Hipnosis y PNL
Enviado por juanheyn • 22 de Julio de 2013 • Tesis • 1.460 Palabras (6 Páginas) • 306 Visitas
Hipnosis y PNL
La hipnosis se ha practicado durante siglos bajo distintos nombres. Desde los egipcios, sumerios, caldeos, aztecas y mayas, hasta el día de hoy se sigue practicando la hipnosis con excelentes resultados. En tiempos pasados los practicantes de hipnosis se les llamaban “brujos”, “curanderos”, “magos”, “chamanes”, etc. La gente acudía a ellos por sus poderes especiales y por los conocidos resultados que circulaban de boca en boca.
Existen muchos mitos y engaños sobre lo que es en verdad la hipnosis, sobre su significado y su potencial. Todavía hay muchas personas que le temen a esta técnica porque creen que puede ser peligrosa para la salud. Esto es totalmente falso pues es una de las técnicas más efectivas para lograr mejoría en la salud a corto plazo.
Otras personas creen que sólo los débiles de mente logran estados de trance. Al contrario, se necesita concentración, apertura y voluntad para lograr un buen estado de trance. Es difícil trabajar con bebés, niños y personas con problemas de atención.
Hay personas que temen participar en esta práctica porque creen que perderán el control sobre sí mismas. Al perder el control sobre sí mismas temen hacer cosas en contra de su voluntad. Esto también es falso, la parte inconsciente de nuestra mente no permitirá que hagas nada que esté en contra de tus valores y principios. Hay presentadores que hacen un show de sus habilidades para poner a personas en estado de trance y logra que sus sujetos hagan cosas graciosas, para el público por supuesto, como decirle a la persona que se va a comer una rica manzana, cuando tiene una cebolla en la mano y se la come; o le dice a la persona que se ponga a cantar como un gallo. Desde el punto de vista de Programación Neurolingüística, este tipo de ejercicios en público van contra la ecología (ver artículo Ecología y la PNL) pues simplemente ponen al sujeto en ridículo frente al público y no tienen otro fin más que se luzca el presentador sin ningún beneficio para el sujeto.
También existe la creencia de que la persona en trance puede quedarse allí y no despertar. Hay personas que pueden caer en un trance profundo, y de ese estado pueden pasar al sueño fisiológico, pero en ningún momento nadie se ha quedado en el estado hipnótico. En ocasiones con pacientes a los cuales se les ayuda con estados de trance para algún problema de salud, tardan en abrir los ojos y situarse en el aquí y el ahora porque es muy placentero el estado de trance y quieren quedarse más tiempo.
Hipnosis o estados de trance, son los diferentes nombres para esta técnica, y tenemos, afortunadamente, hoy en día mucha más difusión e información sobre el tema. Las grandes controversias del pasado se van aclarando y día a día se le va atribuyendo más valores a la práctica de la hipnosis.
Se ha considerado el hipnotismo un campo extraño y misterioso cuando en verdad todos practicamos los estados de trance a diario. Es algo natural de la mente y es también como mejor aprendemos. Constantemente estamos en estados alterados de conciencia y algunos ejemplos son: cuando vemos la televisión, cuando nos concentramos en algún juego, cuando soñamos despiertos, fantaseamos, cuando vamos conduciendo a un lugar de rutina, podemos tener la mente en otro lado y luego nos sorprendemos de cómo llegamos; estuvimos en “automático” con nuestra fisiología y en trance con nuestra mente. Los niños son expertos para meterse en estados de trance, sobre todo cuando ven la televisión, no escuchan la voz de la madre, cuando les cuentas un cuento, están completamente inmersos en el contenido y se olvidan del mundo externo, eso es estar en estado de trance. Los niños permanecen en trance 50 por ciento de sus horas de vigilia, por eso son capaces de almacenar grandes cantidades de información. Por eso es tan importante inculcarles buenos hábitos pues estos se quedan impresos en su inconsciente por el resto de sus vidas.
Cuando logramos un buen estado de trance decimos que se están produciendo ondas Zeta en nuestro cerebro y estas ondas son las que a diario experimentamos cuando estamos a punto de pasar a las ondas Delta que son las del sueño profundo. Cuando estamos alerta, estamos produciendo ondas Beta y Alfa, que son las que experimentamos en la meditación. Hay personas a las que les es muy fácil llegar a experimentar por un buen lapso de tiempo las ondas Zeta y hay otras que les cuesta más trabajo mantener estas
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