Garantizar la disponibilidad de agua, su gestión sostenible y el saneamiento para todos, el aporte de Chile para lograrlo

Garantizar la disponibilidad de agua, su gestión sostenible y el saneamiento para todos, el aporte de Chile para lograrlo.

Por: Cristián Andrés Pérez Ramírez, Ing. Ambiental, USACH

Profesora: Eva Soto Acevedo

Introducción.

El acceso al agua potable, es esencial para la supervivencia de la vida humana y para asegurar una adecuada calidad de vida, recurso que hoy en día no es accesible para la totalidad de la población mundial, lo que conlleva enfermedades diversas y muertes asociadas. El tratamiento y saneamiento son factores relevantes a la hora de garantizar el acceso universal, y es relevante a la hora de analizar el porqué del déficit, lo cual se suma a otros factores como la explotación de los recursos para motivos de generación de energía eléctrica, agricultura o sequías. A partir de lo anterior, se propone como meta al año 2030 el garantizar revertir esta situación a lo largo del planeta, incluyendo a Chile, situación que se plantea en el presente documento, analizando las contribuciones del país para lograrlo, a corto, mediano y largo plazo, a partir de lo realizado y por realizar en relación al recurso hídrico, el cual ha sido positivo en comparación a otros países, cumpliendo en términos de calidad , saneamiento, acceso y evidenciando un mínimo porcentaje de muertes y enfermedades relacionadas a este preciado recurso, pero con la necesidad de asegurar su administración por parte del estado, para lograr gestionar los recursos hídricos de manera más eficiente, situación que se ve impedida por la creciente privatización de las distintas cuencas hídricas del país, y la necesidad de adaptar las políticas en relación al Cambio climático, el cual es el factor principal a la hora de analizar las amenazas para lograr este objetivo.

Desarrollo.

La población urbana de Chile que tiene acceso a agua potable equivale a un 99% del total, y la población con acceso a alcantarillados equivale a un 98%, datos que evidencian el buen panorama del país en comparación al resto del mundo, en el cual hay lugares con graves niveles de déficit, como Madagascar con un acceso por parte de la población a alcantarillado equivalente a un 15% o Perú con un acceso a agua potable de un 90%, situación que conlleva a enfermedades y muertes que en Chile prácticamente no se presentan, dada nuestra realidad Hídrica, por lo tanto en términos de Salud asociada al agua, Chile no posee problemas mayores, y esto es en parte gracias a la gestión realizada por el Ministerio de Salud y la normativa correspondiente, lo que permite según su cumplimiento las un escenario adecuado para el consumo de agua, al comprobar y asegurar las condiciones sanitarias bajo el estándar nacional, vigilar su correcto funcionamiento y asegurar además un servicio hídrico sin interrupciones. El servicio de agua potable y su correspondiente saneamiento y accesibilidad al recurso generan las condiciones necesarias para que la salud de la población sea la correcta, guiando el camino del país a un desarrollo social y económico, a partir de un nivel de bienestar adecuado, por lo tanto, el desempeño de las autoridades correspondientes al ámbito de la Salud en Chile, ha sido positivo asegurando las condiciones presentes.

En Chile el 73% del agua extraída a partir de las fuentes hídricas está destinada al riego, siendo sólo un 6% utilizada para el consumo humano, siendo en el porcentaje mayor, la agricultura un punto muy importante, tema en el cual los derechos del agua toman mucha importancia, el mercado de aguas en Chile ha ido en crecimiento, la privatización de los recursos es un factor relevante, en Chile distintas zonas se han declarado en escasez de agua, 108 comunas según el ministerio de Agricultura están en peligro agrícola, lo cual sucede debido a que la demanda hídrica supera la oferta, y en este punto la explotación de recursos por parte de privados es gran responsable, por lo tanto la privatización del agua en los últimos 30 años no ha favorecido correctamente al desarrollo agrícola, es necesario mencionar el código de aguas actual, según el cual el estado no se hace responsable de la administración de los recursos hídricos a lo largo de las 101 cuencas hidrográficas del país, lo cual no favorece la adecuada gestión de las fuentes de agua y por lo tanto es necesaria una reforma que proporcione al estado el poder que se requiere en esta situación para poder administrar de manera eficiente la correcta distribución del recurso, limitando el uso en determinados sectores y favoreciendo a las comunidades y al desarrollo agrícola. En este apartado Chile está en deuda, hasta el momento no se han visualizado los reales efectos de esta situación, ya que la situación actual no es crítica, pero a corto y mediano plazo el escenario girará hacia una perspectiva negativa, dadas las condiciones climáticas que se proyectan en ésta zona del planeta, por lo tanto a partir de la reforma en el código de agua, el ministerio de Agricultura tendrá la potestad necesaria para disminuir el peligro agrícola que se está haciendo presente en determinadas zonas del país, lo cual va de la mano con una inadecuada gestión hídrica, dado el poder de privados sobre este preciado recurso y así poder cumplir con el objetivo de desarrollo sostenible analizado en las presentes páginas.

Por otro lado, el uso del agua para la producción de energía eléctrica es una de las principales fuentes de abastecimiento energético en Chile, dadas las condiciones del país y los numerosos ríos asociados a las diversas cuencas hídricas. La hidroelectricidad es una fuente limpia, al no emitir contaminantes al aire, en comparación a otras fuentes, como lo es la energía termoeléctrica, de gran demanda en el país, entre otras que involucran la quema de combustibles fósiles. Existen dos tipos de centrales Hidroeléctricas, de embalse y de pasada, las cuales hasta el momento han sido fuertemente fomentadas por el Ministerio de energía, dado su carácter limpio y renovable, pero además controversial, ya que existe un impacto en los cursos hídricos y la naturaleza, como afectados principales, lo cual trae consigo el descontento de las comunidades adyacentes, como lo sucedido con el proyecto hidroeléctrico Alto Maipo, central de paso, que a partir de la interrupción del curso del río Maipo en un tramo determinado y una disminución del caudal al ser devuelto posterior a su utilización y su correspondiente impacto en las comunidades y la población del gran Santiago ha generado diversas movilizaciones sociales en su contra, debido a lo cual el Ministerio de Energía ha impulsado proyectos de generación de energías renovables como parques eólicos o solares como alternativas reales al uso del agua.  

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