La Leucemia
Enviado por lauribiris123 • 4 de Junio de 2014 • 4.096 Palabras (17 Páginas) • 163 Visitas
¿Cuáles son los factores de riesgo de la
leucemia mieloide aguda?
Un factor de riesgo es todo aquello que aumenta las probabilidades de que una persona
padezca una enfermedad, como por ejemplo el cáncer. Por ejemplo, la exposición de la
piel a la luz solar intensa es un factor de riesgo para el cáncer de piel. Asimismo, fumar
es un factor de riesgo para un número de cánceres.
Sin embargo, los factores de riesgo no lo indican todo. Presentar uno o incluso varios
factores de riesgo no significa que usted definitivamente tendrá la enfermedad. Además,
muchas personas que adquieren la enfermedad pueden no tener factores de riesgo
conocidos. Aun cuando una persona tiene un factor de riesgo y desarrolla cáncer, a
menudo es muy difícil saber cuánto pudo haber contribuido ese factor de riesgo al cáncer.
Existen pocos factores de riesgo conocidos para la leucemia mieloide aguda.
Tabaquismo
El único factor de riesgo demostrado para la leucemia mieloide aguda es fumar. Muchas
personas saben que el hábito de fumar está vinculado a cánceres de pulmón, la boca, la
garganta y la laringe, pero pocos se dan cuenta que también puede afectar las células que
no tienen contacto directo con el humo. Las sustancias cancerígenas presentes en el humo
del tabaco son absorbidas por los pulmones y propagadas a través del torrente sanguíneo
a muchas partes del cuerpo.
Exposición a ciertas sustancias químicas
La exposición a ciertos químicos puede aumentar el riesgo de AML. Un factor de riesgo
para la AML es la exposición a largo plazo a altos niveles de benceno. El benceno es un
solvente usado en la industria de hule (goma), refinerías, plantas químicas, fabricantes de
zapatos e industrias relacionadas con la gasolina, y también está presente en el humo del
cigarrillo, y en algunos pegamentos, productos de limpieza, detergentes, materiales de
arte y disolvente de pintura. Algunos estudios han asociado la exposición excesiva al aldehído fórmico (formaldehído)
en el lugar de trabajo con el riesgo de AML, aunque esta asociación no se observó en
otros estudios.
Tratamiento contra el cáncer
Los pacientes que son tratados con ciertos medicamentos de quimioterapia contra el
cáncer tienen más probabilidades de padecer AML. Los medicamentos llamados agentes
alquilantes y los agentes que contienen platino están asociados con un riesgo aumentado
de AML que alcanza su nivel más alto alrededor de 8 años después de la quimioterapia.
A menudo, un paciente padecerá una enfermedad llamada síndrome mielodisplásico antes
de la AML. La ciclofosfamida, la mecloretamina, la procarbazina, el clorambucil, el
melfalán, el busulfán y la carmustina son ejemplos de agentes alquilantes. Los
medicamentos con platino incluyen cisplatino y carboplatino.
Los medicamentos de quimioterapia conocidos como venenos de topoisomerasa II
también están asociados con AML. La AML asociada con estos medicamentos suele
presentarse solo varios años después del tratamiento y sin presentarse primero el
síndrome mielodisplásico. Los medicamentos etopósido y tenopósido, mitoxantrona, y las
antraciclinas (epirrubicina, doxorrubicina) son ejemplos de venenos de topoisomerasa II.
Para más información, consulte el documento Second Cancers After Cancer Treatment.
Exposición a la radiación
La exposición a altas dosis de radiación (tales como ser un sobreviviente de la explosión
de una bomba atómica o el accidente de un reactor nuclear) aumenta el riesgo de AML.
Los sobrevivientes japoneses de la bomba atómica tenían un riesgo significativamente
mayor de desarrollar leucemia aguda, generalmente en un lapso de seis a ocho años
después de la exposición.
El tratamiento con radiación para el cáncer también ha sido relacionado con un aumento
en el riesgo de AML. El riesgo varía según la cantidad de radiación administrada y el
área que es tratada, aunque no es tan alto como el visto después de las explosiones de una
bomba atómica.
Los posibles riesgos de leucemia por la exposición a niveles bajos de radiación, como la
producida por rayos X o por tomografía computarizada (CT) no están bien definidos. Si
se expone un feto a radiación durante los primeros meses de su desarrollo, puede haber
un riesgo aumentado de leucemia, aunque no es claro el grado de este riesgo. Si hay un
riesgo aumentado, posiblemente es pequeño, pero para propósitos de seguridad la
mayoría de los médicos tratan de limitar la exposición de una persona a la radiación tanto
como es posible. Ciertos trastornos sanguíneos
Los pacientes con ciertos trastornos sanguíneos parecen tener un riesgo aumentado de
padecer AML. Éstos incluyen trastornos mieloproliferativas crónicos, tales como
policitemia vera, trombocitemia esencial, y mielofibrosis idiopática. El riesgo de AML
aumenta más si el tratamiento para estos trastornos incluye algunos tipos de
quimioterapia o radiación.
Algunos pacientes que tienen un síndrome mielodisplásico (MDS) podrían padecer AML.
Los pacientes con MDS presentan recuentos bajos de células sanguíneas y células
anormales en la sangre y la médula ósea. Un MDS puede evolucionar hacia una AML
con el pasar del tiempo. Los pacientes que desarrollan AML después de un MDS tienen,
generalmente, un pronóstico desfavorable.
Síndromes genéticos
Algunos síndromes que son causados por mutaciones genéticas (cambios anormales)
presentes al nacer parecen aumentar el riesgo de AML. Entre éstos se incluye:
• Anemia de Fanconi.
• Síndrome de Bloom.
• Ataxia-telangiectasia.
• Síndrome de Blackfan-Diamond.
• Síndrome de Schwachman.
• Síndrome de Li-Fraumeni.
• Neurofibromatosis I.
• Neutropenia congénita grave (también llamado síndrome Kostmann).
Los problemas con los cromosomas que se presentan en el nacimiento también están
asociados con un mayor riesgo de AML. Estos incluyen:
• Síndrome de Down (nacer con una copia adicional del cromosoma 21).
• Trisomía 8 (nacer con una copia adicional del cromosoma 8).
Antecedentes familiares
Aunque no se cree que la mayoría de los casos de AML tengan un vínculo genético
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