Escuela Austriaca Y Escuela Neoclásica

El papel protagónico en la formación de la teoría económica durante los siglos XIX y XX lo ha tenido la escuela neoclásica con los planteamientos del equilibrio general y parcial en los mercados de Walras y Marshall, pasando por la microeconomía de Pareto, Edgeworth y más adelante Arrow, así como las ideas modernas en el campo de la macroeconomía de Samuelson, Stiglitz y Krugman pasando por el monetarismo de Friedman , en tanto que la escuela austriaca de la praxeología y la acción económica del ser humano liderada por Menger, Mises, Hayek y Kirzner se ha visto relegada en ámbitos como la enseñanza, en el capital humano, en la práctica política y social y en la difusión de sus ideas como conocimiento público, es decir, existe un “monopolio teórico” de los neoclásicos y una crítica generalizada de sus ideas y metodología por parte de los austriacos, que cada vez toma más fuerza dada la poca capacidad predictiva de la que padecen los primeros, según los fenómenos económicos acontecidos a lo largo de la historia que se configuran como jueces de la viabilidad de estas teorías. Este es un escueto panorama de lo que ha sido la fuerte contienda entre estas dos escuelas de la ciencia económica por llevar la batuta del liderazgo teórico.

El enfoque económico de la escuela neoclásica se basa en el análisis marginalista del equilibrio entre la oferta y la demanda del mercado. En términos sencillos, se concentra en el comportamiento económico de los individuos (agentes) que se suponen son racionales y que como consumidores maximizan su utilidad y como productores maximizan sus beneficios, de forma que toman decisiones óptimas a partir de una información dada. Precisamente Weintraub (2002) destaca que los neoclásicos se basan en tres cuestiones: 1) los individuos tienen preferencias racionales, 2) los individuos maximizan utilidad y las empresas ganancia, 3) los individuos actúan independientemente sobre las bases de información completa y relevante. Según esto varios autores concluyen en que la economía neoclásica se constituye como una teoría sobre la elección o la decisión individual.

Por otro lado, se encuentra la escuela austriaca que centra su análisis en la capacidad de acción del ser humano en su entorno económico-social, en el fondo lo que esto expresa es que la toma de decisiones (que promulgan los neoclásicos) esta ampliamente contenida en la acción del hombre, y que se define como un proceso a lo largo del cual se producen una serie de interacciones con la sociedad y planes de coordinación que se confirman como el objeto de investigación de esta escuela (Huerta de Soto, 1997). Es claro que el aspecto social es el principal componente teórico para los austriacos, conciben al individuo como gestor de su propio futuro mediante el descubrimiento y aprovechamiento de oportunidades en su entorno económico.

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