La Formacon Del Espiritu Cientifico

Formación del espíritu científico

Tal vez la característica más definitiva en la evolución del ser humano es el razonamiento, gracias ello el hombre puede tener una dimensión de conocimientos comunes, que le permiten crear, accionar, ordenar, intencionar, prevenir etc. En las primeras etapas de la historia humana, el conocimiento era escaso, por lo tanto estaba lleno de las más grandes dudas, la observación de los fenómenos naturales en esa etapa entonces inexplicables provocaron el miedo de los seres humanos, crearon dogmas naciendo así las religiones politeístas naturalistas la escasa experiencia de lo comprobable, hizo que pasaran siglos para que se dieran las evoluciones del pensamiento, de la autonomía moral, de los juicios sobre las cosas de la naturaleza y comportamiento humano. Hoy, el conocimiento religioso es parte del ser, del código de comportamiento, pero la mayoría de las cosas tienen explicación científica, un orden de comprobación o de experimentación, y de análisis. La autonomía es entonces clave para la libertad de pensamiento; llegamos entonces a la corriente de ideas del positivismo, donde el propio hombre es el centro de todo lo que hay, todo lo creado por él mismo, y esta corriente da como resultado el inicio de la formación del espíritu científico; fundamentada en un método, que nos permite crear, comprobar, hacer ciencia. Somos privilegiados los de las generaciones recientes, pues nos apoderamos de una gran herencia científica y cultural, que nos obliga a cuidar y acrecentar lo ya descubierto, lo ya creado, pero también somos responsables de lo que en nuestra ambición le llegara a pasar a nuestro entorno, a las especies que con nosotros habitan el planeta, y que al no poseer la facultad de razonar no son capaces de crear predicción de su futuro ni individual ni de especie. Entonces la formación de un espíritu científico lleva implicada la responsabilidad, los valores humanos, la ética y la moral.

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