Farmacos De Parkinson
Enviado por Michellealdama • 25 de Abril de 2015 • 6.633 Palabras (27 Páginas) • 216 Visitas
Es un trastorno neurodegenerativo crónico que conduce con el tiempo a una incapacidad progresiva, producido a consecuencia de la destrucción, por causas que todavía se desconocen, de las neuronas pigmentadas de la sustancia negra. Frecuentemente clasificada como un trastorno del movimiento, la enfermedad de Parkinson también desencadena alteraciones en la función cognitiva, en la expresión de las emociones y en la función autónoma.
TRATAMIENTO
El tratamiento de la enfermedad de Parkinson consiste en mejorar, o al menos mantener o prolongar la funcionalidad del enfermo durante el mayor tiempo posible. En la actualidad, el tratamiento puede ser de tres tipos (aunque son viables combinaciones): farmacológico, quirúrgico y rehabilitador.
Muchos de los síntomas característicos de la enfermedad de Parkinson son debidos a una deficiencia de dopamina en el cerebro, pero el suministro de este neurotransmisor al paciente con el objetivo de reponer las reservas agotadas no resulta eficaz, puesto que la dopamina no puede pasar del torrente sanguíneo al cerebro. Por ello, los fármacos que se emplean en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson (fármacos anti-parkinsonianos) usan otras vías para restituir de forma temporal la dopamina en el citado órgano o bien, imitan las acciones de la misma.
Pese al optimismo reinante en un principio, ninguno de los fármacos usados en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson actúa sobre la progresión de la enfermedad. En la actualidad, los fármacos más usados son levodopa y varios agonistas de dopamina, aunque también tienen cierta relevancia otros como la selegilina (inhibidor de la MAO-B), la amantadina (liberador de dopamina) o la benzatropina (antagonista del receptor muscarínico de la acetilcolina).
La forma más eficaz de tratamiento es una combinación de levodopa y un inhibidor periférico de la dopa-descarboxilasa, como la carbidopa. La respuesta a la levodopa con carbidopa se basa en encontrar un equilibrio entre el aumento de la movilidad y los efectos adversos. Las discinesias pueden limitar la dosis y ser más frecuentes con una mayor duración del tratamiento. Muchos factores como la tolerancia y la progresión de la enfermedad pueden dar lugar a complicaciones después de 2-5 años de tratamiento. El deterioro de “final de dosis” se produce cuando se reduce la duración del efecto beneficio desde una dosis, y da lugar a discapacidad y distonías.
Levodopa con carbidopa
La carbidopa es un inhibidor periférico de la dopa-descarboxilasa representativo.
Hay varios fármacos alternativos
FORMA FARMACÉUTICA Y FORMULACIÓN:
Cada TABLETA contiene:
Carbidopa......................................................................... 25 mg
Levodopa ....................................................................... 250 mg
INDICACIONES TERAPÉUTICAS:
La LEVODOPA es el medicamento más eficaz en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson. Aunque es efectiva, debe ser utilizada en combinación con un inhibidor dopa descarboxilasa de los aminoácidos aromáticos, como la carbidopa.
La carbidopa es importante en combinación con la LEVODOPA, ya que permite una cantidad mayor de esta última en el cerebro.
Los síntomas que tienen más probabilidades de beneficiarse con la levodopa incluyen:
• rigidez (tiesura)
• temblor (movimiento agitado)
• bradicinesia (movimientos lentos)
• marcha (deterioro en el andar)
• hipomimia (expresión facial reducida)
• micrografía (escritura con letra pequeña y apretujada)
A pesar de la eficacia general de la levodopa, algunas síntomas no siempre responden bien a la terapia:
• inestabilidad postural (falta de equilibrio)
• disartria (problemas del habla)
• disfunción sexual
• sudor excesivo
• problemas neurosensoriales (sensaciones de dolor, entumecimiento y hormigueo)
• seborrea (piel grasosa, escamosa, caspa)
• estreñimiento
• depresión y ansiedad
• demencia (problemas con la memoria y confusión)
FARMACOCINÉTICA Y FARMACODINAMIA:
Cuando se administra por vía oral la LEVODOPA se absorbe con rapidez por el intestino delgado, por medio de un sistema de transporte activo de aminoácidos aromáticos. Las concentraciones plasmáticas del fármaco alcanzan su valor máximo entre 0.5 y 2 horas después de la administración de una dosis oral. Su vida media en el plasma es breve (una a tres horas).
La carbidopa es un fármaco que no atraviesa la barrera hematoencefálica así que su acción es inhibir la descarboxilación de la LEVODOPA fuera del cerebro, disponiendo así que llegue una mayor cantidad de esta última al cerebro y poder ser transformada en dopamina.
La entrada de la LEVODOPA al sistema nervioso central (SNC) a través de la barrera hematoencefálica es también un proceso activo mediado por un portador de aminoácidos aromáticos, y a este nivel puede ocurrir competencia entre las proteínas de la dieta y la LEVODOPA. En el encéfalo, esta última se convierte en dopamina por descarboxilación, primordialmente dentro de las terminaciones presinápticas de las neuronas dopaminérgicas del cuerpo estriado.
La dopamina producida genera la eficacia terapéutica del fármaco en el caso de la enfermedad de Parkinson. Después de su liberación, se transporta de nuevo hacia las terminaciones dopaminérgicas por el mecanismo de captación presináptica o se metaboliza por las acciones de la MAO y la COMT.
Las ventajas de utilizar carbidopa en combinación con levodopa incluyen:
• disminuir efectos secundarios de la dopamina tales como las náuseas
• disminuir la dosis diaria total requerida de levodopa
• permitir que las personas tomen vitamina B6 (lo cual disminuiría de otra manera la eficacia de la levodopa)
REACCIONES SECUNDARIAS Y ADVERSAS:
Hematológicas: disminuye la hemoglobina y el hematocrito y puede ocurrir leucopenia ocasional.
Cardiovasculares: arritmias, palpitaciones, dolor precordial, hipotensión ortostática o con sincope, hipertensión y flebitis. Se han reportado casos raros de infarto al miocardio.
Neurológicas: ataxia, trismo, activación del síndrome de Horner latente, parestesias, discinesias, cambios electroencefalográficos, pseudotumor cerebro, trastornos del sueño, cefalea, blefarospasmo, confusión y convulsiones.
Psiquiátricas: depresión, demencia, agitación, insomnia, euforia, ansiedad aguda, psicosis, manía.
Endocrinológicas: elevaciones séricas de la hormona del crecimiento, disminución en los niveles de prolactina y cambios en la función tiroidea.
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