LA OBSOLESCENCIA INDIRECTAMENTE CAUSA UNA PROBLEMÁTICA AMBIENTAL

LA OBSOLESCENCIA INDIRECTAMENTE CAUSA UNA PROBLEMÁTICA AMBIENTAL

PALABRAS CLAVES: Obsolescencia, consumo masivo, decisiones, consumidor, impacto ambiental

Durante toda la vida siempre hemos estado ligados fuertemente a tomar decisiones que pueden cambiar nuestra vida. Una decisión puede facilitar u obstaculizar nuestro camino, pero vivimos constantemente en una encrucijada de decisiones. Existen dos tipos de decisiones: decisiones programadas, las cuáles son aquellas repetitivas, normalmente estás están bajo un reglamento, o una política establecido; y las decisiones no programadas son aquellas que debemos tomar sobre temas no frecuentes en la vida (Gutiérrez , s.f). Existen desde la economía decisiones programadas, como lo son las decisiones del consumidor, estás están definidas por cuatro factores: cultural, sociales, personales y psicológicos. Estás decisiones permiten que el consumidor adquiera más o menos productos (La decisión de compra del consumidor, s.f). Del mismo modo se han creado diferentes ciencias para identificar esas decisiones del consumidor, que permitan entender la psicología del mismo, y poder aumentar el consumo de productos o servicios que no siempre son necesidades básicas.

Desde un primer punto de vista, una de las decisiones más importantes, es la decisión de consumo, sin embargo, el consumo sin límites de la sociedad contemporánea y la cultura capitalista han impuesto la creación de productos de mínima duración para ser cambiados en el menor tiempo posible, a esto se le conoce como obsolescencia programada (Caseres, 2008). Otra definición de este concepto según Slade (citado en Anábalon,2016), la obsolescencia programada es un conjunto de técnicas aplicadas para reducir artificialmente la durabilidad de un bien manufacturado con el fin de estimular el consumo repetitivo”. En general, existen un sin número de definiciones para este concepto, sin embargo, la obsolescencia programada tiene como punto a favor el sistema capitalista, basado en el consumo masivo, que busca crear necesidades al hombre, para que este a su vez las vea urgente y poder adquirir un producto (Desiato,  2001).

La obsolescencia puede ser de dos tipos:  programada, en donde el directamente responsable y el que limita el uso del tiempo del producto es el fabricante; y obligatoria o percibida   quien es el consumidor quien se deja seducir por los medios de publicidad, para comprar productos no necesarios, es decir una progresiva adaptación a los requerimientos de producción (Segrelles, 2010). Esta obsolescencia ya sea programada u obligatoria está generando un crecimiento económico y productivo  aparentemente ilimitado, donde los factores productivos de la economía “Tierra y Trabajo” no se toman como finitos y van en total contradictoria con los objetivos de desarrollo sostenible. (Latouche, 2004). Es importante mencionar que gracias a la economía se empezó a hablar de recursos finitos, sin embargo cuando los factores productivo de Tierra y Trabajo, estén en un estado estacionario o crecimiento cero, serán escasos generando un descrecimiento, que directamente  afectará al sistema capitalista actual (Latouche, 2004) y que por otro lado, afectará directamente a cualquier proceso ambiental que se quiere plantear para reducir el consumo masivo.

Desde un segundo punto de vista y enfocado hacía un punto de vista ambiental, la obsolescencia programada tiene dos grandes problemáticas; la primera enfocada en la cantidad de Recursos Naturales necesarios para la manufactura de los diferentes productos; y la segunda el aumento de los residuos, que ocuparan grandes áreas de terreno convirtiéndose en una problemática ambiental difícil de manejar. Es importante resalta que la obsolescencia programada, puede ser en cualquier producto, sin embargo, los productos tecnológicos son en los cuales se puede evidenciar de mayor forma. Con lo anterior el problema desde el punto ambiental que trae la obsolescencia aumenta, ya que la mayoría de residuos tecnológicos, más conocidos como RAEE´s - Residuos de Artefactos Eléctricos y Electrónicos, son de manejo especial y su disposición no son directamente en los rellenos sanitarios. Según la WWF, el 2017 el continente Americano, produjo el 25,3% de  estos residuos (WWF, 2019) y se estima que la producción anual en general es de aproximadamente 40 millones de toneladas, sin embargo, este dato, no es un dato exacto, puesto que algunos RAEE´s van directamente a rellenos sanitarios o se les da otra disposición lo cual hace , que no sea tan fácil su contabilización (Baldé,et al, 2015).

Por otro lado, y como un tercer punto, una de las graves consecuencia de la cantidad de RAEE´s , generados , es que el consumidor final por un lado , no tiene la conciencia del efecto que tienen estos residuos al ambiente y además no tienen información de cómo debe ser su disposición final. Los RAEE ´s , están compuestos de varios materiales como son metales preciosos (oro, plata, platino), de metales básicos (cobre, aluminio, niquel, Zinc, Hierro), de metales pesados (Mercurio, plomo, cadmio, arsénico, berilio) y otros materiales como plásticos y vidrio (CORANTIOQUÍA, 2010). Debido a la cantidad de metales que contienen estos productos, su disposición es muy complicada, y por lado, la cantidad de metales, también generan sustancias tóxicas nocivas para la salud humana.

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