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Ensayo. La Enseñanza De La Historia En La Escuela Primaria


Enviado por   •  26 de Julio de 2011  •  2.083 Palabras (9 Páginas)  •  4.001 Visitas

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LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA EN LA ESCUELA PRIMARIA

INTRODUCCIÓN

Como se ha visto, la historia, como asignatura realiza una aportación polifacética al currículo de la Escuela Primaria. Una de estas facetas es el conocimiento, información, comprensión y contenido. Este conocimiento comprende, hechos ampliamente admitidos como por ejemplo: fechas, acontecimientos, lugares, el desarrollo vital de las personas, sobre las cuales puede situarse un marco histórico; la relación entre los hechos aceptados y los datos sobre los mismos y la materia de un determinado fragmento del estudio histórico.

La enseñanza de la historia es una parte imprescindible dentro del aprendizaje de cada uno de los niños, ya que es importante que conozcan sus raíces culturales, sociales, políticas, las cuales influirán en su personalidad, inclusive el propio Programa de Actualización apunta hacia “la necesidad de que a los sujetos se les deje de enseñar como objetos de enseñanza para reconocerlos como sujetos de aprendizaje, y a la certeza de que los sujetos, considerados no sólo como individuos sino como grupo, son una alternativa para apoyar el proceso enseñanza-aprendizaje.”

Es conveniente mencionar que la falta de experiencia, el dominio de los contenidos de historia, y las características tan propias de cada estudiante, pueden ser dificultades con las que el maestro puede tropezar en la enseñanza de la historia, por lo tanto no sólo dentro de nuestro país, sino también en otros es preocupante lo anterior mencionado; es por eso el que Programa de Actualización del Maestro ha planeado como premisa: “una concepción del docente como sujeto fundamental no sólo por el papel que juega en el contacto directo con los alumnos, sino también por el potencial que representa su experiencia en la educación y porque la propia reflexión del maestro, en su interés y en la confrontación de su trabajo con el de otros, se encuentra el motor principal de la actualización” .

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DESARROLLO

La calidad de la enseñanza en la materia de historia, no sólo debe promover el conocimiento, sino llevar concretamente a los educandos hacia una postura en la que ellos sean capaces de realizar una interpretación personal y crítica sobre los temas históricos, todo ello tomando en cuenta los saberes previos del alumno, sus habilidades y destrezas.

De hecho, la tarea de los docentes radica en saber reconocer la dificultad a la que se enfrentan al enseñar historia y los obstáculos que deben superar para que el alumno la asimile sin que le parezca una árida cronología de acontecimientos y personajes.

Una pregunta que nos hacemos a menudo al planear la clase es ¿qué debemos enseñar por historia? Tenemos que mostrar la concepción de una historia viva que sigue en plena construcción, y que pueda crear una nueva conciencia de identidad común entre los mexicanos en un intento por reculturizar el conocimiento.

Al impartir la materia nos hemos preguntado ¿qué es la historia, para qué la enseñamos y cuál es la meta que pretendemos alcanzar en la formación de nuestros educandos? La historia tiene que dejar de ser el aburrido relato del pasado; debe presentarse como resultado de una relación estrecha entre el historiador que se encuentra en el presente y el pasado que refiere.

El historiador interpreta, trata de comprender el tránsito de los hombres en el tiempo y las huellas del pasado investigando la información contenida en documentos, ruinas, piezas, etc., haciendo que estos elementos salgan de su condición estática en las vitrinas de los museos y adquieran palpitante vigencia. No se trata únicamente de recopilar componentes históricos. Cuando el historiador integra e interpreta la información obtenida de los diversos materiales les confiere un significado que deriva en un proceso de edificación social del momento histórico y no se estanca en descifrar códices o en la restauración de monumentos y recintos. El historiador interroga a la realidad del momento a partir de su propia concepción para realizar una reconstrucción de eventos relevantes de la realidad social del pasado.

Enseñar es la acción de transmitir, proponer y promover un conocimiento que al ser asimilado dará como resultado el aprendizaje como un acto común en el que tanto el alumno como el docente se involucren activamente en la materia. Enseñar historia no implica comprometer al alumno a memorizar las líneas del tiempo sobre personas, episodios o instituciones del pasado nacional o mundial, sino a interpretarlos y ubicarlos en un tiempo y espacio determinados, por medio de la reflexión, el cuestionamiento y el debate sobre los problemas humanos reales a los que se enfrentaron los protagonistas de un curso histórico averiguado y sobre la postura que asumieron ante los sucesos, en el sitio específico donde acaecieron. Es necesario incentivar a los alumnos para que sus capacidades cognitivas faciliten el autodidactismo a través de estrategias de enseñanza adecuadas al diseño curricular.

Los objetivos formativos de la historia:

Impartir la materia de historia implica motivar al alumno a pensar históricamente, comprender el método con el que se elabora dicho conocimiento; los valores relacionados con éste, su influencia en la vida cotidiana en el aula, el entorno familiar y social, y las actitudes éticas y cívicas que presenta el discurso, aunados a los procesos del pensamiento que estimulan su estudio.

La selección de temas o momentos históricos específicos, por lo menos en la primaria, debe obedecer a un criterio educativo cercano a la realidad existencial del alumno, que le muestre un significado específico dentro del discurso histórico.

El enfoque del contenido deberá implementarse en programas que no necesariamente se apeguen al estricto recorrido cronológico. Pueden ser desarrollados por medio del planteamiento de momentos y problemáticas que correspondan no sólo al aspecto político, sino a otros ámbitos en el paso de la historia.

Hay que transformar el discurso historiográfico en un discurso didáctico que descarte los términos abstractos y generalizados para cautivar al alumno con narraciones que motiven su interés.

Hacia la construcción de una propuesta

Para lograr que el hecho histórico que se imparte en el aula no quede en un mar de información abstracta y hasta cierto punto inútil, deberemos conferir tal coherencia al contenido, que sea capaz por sí mismo de estimular en el alumno la activación del pensamiento y posibilitar la espontánea

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