estructura geológica, edad y posición geográfica que divide la región en tres grandes grupos: septentrional, centromeridional y meridional. Entre los extremos septentrional y meridional predomina el relieve montañoso.
En esta región se puede apreciar claramente la actividad neotectónica, la cual se trata en general, de bloques de diversas magnitudes que corresponden a elevaciones montañosas, cuencas intermonatanas y marginales. La meteorización y la erosión se manifiestan principalmente en las zonas elevadas, mientras que la acumulación se encarga de rellenar las depresiones tectónicas.
En la península son reconocidas especialmente las terrazas, asociadas con depósitos eólicos en la costa central de occidente. En dirección de occidente a oriente se reconoce un gran cantidad de tipos litológicos, estructuras y formas de relieve; en esta región de la península la red fluvial tiene un desarrollo considerablemente mayor en la vertiente del Pacífico. La expresión de las fallas mayores es muy clara en el relieve: laderas empinadas, crestas montañosas, valles, planicies marginales y líneas de costa de erosión marina.
Las Planicies Marginales de la península están asociadas genéticamente a los sistemas montañosos y se conocen los tipos siguientes: lomeríos, erosivas, con escalones de terrazas, desmembradas por acumulaciones volcánicas, acumulativas con sedimentos fluviomarinos, fluviales, eólicas y lacustres.
Numerosas islas también están relacionadas genéticamente con la península de Baja California, teniendo como común denominador la complejidad de la estructura geológica: en algunas islas predominan las rocas de corteza continental y en otras, la corteza oceánica.
La provincia de Sonora se trata de una zona única del país con una región geológica antigua afectada por orogenias en el Precámbrico, Paleozoico y Mesozoico. Las rocas más antiguas han sido fechadas de 1,700-1,800 Ma. El Pinacate es un conjunto de cinco volcanes principales y laves de composición basáltica que constituyen una estructura ovalada de ejes.
Las cadenas montañosas representan pilares constituidos por rocas volcánicas terciarias, intrusivas y sedimentarias mesozoicas. Esta provincia es la más antigua de la Republica Mexicana, heredada de cratón precámbrico, pero con un relieve favorecido por una reactivación tectónica en el Neógeno-Cuaternario.
La Sierra Madre Occidental es la región de la República Mexicana menos estudiada, ocupa una superficie aproximada de 250, 000 km2 constituida por dos potentes acumulaciones de ignimbritas originadas en dos etapas principales de vulcanismo: una entre el Cretácico Tardío y otra del Oligoceno y Mioceno. Se ha considerado que la formación de esta región no solo se debe al vulcanismo, sino también a levantamientos tectónicos relacionados a la subducción de la antigua placa de Farallón.
A fines del periodo Oligoceno se detecta acumulación de sedimentos de tipo molasa y para el Neógeno tiene lugar un intenso vulcanismo acompañado de movimientos verticales que dieron origen a la gran estructura que forma la Sierra Madre.
La morfología de la Sierra Madre Occidental consiste en lo siguiente: a. Una superficie de mesas que constituye una amplia franja escalonada, b. un conjunto de cañones profundos con amplias cabeceras, y c. un margen exterior perteneciente a la vertiente del Pacífico.
La extensa Planicie Costera de Occidente refleja una etapa prologada de erosión en la estructura montañosa y la acumulación en sus márgenes. Sin embargo, la construcción de grandes presas ha disminuido considerablemente el depósito de sedimentos, lo que ha desencadenado una tendencia a la inversión en la relación de los procesos de acumulación a los de erosión de las costas.
La Provincia de Sierras y Valles, situada entre la Sierra Madre Occidental y Oriental, ha sido definida como el Altiplano Septentrional. En la evolución de este relieve han tenido influencia procesos endógenos y exógenos, los cuales favorecieron la tectónica de bloques y fosas controladas por sistemas de fallas.
Esta provincia se ha dividido en tres regiones en base a sus rasgos morfológicos: la primera consiste en elevaciones montañosas y valles intermontanos; la segunda, en planicies acumulativas con un desarrollo mayor al de las montañas; y la tercera, en la altiplanicie desmembrada por elevaciones plegadas volcánicas terciarias y cuaternarias. En general, el relieve de esta provincia se debe a una tectónica de bloques en el Neógeno-Cuaternario y a procesos exógenos de zonas áridas de hace más de diez mil años.
La Sierra Madre Occidental se trata de un sistema montañoso que consiste esencialmente en rocas mesozoicas plegadas en la base, y en la superficie, calizas cretácicas. Su origen se ha explicado como una antigua cuenca geosinclinal con desarrollo en el Jurásico Tardío y Cretácico, a la cual siguió una inversión y la orogenia en el Eoceno.
Los valles principales de esta zona son del tipo de cañones y valles en V, con laderas escalonadas que se estrechan hasta la parte más profunda. Entre los rasgos más relevantes de esta región están las formas cársticas en mesa, poljes y dolinas en la superficie y cavernas de desarrollo vertical.
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