LA TIERRA Y SU ÁMBITO (ENSAYO SOBRE EL UNIVERSO)
Enviado por zeldanlink64 • 16 de Febrero de 2014 • 2.630 Palabras (11 Páginas) • 413 Visitas
Instituto Educacional “San Miguel” Autora: Isabel Bermúdez
Ciencias de la Tierra C.I.: V-26425529
Maracay, Edo. Aragua 5to “A”
LA TIERRA Y SU ÁMBITO
Nuestro amado planeta tierra, hogar de millones de especies, cuna de la vida en el Sistema Solar de la vía láctea, puede parecer inmenso relativamente a nuestro tamaño, pero lo difícil de creer es que apenas comprendemos una ínfima parte del universo, el cual es tan vasto que está lleno de misterios y enigmas de todo tipo.
Se explica el concepto del universo como la totalidad del espacio y el tiempo, es decir, todo lo que existió, existe y existirá bajo las leyes físicas (conocidas y desconocidas para el hombre) que lo gobiernan; a pesar de ello, en este ensayo se proyectará al universo en un ámbito cósmico, natural y científico, partiendo desde lo macro hasta lo micro, que se ha podido estudiar basándose en lo visible del mismo.
El universo vio su origen hace aproximadamente unos 13000 a 14000 millones de años, gracias a una explosión denominada el “Big Bang”. En ese momento todo estaba en un estado caliente, concentrado e infinitamente denso, hasta que toda esa energía se disipó y la temperatura empezó a bajar paulatinamente, es decir, se había iniciado el proceso de expansión del universo, que continúa hasta el día de hoy. Cabe destacar que, el universo era infinitamente pequeño en comparación a su estado actual; aunque a decir verdad no se conoce con certeza el tamaño del universo, podría medir billones de años o luz, o bien ser infinito, e inclusive cabe la posibilidad de la existencia de varios universos simultáneos. Actualmente se considera que el universo es finito pero ilimitado, refiriéndose a que tiene un volumen medible pero no tiene límites. Otro tema interesante y en constante debate es la forma del universo, puesto a que esta determinaría su destino final, pero esto dependería del cálculo de la densidad del mismo, es decir, cuanta materia y energía posee, cosa que tampoco se sabe. Según lo planteado por Albert Einstein existen tres posibles formas del universo (abierto, cerrado y plano), de los cuales la mayoría de los científicos actuales apoyan a la forma plana; en todo caso, es algo de lo cual nadie tiene certeza ni seguridad.
Luego del big bang, cuando el universo inició su expansión, poco a poco se fue enfriando, dando lugar a la materia, mediante los primeros átomos de hidrógeno y helio. A medida que se enfriaba, se inició la formación de nubes de gas de hidrógeno y nebulosas que pasaron a ser lo que hoy conocemos como galaxias.
Las galaxias son parte de la constitución del universo, éstas a su vez son grandes condensaciones de estrellas, y portan el título de la estructura más grande conocida en la cual se organiza el universo; vistas a través de un telescopio potente, como el Hubble, parecen manchas luminosas con muchas formas. Las galaxias se distribuyen por todo el universo y presentan muchas variaciones en cuanto a su configuración y su antigüedad, siendo las más pequeñas aquellas que constan de alrededor de 3000 millones de estrellas, y las más grandes pueden contener hasta un billón de astros, llegando a poseer un diámetro de 170000 años luz, mientras que las primeras no exceden los 6000 años luz. Cabe destacar también que aparte de los planetas, asteroides y cualquier astro que posea una galaxia, éstas también constan de materia interestelar conformada por polvo y gas en una proporción que varía desde el 1% hasta el 10% de su masa.
Puesto a que la tecnología evoluciona cada día más, los telescopios son capaces de permitirnos observaciones cada vez más precisas y detalladas de los elementos que conforman el universo, haciendo posible una clasificación de las galaxias según sus formas, tal como lo son las galaxias elípticas, espirales, lenticulares e irregulares.
Las galaxias elípticas tienen una forma, como su nombre lo indica, de elipse y se caracterizan por carecer de una estructura interna definida y por poseer muy poca materia interestelar; las galaxias espirales por otra parte son discos rotantes de estrellas y materia interestelar, que gracias a ese movimiento causan esa forma tan peculiar que asemeja a unos “brazos”; las galaxias lenticulares están ubicadas en medio de las elípticas y las espirales, se caracterizan por poseer un disco, una condensación central importante y una gran envoltura; por último, las galaxias irregulares son aquellas que no encajan en ninguna clasificación de galaxias según la secuencia de Hubble, gracias a su falta de forma.
Otro fenómeno interesante al cual da vida el universo son los cuásares; éstos producen grandes cantidades de energía y una radiación similar a la de las estrellas, además de ser mucho más brillantes que ellas. Algunos científicos creen que son el resultado de agujeros negros que absorben estrellas o gas interestelar, entonces en su interior ocurre una reacción que da lugar a esa intensa radiación que los caracteriza. Un dato curioso es que en la década de los 70 se identificó a un cuásar que emanaba un brillo aproximadamente 60000 veces mayor al de la vía láctea en su totalidad; y es que de hecho, esto es lo más fascinante sobre ellos; que debido a su lejanía (miles de millones de años luz) deben ser más brillantes que 1000 galaxias juntas, para ser apenas visibles como una débil estrella.
Teniendo en claro las “nociones básicas” de los elementos más importantes que conforman el universo visible por nosotros, vamos a adentrarnos un poco más hacia lo conocido, es decir, nuestro sistema solar. Tal cual su nombre lo indica es un sistema, un conjunto de astros o cuerpos celestes que orbitan alrededor de una única estrella que denominamos el Sol. Se cree que se formó hace unos 4.650 millones de años. Según la teoría de Laplace, una inmensa nube de gas y polvo se contrajo a causa de la fuerza de la gravedad y comenzó a girar a gran velocidad, probablemente, debido a la explosión de una supernova cercana. Una cantidad de materia se acumuló en el centro, y la presión era tan alta que los átomos comenzaron a quebrarse, liberando la energía que resultó en la formación de nuestro Sol. Al mismo tiempo se formaban unos remolinos en su entorno, que al crecer aumentaban su gravedad y recogían más materiales en cada vuelta, lo cual acabó por crear los planetas en sus respectivas órbitas. Actualmente el sistema solar (Ubicado en la vía láctea) se constituye por el Sol, ocho planetas (en orden del más cercano al más lejano del sol: Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter,
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