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Vivencias de sujetos que participan de las Barras Bravas de Equipos de Fútbol de Chile

Investigación en Psicología II

Docente: Ps. Carolina Aspillaga

Ayudante: Macarena Abumohor

Alumnos

Pedro Cruz

Rodrigo Gajardo

Juan Carlos Ramírez

02 de Octubre de 2015, Santiago de Chile

Formulación del Problema

Para efectos de la presente investigación, se entenderá violencia como un problema psicosocial: en un estudio en La Pintana se entrevistó a variadas personas que comentaban lo tormentoso que es pertenecer a esa población, donde la violencia se vivencia como una necesidad para lograr pertenecer, hacerse respetar y también es una herramienta de supervivencia. De los entrevistados, uno comenta que los hechos violentos solían ser demasiado frecuentes por lo que él y un "piño" (grupo de personas que en conjunto atacan a otro; "la pandilla") de sus amigos decidieron que iban a detener a las otras personas que asaltaban gente, y para esto los iban a registrar (entender el término "registrar" en el sentido de marcar territorio) para que así ya no se pudiera crear una pelea ni/o asaltar a gente sin un permiso del piño que dominaba el sector y para esto se debían imponer con más violencia con los otros (Abarca & Sepúlveda, 2005).

Así, en el sentido de las Barras Bravas, al pertenecer a una o fundarla, se adhiere un sentido de expresión y de pertenencia, que se liga a la identidad psicosocial, donde un grafiti a nivel grupal adquiere la misma importancia de un tatuaje individual (Ghersi, 2003).

Los seguidores del fútbol son conocidos como hinchas, cuyo término se refiere a una persona que anima a su equipo y/o deportista favorito con pasión y entusiasmo (Real Academia Española [RAE], 2001). Cada tipo de hincha, según Cañón & Yadira (2007), se distingue según el nivel de fanatismo con respecto al fútbol, y para efectos de este trabajo vamos a entender fanatismo como el acto de seguir con pasión y entusiasmo a un equipo y/o deportista (RAE, 2001); por lo tanto, hincha y fanático se considerarán como sinónimos para efectos de esta investigación, puesto que así lo considera la Real Academia de la Lengua Española (2001). Según Abarca & Sepúlveda (2006), existen tres tipos principales de hinchas (ordenados según nivel de fanatismo):

El Espectador. Éste es el hincha que posee una posición periférica, en el sentido de que no se involucra mayormente. Es aquél que va a disfrutar del partido y a esperar que su equipo gane, pero no es una persona realmente fanática de su equipo, sino que del deporte en sí. Asiste a algunos partidos.

El Aficionado. Éste corresponde a una posición intermedia. Le gusta su equipo y desea que gane. Si su equipo no gana, suele molestarse y pasar un mal rato que va más allá de una simple derrota. Suele asistir a varios partidos.

El Fanático. Éste es el "Garrero", el "Barra Brava", el que posee una posición subjetiva respecto a su equipo, el que posee una identificación absoluta con su equipo, donde un partido de fútbol deja de ser un evento deportivo y pasa a convertirse en una ceremonia. Éste asiste a absolutamente todos los partidos.

        El fenómeno de las Barras Bravas existe desde que existe el fútbol (Universidad de Chile, 1999). Es un término principalmente utilizado en Latino América para referirse a grupos determinados dentro de la hinchada —grupo de hinchas— que se caracterizan por protagonizar actos violentos e incidentes dentro y fuera del estadio (Historia del Movimiento de Barra Brava, 2014). La violencia dentro y fuera del estadio se entiende como:

"los delitos, faltas e infracciones cometidas por cualquier persona con ocasión de un espectáculo de fútbol profesional, sea en el interior del recinto deportivo o en sus inmediaciones. […] También se aplicará a las conductas ejecutadas contra los actores relacionados con los espectáculos mencionados, tales como jugadores, directores técnicos, miembros del equipo técnico, dirigentes, funcionarios administrativos de los clubes y del ente superior del fútbol profesional, periodistas y árbitros, en su calidad de tales, en el marco del espectáculo de fútbol profesional y de los hechos conexos" (Ministerio de Justicia, 2015, p. s/p.).

Es importante diferenciar una Barra Brava de una Hinchada normal. Cañón & Yadira (2007) dicen que el término "Barra" acuña a que es un grupo afectivo, con intensa participación emocional, casi como una familia, mientras que "Brava" refiere a personas que viven sus experiencias de formas violentas.

En Chile, las Barras Bravas son consideradas como un problema para la seguridad de la gente que va al estadio a disfrutar del partido, o bien que son ajenas a la Barra Brava. Pero también las Barras Bravas son una amenaza para sus mismos integrantes, como es el caso del narcotráfico, que se entiende como el comercio de carácter global de sustancias tóxicas para la salud (RAE, 2001), ya que entre los mismos miembros de una Barra Brava existen narcotraficantes y clientes, donde pudieran crearse deudas (entendiendo "deudas" como deber algo) que se solucionan con muerte (Lorca, 2015). Además, suelen crear conflictos con la Policía y las autoridades (Cañón & Yadira, 2007).

Según Cañón & Yadira (2007), las Barras Bravas no tienen vínculos con clubes deportivos, aunque se sospecha que sí tienen vínculos con sus dirigentes con el fin de satisfacer sus expectativas, ya que según un estudio realizado por Lorca (2015) las autoridades (dirigentes) de algunos clubes deportivos le dan una especial importancia a la Barra Brava del club ya que el apoyo de ésta significa un gran incentivo para los futbolistas; por esta razón, usualmente son los mismos dirigentes quienes piden la presencia de una Barra Brava. Sin embargo, no se conoce la organización interna de las Barras Bravas (Universidad de Chile, 1999).

El fútbol no se considera como la causa de la violencia, sino que se considera como la excusa para cometer actos violentos (Cañón & Yadira, 2007). Dentro de las Barras Bravas, suele protegerse mutuamente para evitar ser reconocidos y detenidos; es por esto que pueden comportarse muy diferente (con conductas pro-sociales) en otros contextos con el fin de no ser identificados (Benavides, 2001).

Por otro lado, un estudio realizado en el año 2001 por Benavides, arrojó como resultado que los Barristas ejercen violencia en contextos fuera del estadio, desestabilizando la paz en barrio y colegio, o cualquier otra institución o comunidad.

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