LA INDUSTRIA PETROLERA EN EL MAR
Enviado por notedare • 20 de Febrero de 2014 • 2.390 Palabras (10 Páginas) • 309 Visitas
LA EXPLOTACIÓN de las sustancias minerales de la corteza terrestre, que pueden encontrarse tanto en la superficie como en las profundidades, puede realizarse por procedimientos de extracción sólida, líquida o gaseosa.
Las características de las zonas marinas de donde se obtienen estas sustancias, son como las de tierra firme, es decir, un conjunto de huecos de distintas formas, en donde las labores que se pueden llamar mineras deben ejecutarse para llegar al yacimiento, enlazarlo con la superficie, dividirlo en secciones para extraer el mineral de una manera ordenada, segura y económica. Antes de iniciar las labores mineras se tiene que localizar y determinar el yacimiento, realizando los trabajos conocidos como "búsqueda y prospección".
La minería submarina puede llevarse a cabo de diferentes formas: por dragado o excavación directa del fondo del mar en los yacimientos situados en superficie de rocas; por la explotación subterránea de pozos o galerías, cuando el mineral está situado a mayor profundidad, y por la explotación con sondeo para las sustancias especiales, como el petróleo, el gas, el azufre, y diferentes sales.
El petróleo, hidrocarburo líquido oleaginoso, es de origen orgánico y su formación comprende un complicado proceso que se inicia con la acumulación de residuos de origen orgánico de plantas y animales, los cuales se depositan junto con otros sedimentos como la arena, el limo y la arcilla, productos de la erosión continental.
A medida que aumenta la profundidad en donde se depositan estas sustancias, una porción de la materia orgánica se transforma, por procesos químicos, en hidrocarburos, incluyendo el petróleo crudo y el gas.
Las principales condiciones que requiere la acumulación de estos productos comprenden espesas secciones de estratos sedimentarios, constituidos por capas permeables como las formadas por piedra arenisca y capas impermeables de restos orgánicos compactos.
También es necesario que las capas presenten algún tipo de arreglo que permita interceptar y guardar las acumulaciones de sedimento, como son las estructuras abovedadas o vueltas hacia arriba, que se pueden localizar en estratos permeables para dar cabida al petróleo crudo y al gas, y contenerlos dentro de estas capas de tipo reservorio.
Mediante el uso de técnicas geofísicas y de perforación, que permiten el relevamiento y la exploración de los estratos sedimentarios a grandes profundidades por debajo de las plataformas continentales, se han descubierto, en muchas zonas marítimas, las condiciones favorables para la acumulación del petróleo crudo y de gas.
Las plataformas no sólo se extienden sobre un gran espesor de sedimentos sino que satisfacen las otras condiciones requeridas para la acumulación del petróleo crudo y del gas.
Aunque el primer descubrimiento de petróleo bajo el mar fue reportado hace 75 años más o menos, en aguas poco profundas frente a la costa de California, no fue sino hasta 1946 cuando se inició la exploración intensiva de las zonas costeras mundiales.
Desde esa época se calcula que más de 16 000 pozos han sido perforados en plataformas continentales a profundidades mayores y a distancias cada vez más alejadas de la costa, lo cual confirma la aseveración de algunos investigadores de que la reserva mundial petrolera se reduce año con año, y que si en 1985 alcanzaría para 30 años de consumo, en el año 2000 sólo habrá para 20.
Las técnicas modernas permiten extraer petróleo crudo en aguas con profundidades que llegan a los 100 metros y localizadas hasta a 100 kilómetros de la costa. La exploración ya está en marcha en las plataformas continentales de 75 países, 28 de los cuales están produciendo o están por producir petróleo crudo y gas submarinos.
La producción mundial en estas áreas frente a las costas ha aumentado hasta alcanzar el 17% del total de la producción de petróleo crudo, y las reservas estimadas próximas a la costa suman un 21% de los 60 mil millones de toneladas que constituyen el total de la reserva mundial.
La razón principal para esta gran actividad de exploración y de explotación de la zona costera es el rápido aumento de la demanda mundial de energía, y la probada capacidad de las plataformas continentales para suministrar una parte sustancial de hidrocarburos. Aun cuando se espera que las plataformas continentales satisfagan una parte significativa de los futuros requerimientos petroleros, la industria ya está recurriendo a las zonas de aguas más profundas de los taludes continentales para la futura provisión del petróleo, y, posiblemente, en los próximos años se llegará a trabajar en las regiones continentales todavía más profundas y en los mares semicerrados también profundos, que se caracterizan por sus espesos sedimentos.
Las operaciones marinas de exploración geológica y geofísica son diferentes de las realizadas en tierra firme, aunque, en esencia, los métodos sean los mismos; sin embargo, los estudios marítimos exigen que los aparatos de medida sean colocados en el fondo del mar, descendiéndolos con cables y nivelándolos con mando a distancia, antes de efectuar las lecturas y además que estén construidos con materiales especiales que resistan la acción corrosiva del agua del mar.
Ya se cuenta con la tecnología necesaria para investigar, no sólo las partes exteriores de las márgenes continentales y los mares semicerrados, sino también las cuencas oceánicas profundas. Buques perforadores de profundidad han trabajado en profundidades de más de 1 500 metros en el talud continental superior del Golfo de México y en el Atlántico occidental; el buque perforador Glomar Challenger se halla realizando varios trabajos similares en los mares semicerrados y en las cuencas oceánicas a profundidades superiores a los 6 mil metros, como parte del proyecto de perforación bajo aguas profundas de los Estados Unidos.
Recientemente se reportó que el Glomar Challenger, al perforar una de las elevaciones estructurales debajo de la planicie abisal del Golfo de México, a 3 580 metros, extrajo petróleo y azufre, utilizando para ello tubería que penetró a 137 metros de la corteza. Si bien no se trata de un descubrimiento con valor comercial, es la mejor prueba de que posiblemente existe petróleo en mares semicerrados a esas profundidades.
En la exploración de los recursos petroleros costeros se utilizan plataformas flotantes y barcos para perforar pozos, y la tecnología para hacerlo está limitada a una profundidad máxima de unos 450 metros.
Después de esta exploración, y a medida que van apareciendo acumulaciones de petróleo consideradas
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