GESTIONAR LOS STAKEHOLDERS NO ES UNA OPCIÓN, SI UNA ACCIÓN.

GESTIONAR LOS STAKEHOLDERS NO ES UNA OPCIÓN, SI UNA ACCIÓN.

Hoy por hoy se observa cómo algunos grupos de interés están afectando el normal funcionamiento de los proyectos; por tanto, es importante que antes de empezar a implementar cualquier tipo de estos, se tenga en cuenta cuáles son aquellos Stakeholders que de una u otra forma pueden influir o verse influenciado por el desarrollo del mismo.

En este sentido se puede sustentar la siguiente afirmación: “el éxito o fracaso de una organización y sus proyectos es directamente proporcional al grado de satisfacción de sus Stakeholders”.

Para avanzar en este análisis es necesario precisar que los grupos de interés o Stakeholders se definen como aquel grupo de personas o entidades que consiguen interferir en el logro de los objetivos de la organización y que a su vez, pueden verse afectado por las acciones de la misma.  

No es posible que existan organizaciones sin personas; asimismo, es imposible gestionar un proyecto sin identificar aquellos grupos factibles de convertirse en un riesgo potencial para el mismo. Los Stakeholders no son más que aquellos grupos de interés que pueden ejercer un impacto positivo o negativo en los resultados de un proyecto; así mismo pueden identificarse como aquel grupo de personas que pueden percibir algún beneficio o impacto a lo largo del ciclo de vida de un proyecto, por ejemplo los proveedores, contratistas, comunidad, accionistas, clientes, gobierno, sindicatos, medio ambiente, consumidores, entre otros.

En este orden de ideas se puede argumentar que sin el apoyo de esos grupos conocidos con Stakeholders, las organizaciones  dejarían de existir, pues el apoyo permanente de estos es de vital importancia.

Todo lo anterior obliga a identificar los Stakeholders, caracterizarlos, medirlos y determinar su influencia. Esto con el propósito de proponer acciones o estrategias que permitan disminuir el impacto que estos grupos pueden ejercer en el proyecto y sus resultados. Entre otras cosas debemos conocer el nivel de poder y dinamismo de los mimos, ya que de esto depende el tamaño del problema que pueden generarnos y el trato más adecuado que se debe dar ante cualquier eventual situación de resistencia, o también para aprovecharlos si llegara a existir una afinidad (impacto positivo) con los objetivos planteados por la organización.

Una de las estrategias más exitosas para lograr lo anterior, consiste en controlar y gestionar los Stakeholders y su impacto en la dirección del proyecto; esto es importante porque a través de unos procesos relacionados con análisis y planificación, fortalecimiento de capacidades y procesos de relación; entre otros,  podremos actuar y controlar más de cerca y así suplir en el mayor grado posible sus necesidades y expectativas, y porque no, conseguir un apoyo involucrando esos grupos que inicialmente se puedan percibir como una amenaza.

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