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Hematologia Forense

huevitos21 de Agosto de 2013

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Unidad IV. Recolección y embalaje de muestras de sangre

Introducción

El rastro es la materia orgánica e inorgánica abandonada voluntaria o involuntariamente por un individuo, pudiendo ser un perro, un loro, un niño, filamentos capilares, huellas dactilares, saliva, tierra, polvo, sangre, cemento, pollo, grasa, etc., es decir, todo cuanto usamos o tocamos, en el que hacer de vivir. Por lo que, siendo así, por interpretación, puede afirmarse que en un sitio donde se ha cometido un hecho criminal, siempre se conseguirán muchas huellas, en el sentido amplio de la criminalística, en los objetos del lugar, dejados muchas veces por personas con la cualidad de cónyuge, amigo, vecino o familiar de la victima y no necesariamente constituye prueba que los incrimine con el hecho que se averigua. En tanto que, la evidencia es la materia orgánica o inorgánica abandonada involuntariamente por el autor de un hecho punible que lo incrimina, es decir, de aquellos elementos que de haber sabido que lo dejaba, no lo habría abandonado. Luego la evidencia encierra una culpa, una obligación de resarcir, que la vincula con la persona que la abandona, por lo que, encierra un carácter incriminatorio que lo ata con su victima. Definitivamente la evidencia es la razón de ser de la criminalística, y sin ella la aprehensión del agresor criminal sería casi inexistente.

El científico criminalista trabaja con pruebas materiales desempeñando una función esencial en el descubrimiento y solución del delito. Los conocimientos científicos, el adiestramiento y la experiencia deberán ser proporcionales a las exigencias que las pruebas traen consigo y con el desarrollo de la época actual.

Dada la evolución científica de la investigación criminal, debe darse mayor atención al lugar del hecho o del hallazgo para localizar, recuperar y documentar evidencias que, posteriormente serán examinadas por peritos en los laboratorios forenses, ya que la habilidad del laboratorista para proporcionar interpretaciones científicas depende en gran medida de un trabajo eficiente del equipo investigador de campo, el cual tiene que estar bien adiestrado, coordinado y debidamente provisto de los implementos y utensilios necesarios para una recolección adecuada de las evidencias.

4.1. Sangre líquida

Se levanta por inhibición en un papel filtro o mediante el uso de pipetas (esto solo si la cantidad lo permite); no es necesario que se encuentren esterilizadas, aunque existirán pruebas de identificación presuntivas que pueden verse enmascaradas por la presencia de bacterias u otros contaminantes. Las muestra así recolectadas se embalan en tubos de ensaye de vidrio de 5 ml (o bien según sea la cantidad de sangre recolectada), se etiquetan, indicando el sitio de su recolección.

4. 2. Sangre coagulada

En la sangre coagulada podrán observarse dos fases: una sólida de color rojo y otra líquida de color amarillento; esto dependiendo del tiempo transcurrido desde que la sangre abandona el cuerpo, por lo cual proporciona información para establecer el tiempo de deceso de alguna persona. La fase sólida se recoge con agitadores romos de vidrio y se colectan en tubos de ensaye de 5 ml los cuales deberán estar previamente etiquetados.

Dependiendo del grado de coagulación, se procederá a recoger la muestra con pipetas y depositarlas en tubos de ensaye con anticoagulante (sobre todo si es para DNA.

4. 3. Sangre seca

La sangre seca puede formar una mancha o una costra, esto dependiendo del soporte donde se encuentre sustentada. Si la superficie es absorbente y se forma una mancha, se procede a cortar una parte representativa de ese soporte, teniendo cuidado de que escoger aquella que se observe “limpia” como producto de una sola proyección; la anterior debido a que puede haber sangre perteneciente a más de una persona; el fragmento de soporte absorbente se embala con la misma técnica que se utiliza en manchas en tela. Si la sangre se encuentra seca formando una costra, éstas se desprenden de su soporte a través de espátulas, con lo cual se obtienen lajas las cuales podrán embalarse en tubos de ensaye, cajas Petri o incluso bolsas de papel debidamente etiquetadas. Dependiendo de la cantidad de posible sangre, puede ser incluso necesario hacer un raspado, por lo cual también deberán obtenerse muestras del soporte sobre el cual ésta se encontró (tomar la muestra de los alrededores que no se impregnaron con la sangre), a fin de realizar posteriormente un análisis comparativo que indicará que efectivamente la muestra se tomó del lugar indicado.

Procedimiento para levantamiento de una mancha seca

• Levantar con un hisopo embebido en solución salina isotónica (conc. 0.85% P/V de NaCl); esto evita que las posibles células se rompan.

• Los hisopos humedecidos se embalan individualmente en tubos de ensaye adecuados, los cuales se etiquetan indicando el lugar y fecha de la recolección

Manchas hemáticas

La mancha de sangre son los restos de sustancias sanguíneas dejadas sobre superficie absorbente, tales como fibras textiles de algodón y lana. La costra de sangre son restos de sustancias sanguíneas dejadas sobre superficie no absorbente. Esta diferenciación es inminentemente criminalístico. Razón por la que su correcto manejo por parte del investigador criminalístico, o por quien está llamado a intervenir en la cadena de custodia, es de suma importancia. Su colección varía de acuerdo si la sangre está fresca o si está seca.

4. 4. Manchas hemáticas sobre tela

Si la posible sangre hallada sobre una camisa está fresca, ésta deberá colectarse en una bolsa de papel airada y no en una bolsa de plástico, para evitar que sude y de resultados erróneos en el laboratorio.

Procedimiento para una prenda de vestir o tela:

• Tratar de recogerla, sólo si es fresca. (Si no es fresca, debe extenderse la prenda para que se seque)

• Una vez seca, se dobla, colocando entre cada doblez un cartón o madera (esto es para evitar que la mancha pase de una zona de la prenda a otra).

• Colocar en una bolsa de papel y etiquetar. (ningún indicio biológico se coloca en bolsas de material sintético, pues esto ayuda a la proliferación de microorganismos y a la probable putrefacción).

• Una vez en el laboratorio, cortar un fragmento de la prenda (elegir una zona donde se concentre la mayor cantidad de muestra, siendo recomendable elegir más de un sitio).

4. 5. Manchas hemáticas sobre vegetales.

Dependiendo del tipo de vegetal (verdes con alto contenido de hierro; cítricos con alto contenido de ácido ascórbico, etc.), así como del estado físico en el cual se encuentre la posible muestra hemática (líquida, sólida), se procederá a realizar el levantamiento de la misma; recordando que las etiquetas correspondientes deben hacer alusión al tipo de vegetales sobre el cual se halló la muestra. La técnica para el levantamiento de sangre líquida es la que se aplica.

Es importante mencionar que algunos extractos vegetales dan una reacción positiva a la pruebas de fenolftaleína y bencidina.

4. 6. Manchas hemáticas sobre tierra y arena

La muestra debe ser representativa y suficiente, pues una muestra en este tipo de soporte se ve afectada por la presencia de bacterias, las cuales también son capaces de desdoblar el peroxido de hidrógeno.

La muestra se recoge a través de pipetas o jeringa con anticoagulante (es importante este punto cuando se usan agujas).

En este tipo de muestras es recomendable usar la técnica de espectroscopia.

4. 7. Manchas hemáticas sobre el cuerpo de la victima

Este tipo de manchas, debe buscarse por medio de raspado debajo de las uñas de las manos, en cabello y pliegues corporales. Las muestras se toman con un hisopo embebido en solución salina de manera individual, es decir un hisopo para cada zona de cuerpo donde se halla localizado una mancha.

Unidad VI. Métodos y técnicas para el diagnóstico de presencia de sangre humana

Introducción.

La sangre se divide de manera general en dos tipos de componentes: a) sólidos (de color rojo) que comprenden células o fragmentos celulares, siendo éstos los eritrocitos, leucocitos y plaquetas (aproximadamente ocupan un 45% del volumen total y los elementos celulares principales son los eritrocitos); y b) líquidos o propiamente el plasma (de color amarillo) que se compone de agua, sales minerales, glucosa, proteínas (como albúminas y globulinas), algunos lípidos como el colesterol y algunas hormonas.

Los eritrocitos son los elementos formes más abundantes en la sangre, contienen el pigmento hemoglobina, que puede combinarse fácilmente en forma reversible con el oxígeno (formando la oxihemoglobina) y así ser transportado a todo el organismo. En su interior se encuentran presentes enzimas como lo es la peroxidasa, la cual tiene la propiedad de catalizar o favorecer ciertas reacciones de oxido-reducción. En su membrana celular se encuentra un variedad de receptores o antígenos, siendo los más comunes los del sistema AB0.

El plasma es una mezcla compleja de proteínas, aminoácidos, hidratos de carbono, lípidos, sales, hormonas, enzimas, anticuerpos y gases en disolución. Es ligeramente alcalino, con un pH de 7.4. Los principales componentes son el agua (del 90 al 92 por ciento) y las proteínas (7 al 8 por ciento). El plasma contiene varias clases de proteínas, cada una con sus funciones y propiedades específicas: fibrinógeno, globulinas alfa, beta y gama, albúminas y lipoproteínas. El fibrinógeno es una de las proteínas destiladas al proceso

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