Familia judía
Enviado por 0104 • 4 de Octubre de 2012 • Monografía • 1.631 Palabras (7 Páginas) • 482 Visitas
¿En qué puntos de la estructura familiar convergen la familia antigua y la judía, y en cuales se alejan?
“Lo que une a la familia antigua es algo más Poderoso que el nacimiento, que el sentimiento, que la fuerza física; es la religión del hogar y de los antepasados.”
En la antigüedad el principio constitutivo de la familia fue la religión, y más que una “asociación natural” donde los lazos de parentesco se dan por el nacimiento y el afecto, la familia es una agrupación de carácter religioso, donde lo que prima no es lo afectivo sino la práctica de un mismo culto y la adoración a los mismos dioses, así, dos personas son parientes no por nacer de la misma madre, sino por la comunidad en sus antepasados y por la celebración del mismo culto.
Por el contrario, la familia judía esta instituida por una relación natural llamada “nacimiento”, sin decir con esto, que la religión no es un elemento importante en ella; en tanto para ellos la esfera doméstica es esencial para las prácticas religiosas, puesto que, es desde ese espacio (la familia) donde se aprende a ser judío, se le enseñan las primeras oraciones, se empieza a obedecer las prescripciones y entender el sentido de las festividades.
En la antigüedad era tan importante el vínculo religioso para ser parte de una familia, que la mujer cuando se casaba estaba obligada a romper todo lazo con su familia, su culto y sus antepasados, y entrar adorar los de su marido; la propia religión lo prescribía así: “La unión conyugal es algo más que una relación de sexo y afecto pasajero, pues ha unido a dos esposo con los firmes lazos del mismo culto y las mismas creencias” . En la judía también se da una ruptura con la familia de nacimiento y su ley general al momento del matrimonio, puesto que, al casarse es a el marido a quien se le debe respeto y quien guía los pasos de la familia, pero aquí, a diferencia de lo que sucedía en la familia antigua se sigue teniendo una relación de parentesco con sus padres y hermanos, porque como ya se dijo este surge por el vínculo sanguíneo.
Así pues, encontramos un primer rasgo diferenciador entre estas familias, que es la creación del parentesco, en donde se puede observar que los judíos le dan una marcada importancia a la religión en la esfera domestica pero no como creadora de la familia como sucedía en la antigüedad, sino como un elemento normativo que regula las actuaciones de cada uno de sus integrantes.
Otro de los aspectos importantes de la familia antigua era su concepción del ser humano y en particular de los varones, en donde no se valoraba al hombre como individuo sino como integrante de una asociación familiar, como se puede observar en Fustel De Coulages: “El hombre no se pertenecía, pertenecía a la familia. Era un hombre en una serie y no convenía que la serie se detuviese en él. No había nacido por casualidad, se le había introducido en la vida para que prosiguiese el culto; no debía abandonar la vida sin estar seguro de que ese culto se continuaría después de él.”; algo muy similar sucede en la familia judía, aquí el ser humano si se concibe como individuo pero al servicio de aquella (familias), puesto que, su función es trasmitir a sus descendientes los dogmas de la religión judía “es entonces el individuo un sujeto singular convertido en eslabón, servidor, beneficiario y heredero de la cadena intersubjetiva de la que procede”.
De lo anterior, se desprende una de las prácticas más importante de la familia antigua, la perpetuación de la religión a través de la herencia del culto al hijo (varón) mayor, cuya finalidad era que aquella no se extinguiera causando así la desaparición de la religión, y de esta forma, la desgracia de los “manes” de la familia, “la extinción de una familia produce la ruina en la religión de esta familia; privados los antepasados de la ofrendas, caen en la mansión de los desgraciados” . Para cumplir con dicho objetivo se crea el matrimonio, como el medio para la procreación del hijo que perpetuara la religión doméstica y cuya finalidad “no consistía en la unión de dos seres que se correspondían y querían asociarse para la dicha o las penas de la vida. El efecto del matrimonio, a los ojos de la religión y de las leyes, era unir a dos seres en un mismo culto doméstico para hacer nacer a un tercero que fuese apto para continuar ese culto” . La institución del matrimonio en las familias judías ha tenido una evolución a través de los tiempos, en la época de Jesús el padre y la madre eran considerados “compañeros de Dios en la procreación”; y era por eso, que los judíos de aquel tiempo veían como una obligación tener hijos, los rabinos de aquella época decían: “el hombre no casado no es hombre”, así, todo judío estaba obligado a casarse, conformar una familia
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