Falsificacion De Medicamentos Como Problema De Salud Publica

De qué manera algo esencial para la vida puede convertirse en potencialmente mortal?

El derecho a la salud fue reconocido primero en la constitución de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1946 y luego en la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948. El Convenio Internacional sobre derechos económicos, sociales y culturales de 1966 contempla el derecho a la salud a través de 4 aspectos concretos incluyendo los insumos, los bienes y servicios y últimamente considerado como primer indicador de progreso para el objetivo número 11 dentro del plan estratégico de la Organización Mundial de la Salud para 2008-2013 (mejoramiento del acceso, la calidad y uso de productos médicos y tecnologías) (1). En el informe “Health, essential medicins, human rights and national constitutions” de la OMS S. Katrina Perehudoff, cita que de las 186 constituciones políticas a las que tuvo acceso, 135 incluyen alguna forma de provisiones en salud, 90 nombran el derecho a los servicios en salud y únicamente 4 incluyen los medicamentos esenciales como parte del derecho a la salud (Panamá, Siria, México y Filipinas (2). En el contexto de globalización, el acceso a los medicamentos esenciales y más precisamente a productos farmacéuticos de calidad, se ha convertido en todo un desafío para los países y los organismos internacionales que desarrollan las políticas en salud y desarrollo a nivel mundial.

En este documento abordaré la falsificación de medicamentos como un serio problema de salud pública al que se enfrentan no solo los países en vías de desarrollo, sino los países industrializados. En primer lugar enunciaré la magnitud del problema, luego sus consecuencias, la situación en Colombia y por último los retos, soluciones y estrategias.

Magnitud del problema

Se calcula que los medicamentos falsificados representan más del 10% del mercado farmacéutico mundial, el 25% en los países en desarrollo y puede alcanzar el 50% en ciertos países(3

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