Fenomenología del arte del cuidado en enfermería

Fenomenología del arte del cuidado en enfermería

A lo largo de los años, el arte del cuidado en la enfermería se ha connotado básicamente en el objeto de preservar la vida de una persona, y su mayor sobrevivencia que esta pueda tener. En tiempos prehistóricos estos cuidados estaban basado solamente en la alimentación, vivienda, protección, recreación confort y transporte que un individuo necesitaba, a medida que el tiempo ha ido transcurriendo estos cuidados han tomado un rumbo totalmente distinto, ya que se evidenciaron múltiples necesidades orgánicas que las personas presentaban, a las cuales no se les atendía de la mejor manera, por no ser primordiales dentro de los cuidados principales en la enfermería.

Esta primera connotación se dio paralelamente con la evolución humano, u los cambios que esta contribuyo en la humanidad, ya que se empezó a tener mucho más en cuenta las creencias religiosas, la cultura, la economía, los avances en curación y tratamiento de las enfermedades que para ese entonces existían.

En la época actual el cuidado en la enfermería ha recibió muchas influencias y aportes por múltiples filósofos, que desde su punto de vista abarcan tipologías de cuidado para cada individuo según sea su necesidad,

Al llegar a considerarse que el cuidado abarca todo el significado de trabajar con amor, manteniendo todas las bases científicas y técnicas de un enfermero, pero logrando potencializar el mayor bienestar, mantener la mejor calidad de vida, recuperar en lo mayor posible la salud o preparar a un individuo para la muerte, haciendo que esto ultimo sea de la mejor manera posible y con el menor sufrimiento para él.

Partiendo de esto, el filósofo alemán Heidegger, en su obra “El ser y tiempo” hace referencia a que el cuidado cura, o sorge, el cual guarda significado en alemán “Cuidar de” y “velar por” lo cual hacía referencia a cuidar cosas y cuidar de otros.

Así mismo el indicaba que esto guardaba relación con la inquietud, preocupación, alarma, y desvelo por si mismo, por asumir el destino de cada cual, como un interés existencial, y no intelectual.

La voluntad, el deseo, la inclinación y el impulso están de la mano con el cuidado, con base a esto, el enfermero (a) debe desarrollar su propia consciencia de si mismo como una persona profesional, para así poder tocar la consciencia de la persona a la cual cuida, con el objeto de incentivarla a mejorar su propósito sobre su cuidado.

Por otra parte, el filosofo Milton Mayeroff, en su obra, “el cuidado humano”, afirma que los valores morales están inmersos en el cuidado, es decir cuando se cuida de otra persona, se logra crecer como persona, quien cuida de otro, esta logrando autoderminarse tal cual, al lograr colocar en práctica cada uno de sus valores personales y profesionales para obtener una mejor experiencia y resultado en la acción de cuidar.

Una de las características fundamentales del cuidado es el origen de la vida, la dignidad de la misma que conlleva al respeto y a la búsqueda del bienestar del otro, es por ello que el cuidado humano se basa en ayudar a otro a crecer y creer en sí mismo.

Una de las actitudes importantes que debe tener un enfermero (a) para colocar en practica de manera adecuada el ejercicio de cuidado, es partiendo de ser amoroso consigo mismo y con los otros, es involucrarse de la manera más sutil con las situaciones de las personas a las que se está cuidando, es sentir la vivencia y hacer sentir cuidado al otro, para lograr que la calidad humana se mantenga,

En el siglo XIX, la atención y actividad se centró en el mejoramiento y el desarrollo de la enfermería hospitalaria para los enfermos pobres, tanto en los hospitales de voluntariado como en los de la ley de pobres. Estos desarrollos han atraído la atención generalizada de los historiadores, en consecuencia, la historia de la enfermería a menudo se asocia con la historia de la enfermería en el hospital general voluntario, mientras que otras ramas de la enfermería han recibido menos atención hasta las últimas décadas del siglo XX.

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