Hombre en la Luna

HOMBRE EN LA LUNA

Han pasado ya muchos años del lanzamiento del Apolo 11 y sigue el cuestionamiento acerca de si realmente Estados Unidos ganó la carrera lunar contra la antigua Unión Soviética durante la Guerra Fría. Esta es la historia que seguimos celebrando hoy, muchos recordarán haber visto dicho momento histórico por sí mismos; otros, hemos escuchado los recuerdos de nuestros padres y abuelos. Pero, ¿qué ocurre cuando alguien insiste en que la llegada del hombre a la Luna nunca ocurrió, que jamás pisamos la Luna? Dado que una gran cantidad de personas aún sospecha que Estados Unidos no contaba con la tecnología ni el conocimiento suficiente para lograr la tarea titánica de llegar a la Luna y así vencer a su rival por décadas durante esa época en la historia del ser humano en el siglo xx.  Es por ello que nos resulta necesario plantear pruebas y argumentos del aterrizaje lunar.

 Estados Unidos falseó la llegada a la Luna porque estaba perdiendo la carrera espacial contra los soviéticos. Este argumento es especialmente curioso, porque en medio de toda la expectación que suscitó mundialmente la carrera espacial y el significado político que llegar a la Luna el primero supuso para la época, los soviéticos, los rivales directos de los americanos en la gesta, reconocieron que los primeros les habían ganado la partida.

Las teorías de conspiración son algo en común en todos los logros del ser humano por la desconfianza de la sociedad hacia logar cosas tan increíbles, sin embargo, suceden a veces por mera desconfianza o para desacreditar a las personas que lo logran. Una de estas teorías es acerca del alunizaje por parte de Estados Unidos que en los siguientes párrafos se explicaran puntos a favor y en contra de esta teoría para tener un mejor punto de vista acerca de lo que realmente sucedió.

El 16 de julio de 1969 se envió al espacio la misión Apolo 11, impulsado por un cohete Saturno V y llegó a la Luna el 20 de julio del mismo año, logrando lo que podríamos llamar 'la mayor proeza de exploración de la humanidad', con una tripulación integrada por Neil Armstrong, el primer hombre en pisar la Luna, Edwin Aldrin y Michael Collins. Durante dos horas y media, los astronautas Neil Armstrong y Aldrin exploraron la superficie lunar a pie mientras Michael Collins pilotaba el orbitador del Apolo 11 alrededor de la Luna. Se llevó a cabo recolección de 380 kg de piedras lunares, dejar dispositivos para conocer los movimientos tectónicos de la Luna, así como varios retro reflectores para contribuir a la meditación exacta de la distancia con respecto de la Tierra y una serie de actividades de fin científico para conocer la superficie lunar.¹

Misión Apolo 11, se posaba con éxito sobre la superficie del satélite.

 En él viajaban Neil Armstrong, comandante de la misión, y Buzz Aldrin, piloto del módulo lunar. Arriba, a 110 kilómetros de altitud, había quedado en órbita el módulo de mando, pilotado por Michael Collins. Unas 22 horas después (que incluyeron numerosos preparativos dentro de la nave, un paseo lunar de más de dos horas y otras siete de sueño de la tripulación), Armstrong y Aldrin encendieron la etapa superior del Eagle y, usando la inferior como plataforma de lanzamiento, despegaron y salieron al encuentro con Collins. Tras ensamblar con éxito la etapa de ascenso al módulo de mando, entraron en él, se deshicieron del Eagle y emprendieron el camino de regreso. Tres días después, el 24 de julio, los tres astronautas llegaban sanos y salvos a la Tierra.

Las teorías que se han desarrollado a lo largo de los años, sin fundamentos científicos y simplemente para desacreditar la llegada a la Luna por parte de una de las partes de la Guerra Fría están fundamentadas en cuatro detalles principalmente: la bandera ondeando, la huella de Armstrong sobre el suelo lunar, que el cielo en las fotos está muy oscuro descartando la posibilidad de poder observar estrellas y que el módulo que llegó a la Luna no generó un cráter a su llegada.

Estos puntos que intentan desacreditar la llegada del Apolo 11 a la Luna son generadas por el escepticismo de las personas y por la rivalidad entre Estados Unidos y la URSS en esos años, aunando al gran desconocimiento de los temas científicos en una gran cantidad de personas en la sociedad y la nula experiencia en llegadas lunares que acreditaran que lo que sucedía era real.

Los puntos anteriores se centran en los siguientes aspectos:

En primero lugar, que la bandera no podía ondear dado que no existe atmósfera en la Luna que pueda generar viento y este desencadenar el movimiento de la misma.

En segundo lugar, dada la sequedad del suelo el astronauta no podría generar la huella que se muestra en varias fotos de la llegada a la superficie lunar dado que no se marcaría nada y que es un invento por intentar dejar una huella de EE. UU. en el espacio.

En tercer lugar, necesariamente al estar en el espacio se estaría más cerca de las estrellas, por lo que se esperaría que al tomar fotos en el cielo se retratara la bóveda celeste repleta de estrellas y constelaciones.

Finalmente en cuarto lugar, por la velocidad y el ángulo de llegada, el modulo lunar forzosamente debió generar un cráter el cual no se aprecia en las fotos ni videos provistos por la agencia espacial.

 La teoría conspirativa indica que el hombre nunca logró pisar la luna y en su lugar, se grabó una película en alguna instalación militar para fingir la llegada de Estados Unidos al satélite natural. Una película que fue dirigida por el mismísimo Stanley Kubrick.

Explicados los puntos en contra del alunizaje de la nación antes citada, existen también varios puntos que certifican y comprueban que realmente Estados Unidos ganó la carrera espacial.

Estos puntos son explicados con argumentos tomados de Michael Rich, quien es un profesor de Astronomía de la Universidad de California.

Primero, la bandera se mueve dada la inercia que ejerce el astronauta Armstrong al intentar depositarla en el suelo lunar.

Segundo, existe polvo lunar que es semejante a la ceniza volcánica, lo que a pesar de la sequedad del suelo permite que se quede formada la huella del astronauta en el suelo, tal como se muestra en las imágenes provistas por la agencia espacial.

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