Ensayo de el ciervo de la nación

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Índice:

Introducción

¿Quién Era?

José María Teclo Morelos Pavón y Pérez, Icónico y reconocido personaje de nuestra historia pero; ¿En realidad lo conocemos?
Desde pequeños tenemos las bases históricas en nuestras cabezas, nos regocijamos de distinguir imágenes de personajes ilustres dentro de las raíces del mexicano pero solo llegamos a conocer la punta del iceberg, por lo tanto no llegamos comprender a profundidad los ideales, principios, motivaciones, equivocaciones de quienes, en su momento, nos guiaron y tuvieron la responsabilidad de cargar en sus hombros las esperanzas y sueños de los mexicanos. 

 “Que se eduque al hijo del labrador y del barrendero como al de más rico hacendado” (Morelos, 30 de septiembre de 1765 - 22 de diciembre de 1815)
El ciervo de la nación, el padre Mórelos, el generalísimo, el que por muchos es el segundo hombre fuerte del proceso emancipador, el que mostro dotes de líder autentico , el que lucho  por lograr sus ideales y en beneficio de los más desposeídos y oprimidos, sin buscar el beneficio personal o el poder, además demostró una gran capacidad de convocatoria puesto que logró se formara y llevase a cabo el congreso de Chilpancingo en septiembre del año 1813, el cual declaro la independencia de México y finalizo la dominación española,  aunque, me gustaría dejar claro en primera instancia los comienzos de este personaje.

¿Qué fue de su vida?

   La vida de José María Teclo Morelos Pavón y Pérez comenzó un 30 de Septiembre del año  1765 en Valladolid  hoy conocido como Morelia. Durante sus primeros años de vida la única enseñanza que conoció fue la de su madre, de quien aprendió las primeras letras y al mismo tiempo apoyaba al sostén de su familia, en 1779 ocurre la muerte de su padre, un golpe fuerte e influyente en la vida de Morelos puesto que implico un cambio importante.
Con su custodia en manos de Felipe Morelos hermano de su padre, se trasladó a una hacienda cerca de Apatzingán, donde en primera instancia se dedicó a la labranza y poco después a conducir como arriero una recua de mulas que su tío empleaba para transportar ricos cargamentos entre el puerto de Acapulco y la ciudad de México. Estas actividades le dieron un ingreso regular con lo que pudo sostener a su madre y hermana.

Así logro vivir hasta cumplir la edad de 25 años; en 1790, ante la insistencia de su madre, quien con la ilusión de que accediese a un beneficio eclesiástico dejado por su bisabuelo materno le pedía iniciase una carrera eclesiástica. De este modo, regreso a su tierra natal e inscribiéndose al colegio de San Nicolás, donde por azares del destino conoció, en ese entonces, rector Miguel Hidalgo y costilla y con el cual coincidió durante dos años.

Estudio gramática y latín, después de dos amplio estos conocimientos en el seminario tridentino de la misma ciudad, recibiendo instrucción en retórica y filosofía. El 28 de abril de 1795 recibió el título de bachiller de artes en la ciudad de México. Tiempo después solicito de la jerarquía eclesiástica de Valladolid que se le confiriesen la tonsura clerical, las cuatro órdenes menores y el subdiaconato, lo que consiguió a finales de ese mismo año.

En Abril de 1796 acepto una oferta del cura de Uruapan para enseñar gramática y retorica a los niños de esa localidad, tras recibir la licencia correspondiente. Pasado un tiempo de ejercer la docencia, el 20 de diciembre de 1797, cumplidos los 32 años de edad, fue promovido al sacerdocio, otorgándosele licencias para celebrar misa, oír confesiones y predicar en Uruapan y en los curatos vecinos.
De esta manera se inició en la carrera del sacerdocio la cual lo llevo a ejercer de cura párroco en varias localidades; Primero estuvo en un distrito marginado de Churumuco, etapa en la que su madre falleció. Morelos permaneció en Churumuco durante poco más de un año, hasta que en Marzo de 1799 se le transfirió a la parroquia de Carácuaro, a unos cincuenta kilómetros de distancia, tan pobre como la anterior pero mucho más poblada. En Carácuaro Morelos vivió toda una década, administrado la parroquia.

Los principios de la vida de Morelos, nos muestran por qué se encamino a lo que tiempo después llamaríamos “Guerra de Independencia” donde peleo mano a mano de campesinos que lo admiraban, soldados que le temían y otros héroes que lo respetaban

El 16 de Septiembre de 1810, con el conocido “grito de dolores”, Miguel Hidalgo prendió la mecha del largo proceso que desembocaría en la Independencia de México. Hidalgo estaba en realidad adelantado en el plan que se había fraguada en Querétaro y que contaba con la participación de criollos importantes, entre ellos el mismo corregidor de esta ciudad, Miguel Domínguez. Al ser descubiertos los planes de los conspiradores, Hidalgo se trasladó a Dolores, y allí dirigió a sus parroquianos un llamamiento a alzarse en armas contra las autoridades coloniales.

Desarrollo
¿Y en donde estaba?

Y se preguntaran, ¿Dónde estaba Morelos en este entonces?
Nuestro héroe siendo conocedor del levantamiento de Hidalgo, el que había sido su rector en San Nicolás, decide visitarle y hablar con él en Octubre de 1810. Al parecer, su intención era ofrecerse como capellán , pero en el transcurso del encuentro que tuvo lugar el 20 de Octubre, Don Hidalgo lo convence de que aceptase una misión aún más importante: Marchar a la costa del sur, reunir tropas y tomar el puerto de Acapulco, que Morelos conocía muy bien. El 25 de Octubre, acompañado de una veintena de voluntarios mal armados, Morelos partió de Carácuaro hacia las tierras calientes del sur, en calidad de lugarteniente de Hidalgo.

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