Investigacion de operaciones ZONA DE CONFORT

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UNIVERSIDAD DE PANAMÁ
SECRETARÍA DE VICERRECTORÍA
MAESTRÍA EN DOCENCIA SUPERIOR

Asignatura:

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Profesor:

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GRUPO 2-2016

Estudiante:

Efraín Chérigo M.

(8-256-49)

Sábado, Noviembre 19 de 2016

ZONA DE CONFORT

(6.54 minutos)

En la mayoría de culturas, las personas han creído en el destino como un poder sobrenatural inevitable que guía irremediablemente nuestras vidas.

Vivir bajo los designios del destino es lo contrario a vivir con libertad. Vivir. Podemos vivir una vida rica y plena o vagar en una existencia superficial y vacía.

Podemos elegir entre buscar las oportunidades y aprovecharlas o sentarnos pasivamente a verlas venir y pasar. Es normal que nos dé miedo asumir tanta responsabilidad al tomar este compromiso con nuestra propia vida. Pero a pesar del miedo, nuestro mayor poder es el de escoger nuestro propio destino. Si no tomas el control de tu vida, otros lo tomarán por ti y tú bailarás al son que ellos toquen.

¿Y qué podemos hacer para tomar el control y vivir la vida que queremos?

La clave está en Aprender.

Zeningert propuso en el año 2000, este modelo de las tres zonas de aprendizaje.

La zona más básica, la primera, es la Zona de Confort. Es aquí donde nos desenvolvemos con total confianza, sintiéndonos seguros, porque estamos en nuestro territorio que manejamos que manejamos según nuestras debilidades y puntos fuertes. Los retos que nos encontremos son inferiores a nuestros conocimientos o habilidades, por lo tanto, no nos da miedo equivocarnos.

La Zona de Aprendizaje es una zona que nos interesa pero que no conocemos también como la anterior, por eso no nos podemos mover con la misma confianza, poco a poco, con la experiencia la vamos conociendo y al interiorizar estos nuevos aprendizajes, la Zona de Confort amplía sus límites.

Miedo, terror, vértigo, entramos en la Zona de Pánico, son esas situaciones, que están fuera de nuestro control y que nos provoca temores, miedo y desconfianza; salen a la luz nuestras debilidades debido a las incertidumbres, riesgos y peligros que se puedan presentar.

Sin embargo, justo en el momento en que damos el paso de enfrentarnos a ellas, nos encontraremos que estamos de nuevo en la Zona de Aprendizaje que se ha extendido y más adelante con el aprendizaje de nuevas vivencias volveremos a estar en la Zona de Confort y estas situaciones nunca más volverán a formar parte de la Zona de Pánico, pero alguno de vosotros, quizás un pesimista, se preguntará ¿y qué hay de malo en el confort? Tranquilos, no hay nada de malo en sentirnos a gusto en ese lugar que nos da paz, ya que todo es fácil y sencillo, pero esa estabilidad a la que todos aspiramos, con el paso del tiempo, se va convirtiendo en nuestra cárcel, la única forma de salir del inmovilismo es reivindicando nuestra libertad y usándola para perseguir lo que nos hace felices, con unos ejemplos se verá todo más claro:

Es como cuando aguantamos la bronca de nuestro jefe o no nos atrevemos a invitar a salir a quien nos gusta o aguantamos la agresividad de otros o no sabemos poner límites.

¿Miedo? Sin afrontarlo no podremos superarlo. Pero ¿cómo? Decirlo es muy fácil. ¿Pero hacerlo? Pues no será fácil, pero se puede. Pasemos del dicho al hecho.

Todo viaje, comienza con un sencillo primer paso, pero es el que más cuesta, se requiere práctica y coraje, y mucha repetición, debemos empezar por pequeños pasos diarios que nos puedan ayudar a romper  con nuestra zona de confort, como salir a correr, apuntarte a un curso de idiomas, saludar a ese con el que te cruzas a diario, dejar de fumar… pero ¿cómo evitar esas zonas de pánico? La mejor manera de no sufrir graves daños con el cambio es aprender a vivir con algo de confort en las zonas de aprendizaje y pánico. La zona incómoda está en los límites de nuestra zona de confort aunque no demasiado lejos. Es la zona donde empieza la posibilidad de soñar, donde puedes tomar la oportunidad de crecer aprendiendo. Para desafiar la zona incómoda hay que realizar ejercicios regulares, y cuanto más lo hagamos, más familiar se vuelve esta área y mayor es la confianza para superar los retos. Cuando incrementamos nuestra confianza, la resistencia al cambio disminuye y también a lo desconocido, y esto nos permite enfrentarnos al miedo y a las áreas incómodas que a menudo asociamos a nuestros fracasos. Pero que también representan nuestros éxitos. Aprender activamente de nuestros errores y desaprender las directrices que nos ha marcado nuestra educación y que nos lleva por el camino de las respuestas y limitadas nos permite ampliar nuestra área de confort con el área incómoda del miedo y lo desconocido.

Para estar cómodo en las áreas incómodas necesitamos practicar la flexibilidad, el movimiento, espontaneidad, y cambiar rutinas o crear hábitos creativos.

La verdad es que cuando nos sentimos profundamente incómodos, infelices o vacíos es cuando damos el paso hacia nuevas rutas y empezamos a buscar diferentes caminos o mejores respuestas.

Los fracasos pueden desanimar, pero en ellos podemos encontrar la inspiración para llegar al éxito, aunque como decía Tomás Edison, “el genio consta de un 1% de inspiración y un 99% de traspiración”. Es decir, mucho trabajo y muchos “fracasos”. Por tanto no hay que desanimarse, hay que buscar alternativas y pensar en positivo.

Volviendo al principio, ¿aún eres de los que piensan que “esto no va con ellos porque su destino ya está escrito”?

Te voy a decir un secreto: enfrentarte a la vida en forma creativa y positiva es tu destino, ya que somos el resultado de la evolución y con ello debemos seguir en la evolución constantemente, crecer a cada instante es nuestro mejor mecanismo de defensa. Es lo más adaptativo. Así que ahora ya lo sabes. Ya estás listo. Llevas en tu ADN el estar preparado para enfrentar desafíos, y evolucionar. Solo tienes que dar el pequeño paso. ¿Te atreves?

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