Importancia de la investigación epidemiológica

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Carrera de Enfermería

Fundamentos Epidemiológicos en Enfermería

Maestra: Vanessa Limón Maciel

Alumna: Brenda Yoselin Gómez Mendoza

reporte de lectura

"importancia de la investigación epidemiológica"

La investigación epidemiológica

La epidemiología es una rama aplicada de la ciencia que estudia la salud y la enfermedad de la población humana. Su objetivo es mejorar la salud de la población.

El objeto de interés de la epidemiología es la salud colectiva. Tal interés colectivo sitúa a la epidemiología en un contexto multidimensional e interdisciplinario.

Se destacan los aportes a la epidemiología de las ciencias biomédicas como la medicina, la patología, la fisiología, la microbiología y la inmunología; de las disciplinarias matemáticas como la estadística y la investigación de operaciones, y de las ciencias sociales como la psicología, la sociología, la antropología, la sociodemografía y las ciencias políticas.

El cumplimiento del propósito de la epidemiología es la culminación de un proceso en el cual conviene distinguir tres etapas secuenciales:

1. Descripción del estado de salud de la población de interés.
2. Identificación de los factores relacionados con la presentación de la enfermedad o las lesiones o factores de riesgo.
3. Prevención de la presentación de nuevos casos mediante la disminución en la exposición a tales factores, curación de los ya existentes y prolongación de la vida de aquellos incurables.

Factores de riesgo:

El propósito último de la epidemiología es la identificación de los factores que contribuyen al desarrollo de la enfermedad o a la presentación de las lesiones con el fin de prevenir que éstos ocurran; tales factores se conocen como factores de riesgo porque a mayor exposición de la población corresponde mayor incidencia de tales eventos, lo cual implica mayor riesgo. En ocasiones, la epidemiología estudia aquellos factores que previenen la aparición de la enfermedad y de las lesiones y que contribuyen de manera positiva a un mejor estado de salud de la población, por ejemplo, las vacunas. A este tipo de factores se les conoce como protectores.

Algunos factores de riesgo son intrínsecos o propios del individuo y otros son extrínsecos o propios del ambiente. Entre los primeros se encuentran los factores genéticos y los inmunológicos. La personalidad también es un factor de riesgo intrínseco importante para ciertas enfermedades. Entre los factores de riesgo extrínsecos cabe distinguir los factores biológicos tales como los virus circulantes en el ambiente y los animales portadores de microorganismos patógenos; los factores sociales dentro de los cuales están los económicos, los culturales y los políticos, los factores físicos como el agua, el aire, la radicación y los agentes químicos; aunque esta clasificación es útil para identificar la naturaleza de los factores de riesgo, muchos de éstos resultan a su vez de la combinación de varios de ellos. Las lesiones que se presentan como consecuencia de los accidentes de tránsito, por ejemplo, pueden ocurrir como resultado de la velocidad, la embriaguez, la imprudencia, la falta de visibilidad, las especificaciones de la vía, los desperfectos mecánicos y otras muchas causas. El conjunto de ellos recibe el nombre de la trama causal (Valanis, 1999).

Como resultado de la búsqueda de factores de riesgo se han identificado muchos denominados no modificables cuya modificación es virtualmente imposible y su conocimiento soló ofrece posibilidades limitadas para la prevención, por ejemplo, los genéticos; por su parte, la identificación de factores modificables, tales como el tabaquismo, la obesidad y la hipertensión en el caso de la enfermedad coronaria, ha aportado los mayores beneficios sociales.

Asociación y causalidad:

Una de las tareas fundamentales de la investigación epidemiológica consiste en esclarecer la función de los distintos factores en el desarrollo de la enfermedad. Esta tarea es el objetivo de la investigación etiológica, la cual estudia la asociación causal que presentan los factores de riesgo con los eventos de salud, esto es, las enfermedades y las lesiones.

El epidemiólogo debe mostrar primero que la diferencia observada entre los grupos comparados no se debe al azar. Para este propósito debe de realizar pruebas de significación estadística o calcular intervalos de confianza para la medida de asociación de interés; sin embargo, no todas las asociaciones que logra establecer el epidemiólogo señalan la existencia de factores causales; algunos factores están relacionados con determinadas enfermedades de tal modo que la modificación de la exposición no implica variación en la frecuencia con que se presentan, lo cual se conoce como asociación meramente estadística en contraposición a aquella que es casual (Gordis, 2000).

El segundo paso consiste en demostrar que la asociación es causal. Aunque el problema de la causalidad de la enfermedad se puede analizar desde una concepción filosófica, con lo cual se pretende identificar la causa última de los efectos.

Desde un punto de vista operacional, para el enfoque epidemiológico y preventivo es más útil identificar aquellas causas cuya modificación trae como consecuencia disminución en la morbilidad y la mortalidad de la población. La investigación analítica en epidemiología está dirigida a la detección de asociaciones causales; en las relaciones causales conviene distinguir las causas suficientes, cuya presencia garantiza la presentación de la enfermedad, de aquellas sin las cuales no es posible que ésta se presente, o causas necesarias. Desde una posición más realista resulta más acertado hablar de complejos causales conformados por varios factores cuya concurrencia los convierte en suficientes (Rothman, 1976).

Es posible, también, que para una enfermedad existan varios complejos causales suficientes, por otra parte, conviene distinguir las asociaciones directas y las indirectas; para la epidemiología la identificación de las directas es más importante para la prevención de la enfermedad que la identificación de las indirectas. Frecuentemente, sin embargo, por medio del control de una causa indirecta se logra prever la enfermedad.

Existen también las denominadas asociaciones espurias o falsas, que se obtienen o bien debido al azar o a la presencia de sesgos. Una situación para considerar es que el establecimiento de una presunta asociación entre un factor de riesgo y una enfermedad suele hacerse sobre los resultados obtenidos en muestras seleccionadas aleatoriamente; por lo tanto, es posible que en algunos casos se obtenga por simple azar una asociación que en realidad no existe y, en otros, que no se obtenga cuando ella existe, errores que se conocen como tipos I y II.

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