El segundo aliento o segundo aire

El segundo aliento o segundo aire, es la reacción que se produce en el organismo, cuando este deja de sentir ese cansancio físico al hacer ejercicio y/o deporte. La sensación es como si de repente el ahogo, esfuerzo, ansiedad y cansancio desaparecieran. Sientes como se estabiliza tu frecuencia respiratoria y se esfuman esos dolores e incomodidades causadas por el entrenamiento. El "segundo aliento" suele presentarse durante el desempeño de ejercicio intenso y prolongado.

Por ejemplo, hay ocasiones donde inicias tu entrenamiento y difícilmente agarras tu ritmo, sientes que tu cuerpo se desvanecerá en cualquier momento y rondan en tu cabeza preguntas como las siguientes: ¿Qué hago aquí? ¿Para que me metí en esto? ¿Qué necesidad tengo de hacerlo? ¿Quién me lo mandó?, etc. Sin embargo, impulsado por la inercia del entrenamiento resistes algunos minutos y poco a poco comienzas a sentirte mejor, tus sistemas (cardiovascular, respiratorio muscular, etc) trabajan en sincronía, tus malestares físicos disminuyen y tu temperatura corporal desciende gracias a la propia termorregulación del organismo.

Sientes como en muy poco tiempo desaparece esa sensación de ahogo, de sobreesfuerzo y ansiedad, sintiendo pleno alivio que te ayuda a mantener tu trabajo sin desistir. Estos cambios son las llamadas “adaptaciones fisiológicas” que pueden suceder en cualquier momento de un entrenamiento intenso. Existen diferencias en la forma de cómo se presentan estos reajustes orgánicos. Algunas personas experimentan la sensación de alivio que caracteriza al segundo aliento de manera muy acentuada, mientras que para otras puede pasar inadvertida.

No importa como se manifieste en ti el segundo aliento, ya que para la mayoría de los deportistas de alto rendimiento, el segundo aliento son esas capas mentales que debes ir rompiendo durante los entrenamientos. La principal resistencia ¡está en la cabeza más que en el propio cuerpo! Muchos deportistas coinciden en que siempre podremos dar más de lo que nuestro cuerpo aparenta, pues los límites del cuerpo son mucho más amplios de lo que creemos y pensamos.

Por lo tanto, cuando estés haciendo tu siguiente entrenamiento (carrera, ciclismo, natación, remo, etc) y sientas esa sensación de pesadez, cansancio, ahogamiento, mareo y malestar, solo debes resistir y cambiar tu forma de pensar: ¿Quién es el que manda aquí… Mis piernas, brazos y otros músculos o mi cabeza? ¡Tu actitud hará la diferencia!

...