Ensayo Integrativo De Cancer

Bajo la denominación de cáncer se agrupa en realidad una cantidad diversa de enfermedades, las cuales tienen como elementos comunes una proliferación de células, la tendencia a invadir los tejidos vecinos y , finalmente, la capacidad de metastizarse, esto es, diseminarse por otras partes del organismo (Amigo, 2009).

La prevalencia del cáncer es de casi tres casos por mil habitantes en todo el mundo. Los grandes avances en diagnostico y tratamientos médicos, han permitido reducir en forma significativa la tasa de mortalidad de pacientes que presentan cáncer tomando en cuenta que la enfermedad en cuestión hoy es considerada como enfermedad crónica. (Méndez, Orgilés, López-Roig & Espada, 2004)

El cáncer requiere tratamientos intensos que la mayoría de las veces deben ser realizados en los establecimientos hospitalarios, sin embargo todos aquellos tratamientos que puedan realizarse fuera del hospital, son hechos en los respectivos domicilios de los pacientes con el fin de no sacar a los niños de su entorno. (González, 2004).

Los tratamientos oncológicos que requieren continuas visitas al hospital son largos e intensos. El niño ahora debe enfrentarse no sólo a los diferentes efectos secundarios causados por la quimioterapia y la radioterapia como las náuseas, vómitos, anemia, fatiga, pérdida de peso y pérdida de cabello, sino que además debe hacer frente a la hospitalización, la soledad, y la convalecencia (Ibáñez & Baquero, 2009).

Pues según González (2004) con la llegada de un niño oncológico al hospital, surge el difícil problema que supone extraerlo de su entorno habitual y de sus mecanismos de seguridad, como son su casa y su familia, para introducirlo en un lugar desconocido, agresivo y hostil para él, lo que puede resultar ser una experiencia negativa y estresante tanto para el niño como para sus familiares.

Según Salas, Gabaldon, Mayoral & Amayra (2002), algunos de los factores que aumentan el impacto de la hospitalización, son la separación del niño y su familia durante periodos largos de tiempo, lo cual implica un rompimiento en la dinámica y vida familiar normal de los pacientes; la presencia de instrumentos y procedimientos ajenos a su cotidianidad como lo son las batas blancas, someterse a procedimientos con instrumentos médicos (como las punciones lumbares que causan gran temor en los niños), entre otros; finalmente, la adaptación al nuevo lugar en la cual se pasa mayor parte del tiempo y más aun a las nuevas personas, también significa una fuerte carga emocional para los pacientes.

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