Evaluación, Concepto Y Tipos

¿En qué medida los diferentes tipos de evaluación revisadas invitan a reflexionar e interactuar al alumno, al maestro y a fortalecer el aprendizaje?

El concepto de evaluación se entiende, generalmente, como el establecimiento de juicios de valor acerca de algo. Para la educación, esto se refiere a los resultados de las acciones de enseñanza con el fin de modificarlas para mejorarlas y hacerlas más eficientes, así como al grado de alcance que dichas acciones tuvieron para lograr las metas finales del proceso. La formulación de esos juicios de valor descansa en la interpretación que se hace de la información recopilada para ello. Entre más confiable sea esta información y entre mejor refleje o describa la realidad en el aula, mayor será el fundamento y más atinadas podrán ser las decisiones que se tomen.

Dependiendo del tipo de evaluación que elija usar el docente para determinada actividad, trabajo o proceso, será también el tipo de atención que fijara sobre sus alumnos. Dará prioridad a la observación o registro de actitudes o acciones especificas, y posiblemente pasará por alto algunas otras por parecer irrelevantes o innecesarias para su propósito. Del mismo modo, si pone énfasis en comparar los resultados de aprendizaje obtenidos por la aplicación de un método o estrategia en particular y los fines que perseguía con él. La relevancia solo se enfocará en la distancia entre lo esperado y lo logrado, determinado así el grado eficiencia del mismo. Esto puede arrojar una evaluación precisa pero de algún modo imperfecta, pues para lograr su fiabilidad, es inevitable ignorar algunos sucesos imprevistos o circunstanciales inherentes del proceso educativo, y por tanto, dejar de lado la participación y desenvolvimiento particular de los alumnos

Un método diferente de evaluación no compara lo planeado y lo obtenido sino que trata de abarcar todo aquello que interviene en el acto educativo. Toma en cuenta la situación o contexto global en que se lleva a cabo. Se da el caso de definir y redefinir los aspectos a los que se les pondrá más atención en determinada situación, por lo que podrán ser diferentes para distintas alumnos o docentes. Asimismo, no se busca controlar ni eliminar las variables que intervienen en el proceso sino que se asumen como parte esencial de la situación que debe observarse en función de la manera cómo interactúan para la producción de los resultados. Dándole así, más importancia a las interrelaciones alumno-alumno y docente-alumno y los resultados obtenidos de éstas, que a los resultados esperados originalmente. No se hace uso de escalas específicas de medición ni, en general, de datos cuantitativos.

Reflexionando sobre el papel que desempeñan los diferentes actores del proceso educativo, se puede llegar a la conclusión de que la evaluación no es un elemento aislado de éste, sino una parte vital que determina,

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