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Elemento Hombre E Interrogatorio Por Accidentes De Transito


Enviado por   •  23 de Julio de 2013  •  9.941 Palabras (40 Páginas)  •  1.361 Visitas

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UNIDAD Nº VII

EL ELEMENTO HOMBRE Y TECNICAS DE INTERROGATORIO

CAPITULO I

ELEMENTO HOMBRE

Como es de suponer, el hombre tiene, y es necesario que así sea, una serie de facultades naturales, que bien poseídas pueden llegar a convertirlo en un buen usuario de la vía; pero es indiscutible que estas facultades por sí solas no son suficientes, sino que se hace necesario adquirir ciertas habilidades y aprender reglas. Las habilidades que pueda adquirir a través del aprendizaje estarán siempre vinculadas con la operación y funcionamiento del vehículo y con las normas que dicta la autoridad para organizar y controlar el tránsito en general.

Lo que se quiere expresar es que, depende de la condición del hombre para calificar su comportamiento como el correcto o por el contrario como impropio. Este segundo caso obviamente trasuntaría en actitudes causales de los accidentes de tránsito; es decir, como es el hombre quién “ordena” y “ejecuta” el desplazamiento del vehículo, su conducta es determinante en los resultados.

Pero no solamente es el conductor el que interviene en esta dinámica problemática de cada vez más palpitante actualidad; el elemento hombre participa de muchas formas directas e indirectas; siendo necesarios identificarlas; de manera que pueda conocerse específicamente (tal como la legislación de muchos países lo consigna):

- Como reacciona al conducir un vehículo (conductor).

- Las actitudes más comunes al cruzar una calle (peatón).

- O el comportamiento que observa en un vehículo en movimiento (ocupante).

CONDUCTOR, PEATON Y OCUPANTE

Resulta preponderante estudiar el elemento humano desde el punto de vista de su participación como ente activo en el tránsito; más específicamente como usuario de la vía con o sin vehículo; puesto que en estas circunstancias, no sólo puede ser pasible de las consecuencias de los accidentes de tránsito, sino también una de sus impredecibles y más dinámicas causas.

1. Conductor.-

El hombre como conductor, no solamente es aquél elemento al que se le exige determinados requisitos a superarse y que condicionan el otorgamiento de una licencia de conducir, brevete o permiso; es decir no sólo debe conocer las técnicas de la conducción y en algunos casos el funcionamiento de algunos mecanismos y sistemas del vehículo, sino también las limitaciones del mismo; que a la postre será una circunstancia de la que dependerá el comportamiento correcto de ese conductor en el tránsito.

Por otro lado, también le son exigibles ciertas condiciones fundamentales (capacidades y habilidades) para que su actuar como conductor sea en todo momento compatible con la SEGURIDAD COLECTIVA; de lo contrario puede convertir el vehículo en un verdadero instrumento de muerte.

Entre algunas de las características básicas requeridas en una persona para que pueda conducir un vehículo “normalmente”, se comentarán las siguientes:

El órgano visual

Es el órgano de la percepción más importante en la persona que conduce un vehículo; por lo tanto aquellas que pretenden una autorización deberán hacer gala de una correcta visión, puesto que ella le permitirá una percepción total de las condiciones imperantes en una superficie transitable, proporcionándole los elementos de juicio que le hagan discriminar las circunstancias peligrosas de las que no lo son, y adoptar la actitud más conveniente (previsión o evasión); pues de lo contrario (se quiere expresar, cuando la persona tiene una visión deficiente, o su visibilidad se encuentra disminuida por cualquier motivo) será proclive a los accidentes de tránsito y la funesta consecuencia que generalmente conllevan.

Quiere decir que la capacidad de percibir o enfocar en la persona que conduce, es de suma importancia, pues ella determinará que pueda identificar y reconocer eficazmente los objetos fijos o móviles que se encuentren o presenten en la superficie por la que transita.

Muchos tratadistas y especialistas en la materia se empeñan en atribuir al órgano visual semejanzas con la cámara fotográfica, y en cierta forma tienen razón, especialmente si a “funcionamiento” se refiere; pero no obstante estas semejanzas, la función que cumple el ojo, no sólo en la conducción de vehículos, sino en general, en todas las actividades del hombre, es mucho más complicada y completa; es así que por ejemplo, en el manejo le son exigibles entre otros factores:

- Campo visual

Es la amplitud de visión. Si se observa un objeto ubicado al frente, podrá percibirse todos sus detalles (se entiende, cuando la visión es normal); pero al mismo tiempo puede apreciarse lo que hay a los costados (a ambos lados del observador), en lo que se llama “ver con el rabo del ojo”. Aunque obviamente no se percibe con nitidez, resulta suficiente para los efectos de discriminación de objetos fijos de los móviles y entre estos últimos, los que se acercan o no.

- Agudeza visual

Es la propiedad del ojo, por la cual una persona es capaz de apreciar con precisión y detalle lo que se encuentra al frente, se entiende que a una distancia considerada normal o “apropiada”.

Una anormalidad en la agudeza visual sería la percepción de un objeto a una distancia mayor o menor de la considerada técnicamente normal.

- Profundidad visual

Es la capacidad de los ojos de permitir a la persona, juzgar distancias respecto de los objetos en movimientos, es decir comparando velocidades; por ejemplo: un conductor puede precisar con mucha exactitud, la distancia a la que se encuentra un vehículo que se aproxima en sentido opuesto, a la que se encuentra otro al que se quiere adelantar; o a la que se encuentra al que pretende adelantarlo; permitiendo una maniobra coherente, sin peligro de accidente. Lo mismo un conductor que desplaza su vehículo detrás de otro que se detiene, es capaz de frenar tan suave y precisamente que la maniobra resulta casi perfecta. Es evidente la forma correcta en que el conductor apreció las distancias comparando las velocidades de su vehículo y la del otro.

- Reacción de las pupilas

La incidencia de rayos lumínicos en forma excesiva en la pupila del ojo (solar o artificial) es lo que se conoce como deslumbramiento; esta circunstancia, así como el oscurecimiento repentino durante la conducción, significan un movimiento de contracción o dilatación, según el caso, de dicha parte del ojo; por ejemplo: En el conductor que es deslumbrado por los rayos luminosos de otro vehículo que se desplaza en sentido opuesto durante la

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