La Cadena De Valor

La cadena de valor del vino

El valor del producto o servicio está dado por un conjunto de cualidades que el cliente es capaz de reconocer y por el que está dispuesto a pagar un determinado precio.

Mucho se ha escrito acerca de la cadena de valor del vino, pero pocos han reflexionado respecto al principal punto en cuestión. ¿Qué es lo que el cliente realmente valora?. Contestar acertadamente esta difícil pregunta, puede ayudarnos a entender porque algunos clientes están dispuestos a pagar más de 1000 euros por tanto solo una botella de vino.

La cadena de valor es el conjunto de factores internos que determinan nuestra posición en el mercado (abastecimiento, desarrollo tecnológico, recursos humanos, infraestructura de la empresa, operaciones, logística, marketing y ventas, etc.). Su correcta interpretación nos permite identificar que actividades de nuestra empresa crean valor y cuales solo ocasionan pérdidas a la compañía.

El valor del producto o servicio está dado por un conjunto de cualidades que el cliente es capaz de reconocer, consciente o inconscientemente, y por el que está dispuesto a pagar un determinado precio. El valor del producto o servicio estará siempre determinado por el cliente.

Al respecto, estoy convencido que existen 2 tipos de clientes: el que compra en forma afectiva y el que lo hace en forma racional, esto independiente del nivel de información que maneje. Desde mi punto de vista, en el caso del vino, los compradores lo harían preferentemente en base a emociones (recuerdos, entorno).

La ventaja competitiva debe ser concluida del análisis FODA de nuestra empresa, la cadena de valor será el “mapa” donde serán identificados y posteriormente explotados al máximo a fin de hacer que esta ventaja competitiva perdure en el tiempo.

“No hay nada más absurdo que proyectar lo que no somos. Al final del día, todos saben quién eres…menos tú.”

Un factor que otorga valor a las empresas es la identidad propia. No confundir con imagen, que es lo que proyectamos al mercado. Cuando sabemos lo que somos y a donde vamos, podemos esforzarnos cada día en mejorar lo que tenemos. Si no es así, pasaremos el día en Internet, para ver que han hecho otros e intentar fabricarlo de una forma más económica.

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