La Libertad. Libertad es la capacidad que nos permite escoger entre dos bienes, el mejor.
Enviado por pablovich100 • 20 de Diciembre de 2016 • Documentos de Investigación • 2.309 Palabras (10 Páginas) • 644 Visitas
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LA LIBERTAD
Autor: Francisco de P. Cardona Lira.
Fuente: Manual de Formación Humana y Educación Familiar
Como hemos visto, vemos, la inteligencia y la voluntad actúan de la mano.
Gracias a ellas los seres humanos poseemos el don más grande que hayamos recibido: LA LIBERTAD.
“La libertad, mi querido Sancho, es uno de los preciosos dones que a los hombres dieron los cielos. Con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad se puede y debe aventurar la vida...” Don Quijote a Sancho Panza. Cervantes.
Libertad es la capacidad que nos permite escoger entre dos bienes, el mejor.
Erróneamente creemos que la libertad es hacer lo que yo quiero, lo que se me antoja. Claro que podemos hacerlo, pero no es para eso la libertad. Ella tiene una finalidad: darnos la posibilidad de ser mejores, de perfeccionarnos, de ser mejores personas. La libertad es escoger, para optar de entre dos cosas buenas, la mejor, la que me haga ser mejor persona.
El escoger por algo que no es el bien, se llama libertinaje.
Esta es la más grande característica humana, pues es su esencia misma: ser libre, optar por sí mismo.
Y, el ser humano, es capaz de querer libremente aquello que le lleva a su perfección, a su crecimiento integral, al desarrollo armónico de todas sus posibilidades como persona. Es decir, querer el bien.
Cuando se quiere el bien propio y el bien de los demás, es decir, todo aquello que me hace crecer a mí y a los demás como personas, decimos que amamos.
Amar es querer el bien del amado. Es ese acto de voluntad que iluminada por la inteligencia opta libremente por aquello que favorece el crecimiento de la otra persona.
Es decir, de querer y procurar libremente el bien para sí mismo y para los demás. Querer el bien para su familia, para sus compañeros de trabajo, para su patria, para la sociedad en general.
Para ejercer en plenitud su libertad requerirá hacer un esfuerzo de voluntad para conocer aquello por lo que va optar. Si no conoce el bien objetivo, si no adecúa su inteligencia a la realidad, ¿cómo querrá realmente aquello? Si no conoce el bien, ¿cómo podrá optar por él?
Mas no basta conocer. Se requiere reflexionar. Es decir, doblar y redoblar las ideas, los conceptos, y encontrar mejores cosas que reflexione. , y por ello se ha de esforzar, también, para reflexionar con rigor sobre lo mismo; un esfuerzo de discernimiento sobre las opciones que su inteligencia le presente; un esfuerzo por querer llevar a cabo aquello que ha descubierto valioso en su reflexión. Por su libertad será capaz de escoger seguir o no sus impulsos instintivos, sus estados de ánimo o lo que su corporeidad le pida.
Por tanto, ha de crecer en la formación integral de su inteligencia y de su voluntad. Sin este desarrollo esforzado quedará prisionero de su sensibilidad, de sus tendencias instintivas y de su corporeidad.
Con su libertad será capaz de determinarse a sí mismo, de ir a favor o en contra de aquello que lo perfecciona.
Será capaz de promover su dignidad y la de las demás personas o manipularlas y denigrarlas.
Será capaz de comprometerse por el bien de la sociedad o de encerrarse en su propio mundo.
Será capaz de aportar a los demás sus cualidades personales o de recluirse y en la propia satisfacción personal.
Será capaz de realizar grandes proyectos creativos para el bien de todos o de ceñirse a lo que le dé satisfacción personal
Será capaz de encontrarse con los demás seres, sean humanos o no, y promover su crecimiento o, por el contrario, utilizarlos para su comodidad e incluso destruirlos y denigrarlos.
Será capaz de comunicarse con claridad y honestidad con los demás, o de vivir en el engaño y en la mentira ocultando voluntariamente la verdad.
Será capaz de esforzarse por colaborar y participar en el bien común de la sociedad o de hacerse centro de su propia existencia prescindiendo de los demás.
Será capaz de vivir voluntariamente el respeto a los demás seres humanos, de ser tolerante con las diferencias que encuentre en los demás, o, por el contrario, de cosificar a los demás y de rechazar sin más a quienes no piensen, vivan u opinen igual que él.
Será capaz de responder de las consecuencias de todas y cada una de sus acciones, de sus compromisos y de sus decisiones, o de vivir irresponsablemente perjudicando con su actitud a los demás;…
La libertad del ser humano es lo más grande que puede poseer. Y, si crece y se perfecciona, será capaz de responder maduramente a toda decisión tomada.
¿CUÁLES SON LOS GRANDES ENEMIGOS DE LA LIBERTAD?
Con lo que hemos visto hasta aquí podemos desenmascarar a los grandes enemigos de la libertad:
LA IGNORANCIA
El que no conoce, como hemos dicho, será esclavo de la ignorancia. No podrá ver lo mejor, no podrá decidir bien. Nadie ama lo que no conoce.
LA IRREFLEXIÓN
Quien no reflexiona sobre lo que va a decidir, lo más probable es que decida mal.
LA IRRESPONSABILIDAD
Quien no se haga responsable de las consecuencias de sus decisiones, decidirá mal.
LA DEBILIDAD DE VOLUNTAD
Para reflexionar bien, para ser responsable de las consecuencias, para perseverar en lo decidido hace falta voluntad férrea y firme. Quien tenga una voluntad débil no logrará lo anterior.
EL EGOÍSMO
Quien viva siempre para servir sus propios caprichos o egoísmos, se hará esclavo de ellos.
LAS PASIONES
Las pasiones ciegan a nuestra inteligencia. No nos dejan ver realmente lo que es bueno.
¿CÓMO SABER Y RECONOCER AQUELLO QUE VERDADERAMENTE ES BUENO?
Todos en nuestro interior tenemos a la voz de la conciencia que nos dice: “Haz el bien, y evita el mal”. Es la voz que resuena siempre que vamos a decidir por algo.
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