El coquí es un tipo de rana nativa de Puerto Rico

RESUMEN

El coquí es un tipo de rana nativa de Puerto Rico, llamada así por el característico sonido que producen los machos de la especie.  El coquí es un símbolo de Puerto Rico. Aunque existen coquíes en otros países, en Puerto Rico esta rana se considera una suerte de emblema nacional en el imaginario popular. Lamentablemente estamos perdiendo a nuestros coquíes y es muy poco lo que los puertorriqueños conocen su especie.  En Puerto Rico hay diecisiete especies de coquíes, algunas en grave peligro de extinción debido a la destrucción de su hábitat. Tres de esas especies no han sido vistas por varias décadas. 
Las especies de coquíes que se encuentran estables se han adaptado a las perturbaciones humanas, a las ciudades, a los campos agrícolas y a las carreteras. Las 17 especies de Puerto Rico se pueden distinguir porque cada una tiene una voz diferente, con excepción del coquí común y el coquí de la montaña ya que ambos cantan "co-quí". Se pueden dividir en varios grupos: una especie generalista, una especie asociada a humedales, una especie de bosque seco, especies asociadas a rocas y ríos, especies de áreas abiertas, y especies de bosque cerrado. En el presente trabajo se estará presentado dos de estas especies de coquíes: el coquí de la montaña y el coquí de Hedrick. La intención del trabajo es que se pueda conocer en detalle las características de estos dos tipos de coquíes, donde se encuentran, su importancia ecológica, cultural y económica.

El coquí sin duda alguna se ha convertido en el animal más reconocido y famoso de Puerto Rico, y tanto dentro como fuera de la isla es un símbolo del puertorriqueño y su cultura. Sin embargo, muchos utilizamos el nombre ‘coquí’ de una manera generalizada para representar, sin saberlo, 17 diferentes especies que increíblemente muy pocos conocen. 

Una de las personas que más tiempo y esfuerzo ha dedicado a investigar a los coquíes  es el Doctor en biología Rafael Joglar, profesor e investigador de la Universidad de Puerto Rico por 29 años, quien es autor de numerosos escritos científicos y libros sobre este tema y la biodiversidad local en general. También es codirector en las Antillas Mayores del Grupo de Especialistas de Anfibios de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN/SSC) y Director del Proyecto Coquí en Puerto Rico.

         Su compromiso con la ciencia y la biodiversidad de Puerto Rico trasciende las paredes de su laboratorio en la Facultad de Ciencias Naturales. En el año 1992 Joglar inscribió al Proyecto Coquí como organización sin fin de lucro dedicada a promover la conservación de la biodiversidad, no sólo para Puerto Rico sino también para el Mundo. El Proyecto Coquí persigue la educación sobre el coquí y biodiversidad en Puerto Rico, investigación científica dirigida a la conservación y gestiones para la protección del hábitat.

Según los estudios de Rafael Joglar, entre los factores que han causado la merma poblacional de los coquíes, figuran el cambio climático, la destrucción del hábitat natural de estos anfibios y un hongo patógeno de la piel denominado Batrachochytrium dendrobatidis (BD).

Es preocupante que una especie se extinga. El cuestionamiento que cada persona debe hacerse es si las causas por la que se extingue una especie sea fauna o flora tendrá algún resultado adverso sobre mí y sobre los humanos en general. De acuerdo con Rafael Joglar (2015) “Si hay especies amenazadas que están en peligro esto lo que nos está diciendo es que los humanos estamos también amenazados”, sostuvo.

La Isla contaba con 17 variedades de coquíes, pero durante los últimos 30 años desaparecieron el Coquí Dorado, el Coquí de Eneida y el Coquí Palmeado. De acuerdo con Joglar (2014), las especies más amenazadas de extinción están en las regiones montañosas más altas en Puerto Rico. Estas son: el coquí Martillito o Eleutherodactylus locustus; el coquí Caoba o Eleutherodactylus richmondi y el coquí de la Montaña o Eleutherodactylus portoricensis. En Puerto Rico la causa principal de extinción ha sido la deforestación.

Para evitar la extinción se ha tomado la medida de reproducirlas en cautiverio. “Hemos empezado a reproducirlas en cautiverio. Eso son medidas desesperadas”, “Con muy limitados recursos estamos reproduciendo estas especies en cautiverio”,  afirma el investigador, quien explica que “hace 10 años jamás hubiera considerado sacar esas especies de la naturaleza y meterlas en una pecera y reproducirlas” (Joglar, 2014).

         Esto También se está haciendo con el coquí de Mona, que se está reproduciendo en un zoológico en San Antonio, Texas. Destaca Joglar (2014) que es muy importe tener una segunda población del coquí de Mona en otra parte del planeta Tierra, que se pueda usar pare comenzar nuevamente la especie en su vida natural si llegara a desaparecer en la isla.

En cuanto a los esfuerzos de conservación del coquí en Puerto Rico, Joglar sostiene que las agencias de gobierno estatales y federales, como el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) han sido muy tímidas en el proceso. No obstante, destacó que en esas agencias hay gente comprometida, pero no hay recursos económicos para proteger al coquí, pues nunca ha sido prioridad.

Entre las agencias que están trabajando para proteger los coquíes está El Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre (USFWS, por sus siglas en inglés). La agencia anunció que protegerá la especie bajo la Ley Federal de Especies en Peligro de Extinción (ESA por sus siglas en inglés) y continuará trabajando con otras entidades para alcanzar su recuperación y atender los factores que amenazan al coquí en el presente y el futuro.

También los esfuerzos del Proyecto Coquí, antes mencionado,  ha tendido logros significativos por medio de sus investigaciones científicas, protección del hábitat y la educación ambiental.

El que se hayan extinguido tres especies de coquíes de las 17 que teníamos y tengamos otras seriamente amenazadas nos deja saber que estamos dañado el ambiente, estamos dañado estas especies que tienen tanta importancia a nivel económico, cultural y ecológico.

La importancia ecológica

Los anfibios son considerados los mejores biomarcadores del planeta porque nos dan información de la salud ambiental del lugar donde viven. Usualmente viven un tiempo en el agua y otro en la tierra. No tienen protección en su piel (no tienen escamas, pelo, plumas, etc.) y todo lo que esté en el ambiente los impacta directamente. En cualquier lugar donde tengamos muchas especies de anfibios en peligro hay un problema.

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