Grandes aportaciones a la inmunología

            GRANDES APORTACIONES A LA INMUNOLOGÍA

ROBERT KOCH Y LA TUBERCULOSIS[pic 1]

Esta enfermedad es causada por la infección con Mycobacterium tuberculosis, bacilo descubierto por Robert Koch en 1882, por lo cual obtuvo el premio Nobel en 1905.

Mediante estudios sobre la etiología de la tuberculosis, había sepultado la teoría espontánea de la vida o abiogénesis, según la cual los seres vivientes aparecían de repente en la materia orgánica. En cambio, había demostrado experimentalmente que la tuberculosis era una enfermedad infecciosa y bacteriana al igual que el ántrax. Después de perfeccionar la técnica bacteriológica en cuanto a los medios de cultivo e inoculación, proclamó, el 24 de marzo de 1882, ante la Sociedad de Fisiología de Berlín, que pudo llegar a esta conclusión gracias a un protocolo experimental que de ahora en adelante se iba a denominar “los postulados de Koch”, los cuales son los siguientes:

• El patógeno debe estar presente en la lesión 
• El patógeno debe ser aislado en cultivo puro 
• El patógeno debe causar una enfermedad similar en animales de experimentación

PAUL EHRLICH Y ELIE METCHNIKOFF [pic 2]

Metchnikoff fue quien descubrió y describió el fenómeno de la fagocitosis y en función de ello ha sido considerado como el “padre de la inmunidad celular”. Consideraba que las bacterias intestinales generaban una autointoxicación que envenenaba nuestro organismo y que la acidificación del mismo a través de los bacilos ácidos que contienen los yogures podría contribuir a mantener la salud y a prolongar la vida.[pic 3]

Su descubrimiento del fenómeno de la fagocitosis, y a raíz de ello de la doctrina de la inmunidad celular, constituyó el motivo esencial para recibir el Nobel. Sus primeras publicaciones en este terreno datan de 1883. Comprobó que si introducía espinas de rosal en larvas de estrellas de mar tenía lugar una acumulación de diversas células móviles «como los amebocitos» en torno a estos cuerpos extraños. Intuyó que se trataba de unas células que actuarían como agentes de defensa contra el intruso. A partir de ahí describe la fagocitosis, palabra introducida por él mismo, y profundiza de manera obsesiva en el papel que desempeña este fenómeno en el mantenimiento de la salud.

Desde su perspectiva la esencia de la inflamación consiste en la reacción de las células móviles, mientras que el papel de los sistemas vascular y nervioso solo reviste un significado secundario. Considerado en su expresión más simple el fenómeno inflamatorio no es sino una mera reacción de las células mesodérmicas frente a un agente externo. Piensa que en el hombre los microbios son habitualmente la causa de la inflamación. Por consiguiente, será contra estos intrusos donde debe establecerse el combate de las células móviles mesodérmicas. La acción de estas células se centraría en destruir los microbios digiriéndolos, lo que llevaría a la curación. Basándonos en ello, la inflamación sería la expresión de una reacción defensiva y curativa del organismo, y los síntomas mórbidos que la acompañan constituirían la expresión de la lucha entre las células mesodérmicas y los microbios. Metchnikoff nos indica que el concepto fundamental estriba en que cuando un proceso mórbido genera trastornos en el organismo o cuando este es invadido por microbios, los leucocitos acuden en su ayuda, atacan y engloban a los invasores o bien les destruyen por presión directa.

Hablando de Paul, que recibió también el premio nobel junto con Elie, Entre los logros de Ehrlich se encuentran sus descripciones del mastocito de tejido y, en algún momento más adelante, el basófilo de sangre. El trabajo posterior de sus estudiantes y otros verificó la solidez de los estudios de Ehrlich, pero la función biológica de los mastocitos siguió siendo un enigma durante un período en el que se hicieron avances en inmunidad, a lo que Ehrlich contribuyó mucho y transmisores fisiológicos como la histamina. Estos avances establecieron el contexto para los estudios en la década de 1950 que culminaron en los descubrimientos de que el mastocito era el mayor depósito de histamina y participaba en las enfermedades alérgicas inflamatorias.

Ehrlich discutió las propiedades químicas e histológicas de los tintes de anilina básicos y luego dedicó un capítulo a la aplicación histológica de estos tintes en los tejidos humanos. Describió las células positivas a la anilina en los tejidos conectivos, a los que denominó "Mastzellen" en la creencia de que tenían una función nutricional debido a sus gránulos. La palabra alemana "mástil" denota una función de "engorde" o "lactancia". También señaló que, aunque los mastocitos se localizaban alrededor de los vasos sanguíneos en los tejidos conectivos, no formaban parte del sistema perivascular y podían distinguirse de un grupo heterogéneo de células denominado "Plasmazellen" por Waldemeyer. En particular, los gránulos de mastocitos contenían una sustancia indefinida que reaccionó metacromáticamente con tintes de anilina. Hizo hincapié en que la identificación debe basarse en la reactividad metacromática de los mastocitos y no solo en su apariencia morfológica, un concepto novedoso en ese momento. Ehrlich aplicó sus técnicas de tinción a las células sanguíneas y sentó las bases de la hematología al describir la afinidad de varios leucocitos por los colorantes específicos.

CHARLES RICHET[pic 4]

En 1913 el francés Charles Richet inventó la palabra “Anafilaxia”, para designar la sensibilidad desarrollada por un organismo después de recibir la inyección de una sustancia proteica extraña; lo que permitió fundamentar científicamente las bases de los mecanismos de la alergia.

La inducción experimental de hipersensibilidad en perro inmunizados con veneno de un invertebrado (medusa mediterránea) mientras intentaba conferir prevención contra su picadura. Los perros fueron sensibles al veneno e inesperadamente tuvieron una reacción fatal a dosis previas no letales del veneno. Para describir este fenómeno, Richet propuso el término anafilaxia, que deriva de la palabra griega a- (sin) y filaxis (inmunidad, protección), que significa sin protección. Es una reacción alérgica sistémica potencialmente mortal, a menudo de inicio fulminante, con síntomas que oscilan desde un exantema leve hasta una obstrucción de la vía respiratoria superior, con o sin colapso vascular. La anafilaxia sistémica es la manifestación más severa e importante de los padecimientos alérgicos.

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