Ensayo sobre La vida se ha vuelto el más allá de la subjetividad
Enviado por Juan Pablo Biset • 31 de Julio de 2017 • Ensayo • 3.829 Palabras (16 Páginas) • 211 Visitas
La vida se ha vuelto el más allá de la subjetividad, ya no sucede como en la época feudal, que la salvación viene de la mano con la muerte en términos de salvación espiritual. Hoy, tal vez apelando a cierta exageración, es la vida y no la muerte lo que arroja el pensamiento más allá de lo humano. Es cierto también, que quien administraba “la salvación” en esa época era la Iglesia, la cual hoy es Institución consolidada y con más de 2000 años de historia que sigue reinventándose. En la actualidad, quien administra la salvación es el Estado. Esta Salvación, como nos dice Foucalt, no es individual, ya que el objetivo de la misma es salvar a la población, al hombre como ser viviente como perteneciente a una especie biológica, gobernar su vida mediante normas “normalizadoras”, esto es lo que da origen a la Biopolítica que en definitiva es “la estatización de la vida biológicamente considerada, es decir, el hombre como ser viviente”[1] y cuya finalidad es el equilibrio, la homeostasis.
Hablar de la biopolítica implica entender los cambios sucedidos a partir de la época clásica en occidente. La dupla religión-derecho, unida desde la Edad Media hasta la época clásica (…) ha sido reemplazada por la dupla medicina-norma”[2]. Hay una transformación en el paradigma del ejercicio de los mecanismos de poder. El antiguo poder soberano, el poder en términos más tradicionales ligado al “pater familia” o al poder de un rey por ejemplo, se entendía y se aplicaba en términos de decidir sobre la vida o la muerte de los individuos. Este ejercicio del poder es el que le exigía al ciudadano que entregue su vida yendo a la guerra por ejemplo. Este es reemplazado por un poder que tiene la potestad de hacer vivir o abandonar a la muerte.
La forma en que se organizó el poder en torno a la vida fue de dos formas: por un lado, la disciplina, que el autor profundiza en su libro Vigilar y Castigar, la cual es considerada una anátomo política del cuerpo humano, que tiene como objeto el cuerpo individual, considerado como una maquina; por otro lado, entrado el siglo XVIII, una biolpolítica de la población, cuyo objeto será el cuerpo viviente, soporte de los procesos biológicos (nacimiento, mortalidad, salud, duración de la vida etc.)
La Bioplolítica, dice Foucault, está íntimamente ligada al surgimiento del capitalismo -el autor lo menciona en sus clases como liberalismo- ya que sirvió para asegurar la inserción controlada de los cuerpos en el aparato productivo y para ajustar los fenómenos de la población a los procesos económicos, pero al mismo tiempo, la nueva racionalidad en el arte de gobernar significa gobernar menos. Es una Guberamentalidad ligada al esfuerzo de autolimitación permanente, pero por gubernamentalidad no hablamos de la Institución Gobierno, sino de la actividad que consiste en regir la conducta de los hombres en el marco y con instrumentos estatales.
Hay que entender por “biopolítica” la manera en que, a partir del siglo XVIII, se buscó racionalizar los problemas planteados a la práctica gubernamental por los fenómenos propios de un conjunto de vivientes en cuanto población: salud, higiene, natalidad, longevidad, raza. Esta nueva forma del poder se ocupará entonces de lo siguiente: 1) De la proporción de nacimientos, de decesos, de las tasas de reproducción, de la fecundidad de la población; en una palabra, de la demografía. 2) De las enfermedades endémicas: de la naturaleza, de la extensión, de la duración, de la intensidad de las enfermedades reinantes en la población; de la higiene pública. 3) De la vejez, de las enfermedades que dejan al individuo fuera del mercado del trabajo; también, entonces, de los seguros individuales y colectivos, de la jubilación. 4) De las relaciones con el medio geográfico, con el clima; del urbanismo y la ecología.[3]
A modo de continuar con el ensayo, haré mención de la noticia del diario La Nación del 24 de Marzo de 2017 titulada “Vacuna Antigripal: estará disponible en Abril. La misma, cuyo formato es meramente informativo, anuncia que se distribuirán 12 millones de dosis de vacunas antigripales para niños y adultos, incluidas las vacunas para los afiliados del PAMI. La nota también incluye un testimonio del actual Ministro de Salud de la Nación, Jorge Lemus, quien es la máxima autoridad gubernamental en temas de políticas de salud, ya sean preventivas- como en este caso- o reactivas- como en el caso de una epidemia, en la cual afirma que “es necesario empezar la campaña de vacunación lo más precozmente posible para que la población de riesgo esté en buenas condiciones inmunitarias.”
El término acuñado por Foucalt, como ya definimos más arriba, se utiliza para explicar el control que ejerce el gobierno sobre la población a través de normas y distintas tecnologías del poder, una de ellas es la medicina. Para la Sociedad Capitalista, el control de la salud es una estrategia biopolítica, y las vacunas son una herramienta más. Gran parte de esta “entronización” de la salud y el médico, es decir, alcanzar un estatus de autoridad social. Todo esto surge de sostener su credibilidad en base al miedo a la enfermedad o el dolor.
Tal como se afirma que hoy uno “paga por ser normalizado”, por no desviarse de los comportamientos esperados, también uno cede y acepta los mandatos médicos y las políticas públicas de salud con tal de uno no verse expuesto a enfermedades y a sus consecuencias.
Por otro lado, como ya mencionamos más arriba, la biopolítica, entendida esta como el control de la salud de la población, está íntimamente ligada a la economía capitalista, lo que permite nombrar un ejemplo de esta relación. Con la pandemia de la gripe H1N1, cuyo análisis genético ha revelado que procede de virus gripales animales y que la mayor cantidad de defunciones correspondieron a personas jóvenes sanas (Ver OMS- H1N1)[4], los Estados pusieron en práctica diferentes protocolos de prevención, muchos sugeridos por este gran organismo cuya Constitución estableces, entre sus principios que la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades; y que el goce del grado máximo de salud que se pueda lograr es uno de los derechos fundamentales de todo ser humano sin distinción de raza, religión, ideología política o condición económica o social (ver más en OMS)[5]. Muchas de las medidas preventivas tomadas implicaron un fuerte control poblacional. En el caso Argentino las universidades públicas y privadas decidieron suspender las clases por un tiempo promedio de 2 a 3 semanas, lo mismo en eventos públicos de mucha concurrencia, en el transporte público se sugería utilizar barbijo y lavarse las manos con alcohol en gel luego de tomar los pasamanos (Ver más en Min de Saludo Nación 2009).[6] La demanda en alcohol en gel y barbijos generó faltantes en farmacias y supermercados, a la vez que aumentó sus ventas en un porcentaje considerable. Estas pandemias, generan fuertes repercusiones económicas como lo describe la nota “Argentina: el golpe económico de la gripe” de la BBC.[7]
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