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Homo Sapiens


Enviado por   •  14 de Febrero de 2015  •  2.320 Palabras (10 Páginas)  •  250 Visitas

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La adopción de un sistema de nomenclatura basado en dos nombres se debe al naturalista y médico sueco Carlos Linneo(en latín, Carolus Linnaeus, 1707-1778) quien intentó describir la totalidad del mundo natural conocido dándole a "cada especie" un nombre compuesto de dos partes. Sin embargo, la nomenclatura binominal existió antes de Linnaeus en formas variadas. Pero es a partir de las publicaciones linneanas que se comienza a generalizar el uso binominal para la nomenclatura específica.

El nombre del género (nombre genérico) siempre debe tener la inicial mayúscula, mientras que el epíteto específico no la lleva nunca.1 La norma incluye la obligación de resaltar el nombre, lo que en manuscritos y textos mecanografiados se hace subrayándolo (Homo sapiens), y en textos de imprenta o de ordenador se hace por medio de la cursiva (Homo sapiens), aunque —con menos frecuencia— también podría resaltarse en negrita (Homo sapiens).

Nombres uninominales

Los nombres de los niveles familia y género son uninominales, es decir, constan de una única palabra.

Los nombres de los taxones de nivel especie son binominales para la especie y trinominales para la subespecie, es decir, formados por dos y tres palabras respectivamente.

En el nombre científico asignado a las especies, el nombre específico nunca debe ir aislado del genérico ya que carece de identidad propia y puede coincidir en especies diferentes. Si se ha citado previamente el nombre completo y no cabe ninguna duda de a qué género se refiere, el nombre del género puede abreviarse a su inicial

El naturalista inglés Charles Darwin (1809- 1882) propuso una explicación para la formación del ser humano. Argumentó a través de sus experiencias que todas las especies que existen en la actualidad surgieron de otras anteriores por un proceso de separación gradual o evolución.

La evolución puede definirse como el proceso histórico de transformaciones a nivel genético en las poblaciones, debido a la variación de los genes de una especie a otra

en el transcurso de un tiempo determinado. Si hay cambios genéticos, éstos se transmiten de una generación a otra. Es importante aclarar que la evolución implica cambios irreversibles a nivel de las poblaciones, no de individuos, en un período de muchas

generaciones. Charles Darwin, en su libro “El origen del hombre”, establece la evolución humana. En esta interesante obra Darwin propone que los simios y los humanos

tienen un ancestro común. Después de la propuesta de Darwin, paleontólogos y arqueólogos a través de sus investigaciones en fósiles encontrados, han comprobado

la coincidencia de algunos hábitos y anatomía de seres humanos primitivos.

Uno de los grandes buscadores fue Eugène Dubois, que entre 1886 y 1895 descubrió restos que él mismo describía como "una especie intermedia entre los humanos y los monos". Lo llamó Pithecanthropus erectus (hombre mono erecto engriego), hoy clasificado como Homo erectus.

La patraña del Hombre de Piltdown (1912) contribuyó mucho al mito del eslabón perdido, ya que fue elaborado con todo lo que se quería encontrar en ese eslabón.

Desde aquellos años los medios de comunicación vienen anunciando el encuentro del eslabón perdido en cada descubrimiento de homínido fósil. Lo hicieron con el Hombre de Neandertal en 1865, con los Australopithecus en 1925, con el Proconsul, el Ramapithecus, con el Homo erectus y hasta hoy en día lo siguen haciendo.

En 2009 fue anunciado el hallazgo de los fósiles de un individuo de Darwinius masillae, de 47 millones de años de antigüedad, apodado Ida, que es considerado por algunos paleontólogos, como Jorn Hurum, como posible «eslabón perdido» entre los primates haplorrinos -infraorden al cual pertenece el ser humano- y los estrepsirrinos, aunque los miembros del grupo que han estudiado los restos son escépticos de que se trate de un ancestro de Homo sapiens. Por su parte, Henry Gee, uno de los editores de la publicación científica Nature, dijo que el término «eslabón perdido» en sí mismo es engañoso y que la comunidad científica necesitaría evaluar su importancia.

Los primeros primates aparecieron hace unos 55 millones de años, a principios del Eoceno, según lo indican las pruebas fósiles. Estos primates primitivos tenían las siguientes características:

Cinco dedos sujetadores. Uno de ellos, el pulgar, parcial o totalmente opuesto, lo que les permitía sujetar objetos como las ramas de los árboles.

Uñas en vez de garras, como una cubierta protectora en la punta de los dedos y presencia de

yemas sensibles al tacto.

Largas y esbeltas extremidades que giraban paratrepar y buscar alimento en lo alto de los árboles.

Ojos dirigidos hacia el frente, lo que les permitía una visión tridimensional.

Presencia de encéfalos grandes.

Comportamiento social complejo.

Las especies de primates se agrupan en dos subórdenes, que son:

1. Los Prosimios, que incluye unas 60 especies, a las que pertenecen los lémures, gálagos, loris, y tarseros. Estas especies habitan la isla de Madagascar, cerca de las costas de África oriental.

2. Los Antropoides: comprende unas 172 especies. Se han identificado varios antropoides fósiles distintos en Asia y el norte de África. Según indican las pruebas, estos antropoides se dispersaron con mucha rapidez por Europa, Asia y África y llegaron a América del Sur en fecha posterior.

La diferencia más significativa entre antropoides y otros primates es el tamaño del encéfalo y un cerebro más desarrollado, que constituye el centro de aprendizaje, movimiento y sensaciones. La suborden de los antropoides comprende los monos, lo simios (orangután, chimpancés, gorilas) y el ser humano.

En general, los monos son diurnos, es decir están activos durante el día. Son arborícolas. Se alimentan de frutos, hojas y algunas veces de semillas. Incluso se pueden alimentar de arañas, insectos y pequeños vertebrados.

Hay dos grupos de monos: los del Viejo Mundo y los del Nuevo Mundo, llamados así por el hemisferio en que se diversificaron.

El antropoide más grande es el “gorila espalda plateada”, pero el más inteligente después del ser humano es el chimpancé.

Evolución de los Homínidos

Según registros paleontológicos, existen cientos de homínidos fósiles que indican algunos rasgos importantes de los seres humanos ancestrales, por ejemplo:

Los primeros homínidos adoptaron una postura bípeda, es decir, en dos pies.

Aumento del tamaño del encéfalo.

Los cambios evolutivos de los primeros homínidos hasta

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