HUMEDAL SANTA MARIA DEL LAGO. BOGOTA

1. RESUMEN

La historia del humedal Santa María del Lago ya hace varios años el humedal estaba rodeado de fincas y pequeñas casas. Este era un gran espacio natural, con un espejo de agua bastante amplio, donde no había vegetación flotante, y estaba claramente delineado. Había bastante cantidad de árboles y arbustos a su alrededor lo que hacía un paisaje lleno de vida. Acogía a muchos animales, desde pequeños insectos hasta algunos reptiles y curíes.

En esta época se empezó a comercializar como un bien material. El humedal se traspaso de persona a persona y se dividió su propiedad por hectáreas lo que facilito su próxima reducción.

Las fincas circundantes se prestaron para formar urbanizaciones en la necesidad de acoger ciudadanos de una ciudad en crecimiento.

La reducción del humedal empezó el montaje de un taller para trolebuses (sistema de transporte municipal). Luego con la creación de la Avenida Medellín (Calle 80) y la avenida Boyacá, el espejo de agua fue dividido. En esta época el humedal comprendía los barrios que hoy se conocen como la granja, Santa María del Lago, El Tabora, Minuto de Dios, Bonanza. Con la separación del humedal, una parte de este se redujo drásticamente debido a que no se conservo su conexión con sus afluentes. Finalmente se urbanizo gran parte de esta.

Del restante del humedal se siguió urbanizando parte de este a tal punto que quedo reducido a menos de 10 hectáreas. Para la época era posible visitar el humedal pero el paisaje no era agradable, ya que estaba acompañado de aguas turbias, basuras, maleza y mucho desorden.

Solo fue hasta los 90’s que se empezó a tomar conciencia por parte del distrito, y declaro el territorio como bien común de la ciudad, y adopto planes de restauración y protección del parque humedal.

Actualmente esta cerrado por mallas, su entrada es controlada, no es permitido su contaminación ni erradicación, existen planes de conservación y preservación. La entrada al publico es libre y brinda caminos, espacios comunes, y enseñanza didáctica que invita a las personas a valorar, respetar y cuidar el humedal.

Desafortunadamente al reducir el espacio del espejo de agua, la vegetación migro hacia el agua, con plantas flotantes y juncos, lo cual hace que sea mas difícil la vida acuática, por lo que se tiene que hacer una limpieza periódica; esta vegetación acuática también produce que actualmente halla un 5% anual de sedimentación con respecto al total de agua, lo que hace que se reduzca poco a poco la profundidad del humedal.

Estado actual:

Actualmente se adelanta la adecuación paisajística y la restauración ecológica del parque "Humedal Santa María del Lago", que incluye la erradicación de escombros y la construcción de miradores, senderos peatonales, ciclo-ruta y andenes. El proyecto incluye la revegetalización con especies adecuadas para el ecosistema.

2. PROBLEMÁTICA AMBIENTAL DEL HUMEDAL:

El Santa María da la impresión de ser un parque cómo cualquiera de los cinco mil que tiene el distrito capital, con senderos para correr, verdes prados para practicar yoga, bancas para descansar y contemplar el generoso lago o alimentar a los simpáticos “patos”. Pero esas actividades niegan la vocación y valor ambiental del ecosistema, evitan la apropiación y dan lugar a una educación ambiental errada.

Un cambio de mentalidad implica ver al humedal y no al parque, valorarlo como un refugio de especies endémicas y migratorias, alguna de ellas en peligro de extinción, entenderlo como un espacio para la conservación, la investigación y la contemplación, valorarlo como un elemento esencial en el ciclo del agua, parte de la estructura ambiental de la ciudad, entender que el espacio implica la limitación de actividades de recreación que lo pongan en riesgo, y es que los senderos y plazoletas en adoquín, el mantenimiento que evita la acumulación de hojas bajo los árboles revirtiendo el ciclo natural, la alta carga de visitantes que el ecosistema soporta, el corte y mantenimiento de vegetación en el borde del lago para favorecer la vista panorámica, han hecho que Santa María del Lago tienda a ser más un parque que un humedal, a pesar de las inigualables condiciones, como el cerramiento y la buena calidad del agua, que favorecería su recuperación y consolidación. No es casual que este humedal es uno de los que presenta la menor biodiversidad de los humedales bogotanos. Su ave ícono es la tingua pico amarillo o focha, que si bien es un indicador de buena calidad del agua, su territorialidad habla que la restauración privilegió a una única especie al generar un espejo de agua de importante proporción pero que desconoció las condiciones para que otras especies encontraran refugio. Para completar la desdicha, la gente desconoce de qué ave se trata e intenta cambiar sus hábitos silvestres con conductas lesivas como el suministro de golosinas.

El gran problema de este humedal es precisamente eso, perdió su imagen de humedal y al observar es mejor visto como un parque, además de la perturbación de la fauna por ruido, en el humedal existían más de 100 especies de aves que han tenido que emigrar por su afectación y en general la actividad antrópica al existir senderos peatonales en el humedal; En estos humedales llamados parques no se pueden realizar estas actividades debido

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