LA ESTABILIDAD DE LA PERSONALIDAD Y FACTORES FAMILIARES.
Enviado por Irene Rojas Mite • 7 de Noviembre de 2016 • Resumen • 1.562 Palabras (7 Páginas) • 278 Visitas
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UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL
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FACULTAD DE CIENCIAS PSICOLÓGICAS
PSICOLOGIA DE LA PERSONALIDAD II. M4. V SEMESTRE
LA ESTABILIDAD DE LA PERSONALIDAD Y FACTORES FAMILIARES.
INTEGRANTES:
ALMEIDA NÚÑEZ KLEBER ISRAEL
MUÑOZ BAILÓN DIEGO FRANCISCO
MUÑOZ CATAGUA GABRIELA SOLANGE
SALAZAR MOREIRA HAYDEE DIOSELINA
DOCENTE:
PSIC. JAVIER ÓSCAR MOGROVEJO GUALPA, MG.
Guayaquil, 2016
LA ESTABILIDAD DE LA PERSONALIDAD Y FACTORES FAMILIARES
El mundo tendrá que vivir con la duda de cómo hubiera sido un Adolf Hitler con una familia que lo hubiera hecho sentir apoyado en su intento de ser artista. O que la madre de Thomas Edison no le hubiera incentivado el estudio autónomo y a no rendirse. Tras la historia de todo personaje célebre están las acciones que lo posicionaron, y las decisiones que lo llevaron a efectuarlas. Decisiones influenciadas fuertemente por las características de su personalidad. Y el génesis y desarrollo de la formación de esta en el ambiente familiar en el que se crio. Teniendo en cuanta además que el desarrollo en la infancia no es el único medio donde influye la familia en la personalidad, la familia tiende a ser el soporte del ser humano, las personas con las que más convive, comparte sus miedos, sus sueños, sus alegrías, abre su mundo ante ellos, que también se vuelven su mundo. La familia da equilibrio, y a veces también te lo puede quitar.
La personalidad es un unidad dinámica configurada por características físicas, genéticas, psicológicas, cognitivas y sociales que dan apertura para considerar posibilidades de estabilidad o cambio de la misma a largo de la vida, para Bermúdez (2012) esto es lo que “influirá de manera importante en el mantenimiento y consolidación de la propia identidad personal y en la convicción de que uno sigue siendo la misma persona” (p. 159), asimilando y anticipando de manera concreta el comportamiento del individuo ante diversas situaciones, manejándose sobre los estatutos que se han ido forjando en el desarrollo de su ciclo de vida, estableciendo que la personalidad se maneja de manera estable para predecir la conducta propia y de otros.
Tomicic (2009) en su estudio de psicoterapia menciona que “la personalidad es conceptualizada como un pequeño conjunto de rasgos básicos y latentes, alrededor de los cuales las dimensiones de la personalidad pueden ser categorizadas” (p.53), es decir, la personalidad se basa en rasgos primordiales, en los que Cupani (2013) menciona “la extroversión, la amabilidad, la responsabilidad, el neuroticismo y la apertura a la experiencia que permite describir de manera específica el comportamiento de distintas personas” (p.71), manifestando una personalidad estable sin cambios bruscos ni frecuentes, más bien guiada por factores primordiales conjuntamente establecidos que generan que la personalidad sea congruente y manejable.
En otras instancias Tomicic citando a Meyer (2004) considera que “la personalidad es predeterminada por cambios en donde se concibe a la persona como totalidad en términos más amplios que los rasgos básicos, incluyendo motivaciones, estilos personales, roles, esquemas, actitudes y autoconcepto” (p.53), los cuales serían generadores de cambios que se van desarrollando a través de la interacción con el contexto social, en los cuales se incluye de manera primordial los factores familiares, ya que es en este sistema donde desarrollamos o damos apertura a la formación de nuestra personalidad.
Dentro de los factores que otorga la familia para la estabilidad de la personalidad en el individuo, Cabrera (2011) resalta “la afectividad, dependencia, pertenencia a un grupo, responsabilidad, y una serie de funciones consideradas significativas” (p. 2), en donde estas serán evidenciadas en las acciones educativas que reciba de los miembros del grupo familiar al que pertenece.
Sauceda (2000) expresa que “la estructura de una familia está constituida por las pautas de interacción que se establecen entre sus miembros, quienes organizan sus relaciones dentro del sistema en una forma altamente recíproca y reiterativa en los siguientes parámetros: jerarquía, alianzas, límites, roles o papeles y redes de apoyo” (p. 61), los que logran que la familia de pautas y se convierta en el primer ámbito de socialización, el cual también influye en la estabilidad de la personalidad en el individuo.
Arteaga (2015) citando a Quiroz (2012) exponiendo los principales factores que influyen en la personalidad durante el desarrollo en la etapa de adolescencia, la cual es considerada como aquella en la que parte la formación y/o estabilidad de la personalidad del sujeto, “provisión de los recursos, en cuanto a la satisfacción de necesidades básicas; protección de los jóvenes, frente a amenazas del ambiente; vigilancia por parte de los padres, respecto a la toma de decisiones y supervisión de la conducta; orientación y promoción del desarrollo, abarcando aspectos cognitivos, sociales, afectivos y conductuales; y, los efectos del cambio familiar sobre el desarrollo del sujeto que favorecen el crecimiento del individuo” (p. 9).
La comunicación es otro aspecto influyente en la relación de un individuo con su familia, como mencionan Garcés y Palacios (2012) “la familia es precisamente el primer laboratorio social donde los seres humanos experimentan sus primeros contactos con otros, desarrollando vínculos afectivos o relaciones cercanas u ocasionales” (p. 5). A su vez, Herrera (2007) resalta “la importancia que juega la comunicación en el funcionamiento y mantenimiento del sistema familiar cuando esta se desarrolla con jerarquías claras, límites claros, roles claros y diálogos abiertos y proactivos que posibiliten la adaptación al cambio y las crisis que esta pueda vivir a través de su tiempo de convivencia” (p. 2).
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