FARMACOLOGÍA “INTERACCIÓN MEDICAMENTOSA”
Enviado por K. C • 29 de Enero de 2016 • Documentos de Investigación • 3.751 Palabras (16 Páginas) • 372 Visitas
[pic 1][pic 2]UNIVERSIDAD DE PANAMÁ
FACULTAD DE FARMACIA
DEPARTAMENTO DE FARMACIA CLÍNICA
LICENCIATURA EN FARMACIA
FARMACOLOGÍA I
“INTERACCIÓN MEDICAMENTOSA”
PROFESORES
DRA. ORALIA SÚAREZ ROSARIO
LIC. ROBERTO MORENO
ESTUDIANTES
MARIA GABRIELA LUQUE 9-744-1395
KATHERYN CENTENO 8-863-860
FECHA DE ENTREGA JUEVES 26 DE NOVIEMBRE
II SEMESTRE
2015
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Introducción
Para el tratamiento de una enfermedad o de varias coincidentes, es frecuente recurrir a la administración conjunta de más de un fármaco, como sucede en el tratamiento de la hipertensión, la insuficiencia cardiaca, tratamiento antineoplásico, cuidados paliativos, etc. En estos casos una de las cuestiones que siempre debe plantearse es si la combinación de dichos fármacos puede causar una interacción farmacológica.
Una interacción farmacológica se produce cuando los efectos de un fármaco son modificados por la presencia de otro fármaco, preparado vegetal, alimento o alguna sustancia química ambiental. , determinando un aumento (potenciación) o disminución de sus efectos. Las interacciones pueden producirse en el ámbito farmacocinético, farmacodinámico o ambos.
La importancia clínica de una interacción depende de la frecuencia con que dicha interacción produce efectos adversos para el paciente y la gravedad de dichos efectos.
La cantidad de un medicamento debe ser lo suficientemente alta como para combatir la enfermedad y tan baja que evite demasiados efectos secundarios. Grandes cambios en la cantidad del medicamento en la sangre pueden ser causados por las interacciones entre los medicamentos con o sin receta, las drogas de recreación, productos a base de hierbas o algunos alimentos. Esto se llama “interacción entre medicamentos” en la cual haremos énfasis
Para efectos de este trabajo, nos concentraremos en las interacciones entre fármacos o interacciones medicamento-medicamento.
Interacciones entre Fármacos
Las interacciones medicamento-medicamento, definidas como la modificación del efecto de un fármaco por la administración anterior o concomitante de otro, puede ser causa de fracasos terapéuticos y/o posibles reacciones adversas graves.
Las consecuencias de las interacciones entre medicamentos son variables, ya que unas veces pueden resultar beneficiosas y otras veces perjudiciales. En el primer caso, la interacción se provoca casi siempre intencionadamente, ya que produce un aumento de la eficacia, o una disminución de los efectos adversos del fármaco respecto a su administración aislada.
En el segundo caso, y es el que se presenta en la mayoría de los casos, el resultado de la interacción conlleva consecuencias perjudiciales para el paciente, ya sea porque aumentan las reacciones adversas o bien porque disminuye su efecto terapéutico pretendido.
Generalmente las reacciones adversas derivadas de las interacciones entre fármacos pertenecen a las RAM de tipo A, ya que son previsibles y, con frecuencia, pueden controlarse ajustando la dosis, la pauta posológica o recurriendo a la administración de alguna sustancia que pueda paliar la interacción aunque, siempre que sea posible, resulta mucho más seguro evitar la asociación de fármacos que interactúen.
Importancia de las interacciones en la práctica clínica
El hecho de que exista una interacción farmacológica no implica necesariamente que ésta tenga consecuencias clínicas para el paciente.
Un factor que determina la importancia clínica de una interacción es la frecuencia con que dicha interacción produce reacciones adversas o una pérdida de la eficacia del fármaco. Otro aspecto muy importante es la gravedad de la interacción, especialmente si supone un riesgo potencial para la vida del paciente.
Los profesionales de la salud deben conocer los fármacos que pueden causar interacciones con mayor frecuencia y, en particular, reconocer fácilmente aquellas que puedan ser graves.
Factores que aumentan la probabilidad de que se produzcan interacciones entre fármacos
Los factores que aumentan la incidencia de las interacciones son múltiples. Pueden clasificarse en dos grupos: factores relacionados con el tratamiento y factores relacionados con el paciente.
Factores relacionados con el tratamiento: Los más destacados son las características de los fármacos empleados, la pauta posológica, el número de fármacos utilizados y el entorno clínico.
- Características de los fármacos empleados: las características farmacocinéticas y farmacodinámicas de los fármacos utilizados determinan de forma primordial el riesgo de interacciones. Algunos desencadenan con mayor frecuencia interacciones, y otros son con mayor frecuencia objeto de interacción.
- Pauta posológica: Es más probables que aparezcan interacciones clínicamente significativas si se administran dosis superiores a las habituales de los fármacos que potencialmente interactúan, si se ingieren simultáneamente o con escaso intervalo de tiempo, y cuando el tratamiento se prolonga durante varios días o semanas.
- Número de fármacos empleados (polifarmacia): la incidencia de reacciones adversas aumenta de forma casi exponencial con el número de fármacos que se recibe. La tasa de reacciones adversas en pacientes hospitalizados que reciben entre 1 y 5 fármacos supera el 4%, entre los pacientes que reciben entre 11 a 15 fármacos aumenta al 28% y entre los tratados con 16 a 20 fármacos es 54%.
- Entorno clínico: El paciente ambulatorio suele estar afectado por un número menor de enfermedades que suelen ser menos graves, y utiliza menos medicamentos al mismo tiempo, por lo que el riesgo de interacciones es menor comparado con un paciente hospitalario. Aunque esto no siempre es así, ya que el paciente ambulatorio tiene un control médico menor, por lo que es más frecuente que se automedique sin informar al médico o al farmacéutico.
Factores relacionados con el paciente: Incluyen factores como la edad, determinadas enfermedades, polimorfismos genéticos y hábitos del paciente.
- Edad: Depende del grado de madurez funcional o degeneración orgánica, que son factores determinantes en los procesos farmacocinéticos. En los niños pequeños el grado de unión a proteínas plasmáticas es inferior a los adultos y la función renal es inmadura. Los ancianos presentan niveles inferiores de albúmina plasmática, y una función renal y hepática disminuidas. Estas características unidas a la polifarmacia, a sufrir múltiples enfermedades coincidentes y que en ocasiones se confundan con la toma de la medicación; hacen a los ancianos el grupo de pacientes con mayor riesgo de presentar interacciones entre medicamentos.
- Enfermedades: Muchas enfermedades influyen directamente en la cinética de los fármacos. Por ejemplo, los síndromes de malabsorción, insuficiencia renal o hepática y las patologías que reducen los niveles de albúmina plasmática, aumentan el riesgo de aparición de interacciones medicamentosas.
- Polimorfismos genéticos: pueden afectar la respuesta del organismo a determinados fármacos, y por tanto, influir en la incidencia de interacciones. Por ejemplo, pueden hacer que una interacción teóricamente posible pase clínicamente inadvertida o que se convierta en un problema de salud grave.
- Hábitos del paciente: el consumo de drogas, podría conllevar a que el fármaco interactúe directamente con estas sustancias.
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Mecanismos de la producción de las interacciones entre los fármacos
Dependiendo de su mecanismo, las interacciones pueden clasificarse en farmacéuticas, farmacocinéticas y farmacodinámicas.
Interacciones farmacéuticas
Se producen como consecuencias de incompatibilidades fisicoquímicas. En general ocurren en el exterior del organismo. Pueden incluirse también en esta categoría las que se producen en la luz intestinal antes de la absorción. El mecanismo más frecuente involucrado es la formación de complejos o la adsorción. Los complejos formados en los sistemas de administración pueden ser visibles macroscópica o microscópicamente, con cambios de turbidez o de coloración.
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