Informe Sobre Clasificacion De Drogas Y Sustancias Psicoactivas
Enviado por carlosmpellerano • 30 de Octubre de 2013 • 3.019 Palabras (13 Páginas) • 642 Visitas
Introducción
La drogadicción es una enfermedad que tienen su origen en el cerebro de un gran número de seres humanos. La enfermedad se caracteriza por su cronicidad o larga duración, su progresión y las recaídas.
Se debe entender que el adicto seguirá siendo un adicto mientras viva, es decir, que el individuo se rehabilita para poder vivir sin consumir la droga y, de allí en adelante, éste será un adicto en remisión, no estará usando la droga, pero para mantenerse en ese estado de abstinencia o remisión no podrá bajar la guardia.
Clasificación de las drogas
Según su grado de dependencia
Drogas Blandas
Son las que crean únicamente una dependencia psicosocial, entre las que se encuentran los derivados del cáñamo, como el hachís o la marihuana, la cocaína, el ácido lisérgico, más conocido como LSD, así como también el tabaco.
Esta división en "blandas" y "duras" es cuestionada por muchos estudiosos del tema ya que consideran que se podría sugerir con ella que las "duras" son malas y, por consiguiente, las "blandas" son buenas o menos malas y no es así, ya que a partir de determinadas dosis y según la forma de ser administradas, las drogas "blandas" pueden tener efectos tan nocivos como las "duras".
Hay que tener presente que a partir de determinadas dosis las drogas denominadas "blandas" pueden tener efectos tan nocivos como las consideradas "duras".
La dependencia es el estado del individuo mediante el cual crea y mantiene constantemente un deseo de ingerir alguna substancia. Si éste deseo se mantiene por mecanismos metabólicos y su falta crea un síndrome de abstinencia, se denomina dependencia física. Si la dependencia se mantiene por mecanismos psicosociales, suele definirse como dependencia psíquica o psicosocial.
Desde un punto de vista farmacológico, las drogas se dividen en narcóticos, como el opio y sus derivados la morfina, la codeína y heroína; estimulantes, como el café, las anfetaminas, el crack y la cocaína, y alucinógenos, como el LSD, la mezcalina, el peyote, los hongos psilocibios y los derivados del cáñamo, como el hachís.
SÍNDROME DE ABSTINENCIA: «El síndrome de abstinencia en una persona que desarrollado una completa dependencia física respecto a los opiáceos, es una experiencia desgarradora, incluso un médico acostumbrado a tratar con el sufrimiento humano considera muy dura prueba el contemplar las agonías de los enfermos que se encuentran en este estado [...].
Durante todo este periodo del síndrome, el infortunado toxicómano no puede ni dormir ni descansar. Calambres dolorosos lo mantienen en la cama presa de una agitación incesante. Bien se levanta y pasea, bien se echa en el suelo. Salvo cuando se .trata de un individuo excepcionalmente estoico (y pocos toxicómanos los son, puesto que normalmente los estoicos no se entregan a los estupefacientes), llena el aire con gritos de desesperación.
La cantidad de agua que segrega por los ojos y por la nariz es enorme, la cantidad de fluido expulsado proveniente del estómago y de los intestinos, increíble y el sudor que emana de su cuerpo es lo bastante abundante como para empapar la ropa de la cama y el colchón. Sucio, sin afeitar, desgreñado, embadurnado con sus propios vómitos y excrementos, el toxicómano presenta ahora un aspecto casi infrahumano. Sin comer sin beber, adelgaza rápidamente y en veinticuatro horas puede perder cinco kilos.
La debilidad puede llegar a impedirle levantar la cabeza. Por eso no es extraño que mucho médicos, llegado este momento, teman por la vida de sus pacientes y les den una inyección de droga, que casi al instante suprime los terribles síntomas. «Es una experiencia dramática —dice el doctor Harris Isbell— observar a una persona miserablemente enferma recibir una inyección intravenosa de morfina y verle treinta minutos después afeitado, limpio, bromeando y riéndose.»
Pero esta vacación del infierno dura y muy poco; a menos que se administre otra vez la droga, los síntomas empezarán de nuevo cuando trascurran ocho o doce horas. Si no se le suministra ninguna otra droga adicional, los síntomas empezarán a debilitarse por sí solos al sexto o séptimo día, pero el paciente se habrá quedado extremadamente débil, nervioso e intranquilo y a menudo sufrirá de colitis pertinaz.
Estimulantes
Tradicionalmente usados para combatir la fatiga, el hambre y el desánimo, los estimulantes provocan una mayor resistencia física transitoria gracias a la activación directa del sistema nervioso central.
Estimulantes vegetales
El café, el té, el mate, la cola, el cacao, el betel y la coca son plantas que crecen en muchas partes del mundo. A pesar de que algunas de estas plantas suelen consumirse repetidas veces al día durante buena parte de la vida, son sustancias tóxicas que poseen efectos secundarios.
Los efectos de la intoxicación crónica se pueden observar en los catadores de té. Tanto los catadores británicos como los hindúes padecen cirrosis, agitación, angustia, temblores, insomnio, náuseas y vómito.
El cacao era consumido por los aztecas debido a su contenido de cafeína y de teobromina. Sin embargo, los chocolates actuales no suelen contener estos alcaloides.
El consumo abusivo de café puede causar hipertensión y gastritis, sin contar con que también contiene alquitranes cancerígenos.
Aunque los estimulantes vegetales son considerados inocuos, conviene moderar su consumo ya que se trata de sustancias tóxicas susceptibles de producir efectos secundarios nocivos.
Coca
La coca, hoja del arbusto indígena americano «Erythroxylon coca», pertenece al grupo de los estimulantes. Su consumo es ancestral en ciertas partes de Latinoamérica, donde es una práctica habitual mascar las hojas, siendo una gran mayoría de los consumidores de las zonas donde se cultiva. Su efecto sobre el sistema nervioso central es menor que los de la cocaína, dado que para extraer un gramo de esta sustancia se necesitan 160 hojas de coca. La coca es consumida mascándola con algún polvo alcalino como cenizas de vegetales o cal. También es fumada tanto sola como mezclada con tabaco y marihuana. La masticación de coca fue objeto de estudio por determinados facultativos, como CHOPRA (1958), comprobando síntomas de abstinencia, depresión, fatiga, toxicidad y alucinaciones, seguidos por NEGRETE (1967), BRUCK (1968) quienes recogían lesiones cerebrales también en masticadores que la consumían frecuentemente.
Estimulantes químicos
La cocaína
En los casos de intoxicación aguda, sus efectos, que consisten en la hiperestimulación, el aumento de la presión
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