Informe Del Banco De La Republica 2013
Enviado por gilberth24 • 18 de Mayo de 2013 • 2.032 Palabras (9 Páginas) • 611 Visitas
POLÍTICA MONETARIA
La Constitución Política de 1991 estableció que “El Estado, por intermedio del Banco de la República, velará por el mantenimiento de la capacidad adquisitiva de la
moneda”. Posteriormente, la Corte Constitucional en Sentencia C-481 de julio 7 de
1999 profundizó sobre la coordinación que debe haber entre las políticas monetaria,
cambiaria y crediticia a cargo de la Junta Directiva del Banco de la República (JDBR), y
la política fiscal, salarial y de empleo a cargo del Gobierno nacional:
“[…] la actividad del Banco para mantener la capacidad adquisitiva de la moneda debe
ejercerse en coordinación con la política económica general […]”.
El mandato constitucional de preservar la estabilidad de precios en una economía
presenta varias ventajas. Una de las más importantes es que, cuando se alcanza dicho
objetivo, se protege a los menos favorecidos del impuesto que representa la inflación.
En este grupo social, donde los ingresos no pueden ajustarse al mismo ritmo que los
precios de la canasta familiar, la aceleración en la inflación termina generándoles fuertes pérdidas en el poder adquisitivo del dinero.
La política monetaria debe velar por la estabilidad de precios en coordinación con una
política general, entendida esta última como aquella que propenda por el crecimiento
del producto y el empleo. En este contexto, se deben evitar incrementos en la producción superiores a la capacidad instalada del país, ya que, además de generar presiones
inflacionarias, ponen en riesgo el crecimiento sostenido de la economía. Por tanto, la
política monetaria también debe estar encaminada a estabilizar el producto y el empleo en sus niveles sostenibles de largo plazo.
La estrategia de inflación objetivo, implementada desde el año 2000 por la JDBR, está
orientada a cumplir con este mandato constitucional. Con ella, la política monetaria
pretende alcanzar y mantener una inflación baja y estable y suavizar las fluctuaciones
del producto y del empleo alrededor de una senda de crecimiento sostenido.
Para los años 2000 y 2001 la JDBR estableció metas puntuales de inflación y a partir de
2002 comenzó a anunciar un rango meta para el año siguiente, siempre con el objetivo
de reducir el crecimiento de los precios de la canasta familiar y velar por el poder adquisitivo de la moneda. En noviembre de 2001 la JDBR informó que la meta de largo
plazo para la inflación era de 3%, y explicó que mantener este objetivo era equivalente
a propender por una estabilidad de precios en el país. Fue así como a mediados de 6
2009 la inflación se situó alrededor del 3%, y partir de 2010 el rango establecido (entre
2% y 4%) ha estado centrado en la meta de largo plazo.
El rango meta de inflación es una estrategia de comunicación, para informar al público
que la dinámica de la inflación conlleva incertidumbre y que el control de la misma es un
ejercicio sujeto a choques transitorios que no siempre pueden ser contrarrestados por la
política monetaria. Estas fluctuaciones temporales no implican una falta de compromiso
del banco central con el objetivo de mantener la estabilidad de precios.
Las decisiones de política monetaria se toman con base en el análisis del estado actual
y de las perspectivas de la economía, así como de la evaluación del pronóstico y de las
expectativas de inflación frente a la meta de largo plazo (3%). De esta forma, la JDBR
determina el valor que debe tener su principal instrumento monetario: la tasa de interés
de referencia (o tasa de interés de política, o tasa de interés de intervención) con el fin de
estabilizar la inflación en 3%. Los principales criterios que tiene en cuenta la JDBR para
fijar dicha tasa son los siguientes:
• Cuando el análisis presente y futuro de la inflación, así como de las variables que
la explican, indican que esta puede desviarse de 3%, la tasa de interés de intervención se modifica para, en un tiempo prudencial, llevar la inflación a la meta de
largo plazo. Cuando la desviación obedece exclusivamente a factores temporales
de oferta (como por ejemplo un alza en los precios de los alimentos), y las expectativas de inflación están “ancladas” a la meta, la postura de la política monetaria
no sufre modificaciones.
• La tasa de interés de intervención se fija con el fin de mantener un balance apropiado entre el logro de la meta de inflación y el propósito de suavizar las fluctuaciones del producto y el empleo alrededor de su senda de crecimiento sostenido.
En este sentido la estrategia de inflación en Colombia es flexible, pues se preocupa
por mantener la inflación en 3% y por evitar excesos de gasto o de capacidad
productiva.
• La tasa de interés también se determina con el fin de que la política monetaria
contribuya a mitigar el riesgo de desbalances financieros, entendidos estos como
excesos de apalancamiento o elevados precios de los activos que comprometan
la estabilidad financiera del país. Facilitando, de esta forma, que la economía se
mueva cerca de su senda de crecimiento sostenido en horizontes de mediano y
largo plazos.
Los anteriores criterios son incorporados en las decisiones de política monetaria buscando
un balance entre ellos. Así, la tasa de interés de intervención se mueve gradualmente,
excepto en condiciones en que, con alta probabilidad (o certeza), la inflación amenace
con desviarse considerablemente de la meta o la economía de su senda de crecimiento
sostenido.
Otra función del Banco de la República es garantizar la liquidez en la economía, la cual
se cumple a diario mediante las operaciones de repos a un día realizados con el sistema
financiero, con un costo igual a la tasa de interés de intervención.
POLÍTICA CAMBIARIA
Desde septiembre de 1999 Colombia tiene un sistema de tasa de cambio flexible, según
el cual la cotización del peso frente a otras monedas se da mediante la libre oferta y 7
demanda de divisas en el mercado cambiario. Este régimen, además de ser coherente
con la estrategia de inflación objetivo, tiene las siguientes ventajas:
• La flexibilidad cambiaria es deseable en países que con frecuencia enfrentan
choques reales. Por ejemplo, fuertes caídas en los términos de intercambio suelen estar acompañadas de devaluaciones
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