Energía. Central nuclear

1. Energía.

1.1 Energía eléctrica

En la actualidad la electricidad es la forma de energía más utilizada, y su uso está directamente relacionado con el desarrollo y el nivel de vida de los países.

La principal característica de la energía eléctrica es su gran versatilidad. Se puede utilizar como energía calorífica, para cocinas y radiadores; como energía química, para la electrólisis; mecánica, para motores; y la lumínica, para iluminación.

Las centrales productoras de electricidad abastecen la demanda eléctrica necesaria tanto para el funcionamiento de la industria como para el bienestar de la sociedad, y pueden ser de diferentes tipos en función del combustible utilizado: hidráulicas, que aprovechan el agua; térmicas clásicas, cuyo combustible puede ser fuel, gas o carbón, y nucleares, que utilizan uranio.

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1.2 Energía nuclear

La escasez en la oferta de petróleo originó una importante crisis energética en la década de los años sesenta. Frente a la dependencia de fuentes de producción condicionadas por factores externos de difícil control, el desarrollo de la tecnología del uranio se perfiló como una alternativa que permitió, en la década de los años sesenta, la puesta en marcha de ambiciosos proyectos de construcción de centrales nucleares.

España se sitúa entre los quince primeros productores del mundo, y en el séptimo lugar dentro de la Unión Europea.

Gracias al elevado nivel tecnológico y al excelente funcionamiento de nuestras centrales, la industria nuclear española está presente en proyectos que se encuentran en marcha en países que inician su desarrollo económico e industrial apoyándose en la energía nuclear, como algunos de Asia y de la zona del Pacífico.

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2. La radiactividad.

La radiactividad es la propiedad en virtud de la cual algunos elementos que se encuentran en la naturaleza como el uranio, el torio o el radón se transforman, por emisión de partículas, en otros elementos nuevos que pueden ser o no, a su vez, radiactivos.

El hombre ha estado siempre expuesto a la radiactividad, fenómeno natural que ha aprendido a generar y controlar. La radiactividad puede ser de diferentes tipos: natural y artificial.

2.1 Radiaciones naturales

Proceden de las materias existentes en todo el universo, existen en el medio en que vive el hombre, y pueden ser visibles, como luz, e invisibles, como los rayos ultravioleta.

El hombre está expuesto a la radiación natural. Ésta varia en función de factores como la altura y los elementos químicos que componen el suelo en que se vive.

2.2 Radiaciones artificiales

El origen de las radiaciones artificiales está en las fuentes creadas por el hombre. Por ejemplo, la radiación artificial emitida por los televisores, por los aparatos utilizados en las radiografías médicas y también la generada por las centrales nucleares.

La exposición a las radiaciones se puede producir de dos maneras: por irradiación (cuando se está sometido a la radiación emitida por una fuente exterior) o por contaminación radiactiva (cuando una sustancia radiactiva que se deposita sobre una superficie es inhalada o absorbida).

Las radiaciones emitidas por el funcionamiento de las centrales nucleares son constantemente controladas y medidas gracias a los avances técnicos, y están sometidas a las regulaciones de los organismos internacionales.

Además, las radiaciones producidas por las centrales nucleares están sometidas a las regulaciones de los organismos nacionales e internacionales. En España, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), es la entidad encargada de velar por la seguridad de todas las instalaciones radiactivas.

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3. La fisión.

La fisión es el proceso por el que el núcleo de un átomo se divide en dos o más núcleos con liberación de gran cantidad de energía. En las centrales nucleares se utiliza el proceso de fisión nuclear, que es la partición producida como consecuencia del bombardeo de un núcleo por neutrones.

El uranio es el combustible utilizado en un reactor nuclear.

El U-238 no es fisionable. Sin embargo, el U-235 es un átomo que tiene 235 protones y neutrones, y es utilizado en los reactores nucleares ya que sí puede dividirse. Estos átomos son los causantes de la llamada “reacción en cadena”, originada cuando los neutrones, una vez divido el átomo de uranio, son relanzados, bombardeando a otros átomos de uranio 235 que se dividen o escinden a su vez.

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