Intervención Triangular: Control De Precio

La Intervención triangular es aquella situación en donde el Estado afecta un intercambio entre dos personas, impidiéndolo u obligándolo. Un ejemplo de la intervención triangular es el de los controles de precio, cuando un gobierno establece un precio obligatorio para bienes y servicios. El control de precios que suele introducir el estado, tiene un efecto sobre la oferta y la demanda de los bienes y servicios sujetos al control de precios y según la teoría del libre mercado, el mercado mismo mediante la conocida ley de la oferta y demanda, debe regular los precios de los bienes y servicios, pero en ocasiones el estado decide intervenir mediante la fijación de precios máximos al público.

Dentro de los mercados libres se ha visto que las personas aumentan sus beneficios de su posición original, situación que no sucede cuando existe una intervención porque entonces el interventor gana a costa de la pérdida de beneficios de otros. El precio de los bienes y servicios, así como puede incrementar o disminuir la oferta puede también incrementar o disminuir la demanda, juego que por sí solo debería mantener un precio que deje satisfechos tanto a consumidores como productores, pero cuando se introduce el control de precios, solamente los consumidores estarán satisfechos, situación que hace que los oferentes dejen de producir, investigar e introducir innovaciones, etc.

Si agregamos el control de precios como un factor dentro del mercado, nos daremos cuenta que tienen efectos negativos si la implementación se hace de forma errónea o contraria al desarrollo natural del mercado en sí. Los controles de precio en caso que sean menores al del mercado, harán que se desarrolle un desabastecimiento y escases del producto en cuestión, pues los productores preferirán apropiarse del producto que venderlo a pérdida o incluso descontinuar la producción del mismo y moverse a otras líneas de producción. Cuando el precio decretado es mayor al del mercado ocurre lo opuesto, los productores se lanzarán a producir el producto en exceso que luego no podrá ser vendido, llegando a casos extremos donde se tiene que destruir el producto para evitar una caída en picada del precio

Cuando el estado toma la decisión de introducir un precio máximo sobre un producto, la oferta es afectada, dado a que hace menos atractiva su producción, así que los productores proferirán invertir sus recursos en otro sector donde los precios no obedezcan a elementos artificiales o externos, sino al libre juego de la oferta y la demanda. Por consiguiente, imponer precios máximos a las materias primas sólo sirve para desincentivar su producción y acentuar sus escases, lo que dificulta aún más el acceso a las mismas para los consumidores.

El control de precios es una política popular en regímenes con tendencias a la planificación social, y se ha visto su implementación tanto en Argentina como en

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