¿Hasta qué punto podemos conocer la verdad de un suceso confiando solo en la memoria?

¿Hasta qué punto podemos conocer la verdad de un suceso confiando solo en la memoria?

“Naturalmente creemos que nuestra memoria es una mecanismo lo suficiente mente confiable para archivar información y sucesos de nuestra vida, y aunque muchas veces no recordemos fracciones de estos sucesos, podremos tener una idea que nos dejara reconstruir de nuevo ese recuerdo. Sin embargo, este proceso muchas veces nos puede generar partes de fantasía, que realmente nunca sucedieron. Desde mi punto de vista, lo dicho anteriormente es completamente correcto, es muy difícil poder confiar en la memoria, ya que esta muchas veces nos juega sucio, generando recuerdos falso que fueron afectados por diferentes factores y que pueden llegar a distorsionar el recuerdo, pero aun así lo seguimos creyendo verdadero, mas sin embargo, no significa que partes de estos recuerdos no sean verdaderos, simplemente fracciones que fueron olvidadas, fueron remplazadas por diferentes causas. En el siguiente ensayo hablaremos acerca de los factores que distorsionan a los recuerdos, así como también cuanta verdad tienen estos. Se darán ejemplos y argumentos para basarnos, para que al concluir, pueda dar mi opinión acerca de este confuso pero interesante tema. Como sabemos la memoria es una forma de conocimiento y considero que para este ensayo, el área de conocimiento que más se relaciona con este tema, es el de ciencias humanas, por el simple hecho de que los recuerdos son propios de cada ser humanos y cada uno lo modifica a la manera en la que este lo percibió, haciendo difícil confiar solamente en la memoria como prueba de eso fue lo que exactamente paso”.

Enrique M. (2013) “Lo cierto es que el mundo que percibimos y recordamos no es sino la reconstrucción que realiza nuestro cerebro en base a la información que recibe, por lo tanto nuestro cerebro no almacena y recupera los recuerdos intactos sino que los fabrica al guardarlos y los reconstruye al rememorarlos”. “Cuando algo ocurre hace mucho tiempo, muchas veces nuestro cerebro se encarga de hacerle modificaciones a este suceso. De igual forma, se olvida de detalles, que forman parte importante de ese suceso, modificando la percepción de este. Ahora, también hay veces, en la que la memoria relaciona sucesos en el presente y los inserta en recuerdos del pasado, creando un recuerdo falso y modificándolo. La acumulación y combinación de estos diferentes factores puede general incluso un nuevo recuerdo, que sea muy diferente al original. También, algunos de los recuerdo, se ven afectados por los sentimientos en ese entonces, esto nos pasa muchas veces cuando escuchamos una canción que nos gusta mucho, pero por una vez que la hallamos escuchado cuando estamos tristes, inmediatamente ese fanatismo y esos recuerdos cuando cantábamos esa canción, se ven remplazados por tristeza. De igual, nuestros recuerdos se ven afectados por la manera en la que a nosotros nos hubiera gustado que hubieran pasado, es decir, nos creamos esa idea de que hubiera estado genial que cierto suceso hubiera pasado de cierta forma, que en nuestra mente ya nos lo imaginamos así, que llega el punto en el que ya se vuelve realidad en nuestra mente.” Según Fernando M. (2012) “Es el sistema cognitivo más falso que tenemos. Para empezar, no almacenamos la información tal y como la vivimos, primero la pasamos por un filtro de información emocional, comparando lo que conocíamos con lo nuevo, lo que nos lleva a distorsionar el evento en el mismo momento en el que lo estamos viviendo.” Pero ojo, esto no significa que estemos siendo mentirosos o estemos locos, si no al contrario, es una proceso por el cual el cerebro pasa y puede afectar nuestra realidad. Además, la memoria se adapta y moldea para ajustarse al mundo y al tiempo en el que vivimos, y en efecto crea recuerdos falsos.

“Incluso hay veces en las que las personas no están completamente seguras de lo que paso y simplemente lo suponen, utilizando creencias, recuerdos anteriores o incluso fantasías o sueños. La gente puede crear sus propias imágenes mentales sobre el pasado, y en efecto estas se reflejan en experiencias reales. Y es que el problema de la memoria no es que olvidemos las cosas, por que eso eventualmente es lo que va a pasar, el verdadero problema es que el cerebro reconstruye esos momentos, haciéndonos creer que fue lo que realmente sucedió. De igual forma, la distracción juega un papel muy importante en la fiabilidad de la memoria, ya que por estar concentrados en otros asuntos, perdemos detalles de aquel suceso, haciéndolo difícil de recordar y llevándonos otra vez a la sugestión y creación de recuerdos falsos”. Según D. Schacter “Los fallos de la memoria no son de ciencias biológicas, sino más bien un instrumento de supervivencia. De hecho, olvidar es tan importante como recordar. Nuestra memoria padece cuando estamos estresados. Los retos, la novedad y crear entornos estimulantes pueden rejuvenecer nuestra memoria”.

“”Para finalizar, tomando en cuenta todos los factores que pueden llegar a afectar la manera en la que recordamos sucesos, puedo decir, que la memoria no es tan confiable como uno cree, porque, como se explico anteriormente, hay factores como la reconstrucción de recuerdos, que nos hacen imaginar cosas que posiblemente nunca pasaron, aunque esto no significa que no se pueda confiar del todo en nuestra memoria, ya que hay estudios que dicen que hay fracciones de nuestros recuerdos que si son reales, mas sin embargo, como cualquier otro recuerdo se ven afectados. Por eso es importante tratar de darle el beneficio de la duda a lo que nosotros recordamos, ya que nunca sabemos cuando nuestra memoria y nuestro cerebro nos están jugando chueco, y en casos importante, el decir la verdad es de suma importancia. Pero vuelvo a repetir, esto no significa que nuestra memoria no sea merecedora de nuestra confianza. Parece ser que funciona Parece ser que funciona lo suficientemente bien para permitir que nos desenvolvamos en el día a día. Lo que sí es importante es conocer sus limitaciones y asegurarse de que en las situaciones importantes dispongamos de otras fuentes de información más sólidas y confiables.”

“Doy por supuesto que los recuerdos que tuve, especialmente los que fueron vívidos, concretos y circunstanciales, eran esencialmente válidos y fiables. Y para mí fue traumático descubrir que algunos no lo eran.” - Eduardo Punset

...