El fruto del Espíritu
Enviado por vadrummer • 23 de Septiembre de 2012 • Ensayo • 1.927 Palabras (8 Páginas) • 593 Visitas
EL FRUTO DEL ESPÍRITU
“Más el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio propio; contra tales cosas no hay ley”.
(Gálatas 5:22-23 LBLA)
Capítulo 2
Los nueve frutos del Espíritu
1. Amor
En 1 Juan 4:7-8 leemos: “Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor”. Ya que Dios es el amor original, podemos decir que conocemos a Dios solo cuando tenemos amor en nosotros.
El amor no siempre es el mismo; hay amor espiritual que pertenece a Dios y amor carnal que pertenece al mundo. En la actualidad, es muy difícil encontrar amor espiritual. Este mundo está lleno de amor carnal que busca el beneficio propio y que es inconstante. En 1 Corintios 13:4-7 encontramos el tipo de amor que Dios quiere de nosotros.
Este tipo de amor es amor espiritual. Sin embargo, el amor mencionado como uno de los nueve frutos del Espíritu Santo, es un amor que está a un nivel superior que el amor descrito en 1 Corintios 13, conocido como ‘el capítulo del amor’. Es el tipo de amor que incluye sacrificio al punto de entregar la propia vida. Es el tipo de amor que puede entregar su vida misma por Dios el Padre, por Su reino y justicia y por los demás hermanos.
Este tipo de amor es perfecto y no tiene relación alguna con el egoísmo. Con este amor podemos dar todo lo que tenemos y no esperar nada a cambio. Podemos regocijarnos con solo dar, sin desear nada a cambio. Dios nos ha amado con este tipo de amor.
Este es el amor para amar a Dios aunque no nos bendiga, nos deje pobres o nos despoje de todo lo que tenemos. Amor verdadero no es amar a alguien solo porque nos da lo que queremos, sino es estar dispuesto a sacrificarse a sí mismo y dar a los demás incondicionalmente.
2. Gozo
El gozo espiritual no implica una felicidad, alegría y deleite emocional solamente. Más bien es el estar gozoso y agradecido en medio de cualquier tipo de situación y circunstancia. Aun las personas del mundo sienten gozo cuando hay algo bueno que les afecta. Pero los hijos de Dios deben estar siempre gozosos, tal como lo leemos en 1 Tesalonicenses 5:16, que dice: “Estad siempre gozosos”. ¿Cómo podemos estar siempre gozosos?
Si no se tiene ningún tipo de carnalidad en el corazón, cosas como el pecado, la maldad y la injusticia, se disfrutará de gozo de manera natural. Si en realidad comprendemos y creemos que somos salvos al aceptar a Jesucristo, aunque tengamos falta de algo, aun podremos sentirnos gozosos. Quienes tienen gozo en el fondo del corazón, lo tienen también en sus rostros. Ellos resplandecen con luz espiritual llenos de gozo, no solo cuando alguien los ve, sino en todo tiempo.
3. Paz
Si usted va tras el corazón de la verdad, es decir, si va en pos de la dirección del Espíritu Santo, usted tendrá paz. Lo que el Espíritu Santo le dice es que se sacrifique por los demás, que los sirva y se humille para exaltarlos. Esto implica no ser groseros con los demás y aceptar sus opiniones si no son falsas aunque usted esté en lo correcto. Es buscar el beneficio de los demás y no presumir de uno mismo. Es más, es ponerse en el lugar de la otra persona y no ser parcial, pero al mismo tiempo es tener un ‘corazón por ambas partes’ en el que tanto la una como la otra puedan tener la razón al mismo tiempo dentro de la verdad.
Existe un orden incluso dentro de lo que es la paz: primero debemos estar en paz con Dios. Aunque se tenga paz con toda persona a nuestro alrededor, no servirá de nada si nuestra paz con Dios se ha quebrantado. Estar en paz con las demás personas es algo que se debe hacer estando en el Señor y en la Palabra de Dios. Podemos tener paz verdadera con Dios solo cuando sacamos todas las raíces de maldad de nuestro corazón. Si tenemos un muro entre Dios y nosotros por causa de nuestros pecados, esto significa que la paz con Dios se ha quebrantado y no podremos experimentar Sus obras. Por ende, para poder tener paz con Dios, no debemos tener ningún muro de pecado entre Dios y nosotros.
Por lo tanto, creer en Jesucristo y abstenerse de los pecados del corazón es el primer paso para tener paz con Dios. Luego está también la paz con uno mismo, la cual también puede ser completa cuando uno se abstiene de todo tipo de maldad y llega a santificarse. A menos que se despoje de la maldad del corazón, este será sacudido por el pecado de modo que le causará sufrimiento por el dolor de no poder tener paz.
Podrá producir el fruto perfecto de la paz al tener paz con Dios primero y luego consigo mismo, y por último con todas las demás personas. Si usted produce el fruto perfecto de la paz, no solo será llamado ‘hijo de Dios’ sino que podrá ver al Señor al poseer paz y santidad, tal como lo describe Hebreos 12:14.
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4. Paciencia
La paciencia se menciona en 1 Corintios 13 también. Esta es la paciencia para alcanzar el amor. Sin embargo, la paciencia que es parte de los nueve frutos del Espíritu Santo es ‘paciencia respecto a todo’. Es un tipo de paciencia que está a un nivel superior de aquella mencionada en 1 Corintios 13. ¿Qué es entonces la paciencia respecto a todo?
Muchas personas se tornan felices o infelices de acuerdo a su habilidad para ser pacientes respecto a ciertos asuntos. Los padres e hijos, hermanos o amigos viven sin paz porque no tienen paciencia en cuanto a ciertas
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