Histologia digestiva

Glándula salival

Las glándulas salivales están rodeadas por una cápsula de tejido conjuntivo de densidad moderada, de la cual parten tabiques que dividen las porciones secretoras de la glándula en lóbulos y lobulillos.

El tabique contiene los vasos de mayor calibre y los conductos excretores.
La unidad básica de secreción de las glándulas salivales, la sialona, consiste en el adenómero llamado ácino, el conducto intercalar y el conducto excretor.

El ácino es la unidad de secreción de las glándulas salivales. Contienen células serosas (secretoras de proteínas), mucosas (secretoras de mucinas) o ambas.

Ácino seroso: contiene sólo células serosas y, en general, son esferoidales.

Ácino mucoso: Contiene sólo células mucosas y suelen ser más tubulares.

Ácino mixto: contienen tanto células serosas como células mucosas. Reciben el nombre de semilunas serosas.

Células serosas: Tienen una forma piramidal, con una superficie basal amplia que está en contacto con la lámina basal y una superficie apical reducida que da hacia la luz de los ácinos. Almacenan sus secreciones en gránulos de cimógeno.

Células mioepiteliales: son células contráctiles que abrazan la región basal de las células secretoras del ácino. Son fundamentales para impulsar productos de secreción hacia el conducto excretor. En los cortes, la célula con frecuencia aparece como una pequeña silueta redondeada cerca de la membrana basal.

Conductos

Conducto intercalar: parte del ácino. Están revestidos por epitelio simple cúbico que no suele poseer ninguna característica distintiva indicadora de una función que no sea la de conducir la secreción. Poseen actividad anhidrasa carbónica. Están ubicados entre un ácino y un conducto de mayor calibre.
Conducto estriado: tiene estriaciones que corresponden a repliegues de la membrana plasmática basal de las células cilíndricas del epitelio que forma el conducto. Están revestidos por epitelio simple cúbico que se convierte en cilíndrico conforme se aproxima al conducto excretor. Este conducto está ubicado en el parénquima de las glándulas, pero pueden estar rodeados por una pequeña cantidad de tejido conjuntivo en la que los vasos sanguíneos y los nervios están orientados en sentido paralelo al eje longitudinal del conducto.
Conducto excretor: Son los conductores mayores que desembocan en la cavidad bucal. Transcurren en el tejido conjuntivo interlobulillar e interlobular. Su epitelio es simple cúbico. Cambia de forma gradual a seudoestratificado cilíndrico o estratificado cúbico.

Hígado

Su función principal es la secreción de bilis

Lobulillo clásico. Está compuesto por pilas de cordones anastomosadas de hepatocitos, de una sola célula de espesor, separadas por el sistema interconectado de sinusoides que irriga las células con una mezcla de sangre portal (venosa) y arterial. Cada lobulillo mide alrededor de 2mm X 0,7 mm. En el centro del lobulillo se encuentra una vénula relativamente grande. La vénula hepática terminal, en la cual desembocan los sinusoides. En los ángulos del hexágono se encuentran las áreas portales (conductos portales), que consisten en tejido conjuntivo laxo del estroma caracterizado por la presencia de las tríadas portales.

Entre el tejido conjuntivo del estroma y los hepatocitos existe un pequeño espacio llamado espacio periportal (de mall). Se cree que este espacio es uno de los sitios donde se origina la linfa en el hígado.

El ácino hepático es la unidad estructural que proporciona la mejor correlación entre la perfusión sanguínea, la actividad metabólica y la patología hepática. Tiene forma romboidal y es la unidad funcional más pequeña del parénquima hepático.

Los sinusoides hepáticos están revestidos con un endotelio discontinuo delgado. Presenta una lámina basal discontinua.

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