La Otra Cara Del Bótox

ANTECEDENTES

La otra cara del Bótox, es curioso pensar que la primera idea que se nos viene a la mente cuando hablamos de Bótox es arrugas, cirugía sin bisturí, etc. Es vanidad, pero veamos como por azar es que se descubre la utilidad de esta sustancia con fines estéticos.

El nombre de Bótox se debe a una bacteria llamada Clostridium Botulinum, que produce el botulismo. El término proviene del latín botulus que significa salsa.

No lo cree: ¿salsa? Pues, según una de las web que consulta, en el siglo XVII, durante las guerras napoleónicas, hubo numerosas epidemias por botulismo, y pensaban que el origen de aquellas plagas estaba en la salsa de la carne.

El bótox fue ideado mucho antes de la Segunda Guerra Mundial como un arma de destrucción masiva. Durante la Segunda Guerra Mundial esa sustancia se transformó en un arma de bioterrorismo. Los japoneses ocuparon Manchuria en los treinta, probaron el bótox con los chinos. Pero fueron los americanos y los canadienses quienes siguieron investigando como usarlo.

Un ejemplo de esto es que si alguien vierte 2.500 cc de bótox puro en el Guaire o el Río de la Plata, esa cantidad basta para envenenar media ciudad.

El oftalmólogo Alan B. Scott trata de hallar una cura para el estrabismo más rebelde. Tras años de investigaciones, nota que el bótox debilita el músculo ocular y, al mismo tiempo, las arrugas se atenúan o desaparecen. Su descubrimiento fue completamente accidental, es decir, una reacción secundaria, así que de un uso neurológico el Bótox se convierte en una multimillonaria maquinaria cosmética. Scott le vendió su fórmula al laboratorio americano Allergan, por 3 millones de euros. Desde entonces él ha dejado de ganar 1 millardo de dólares al año.

El 98% del Bótox aplicado en el país es por estética.

La mayoría de las personas que se aplican toxina botulínica en el país lo hacen por estética. Las cifras proporcionadas por la Sociedad Venezolana de Cirugía Reconstructiva, Estética y Maxilofacial son elocuentes: 98% estética y 2% razones médicas.

El Bótox médico se aplica para espasmos hemifaciales, blefaroespasmos, migrañas, casos avanzados de HIV con atrofia muscular, espasticidad, entre otros.

La marca más vendida en el país es la Bótox, fabricada por el laboratorio norteamericano Allergan, que posee la patente de la sustancia y tiene el permiso sanitario del Ministerio de Salud. Sin embargo, en el país circulan otras marcas como Botulax, Botulin. Algunas no tienen permiso sanitario, como sucede con los biopolímeros. También se distribuyen marcas chinas.

JUSTIFICACION

En este trabajo pretendo darle una visión clara a las personas respecto a la problemática que se tiene con de aplicación de la ley en el tema de salud, la medicina estética esta sujeta a las leyes de salud vigentes en nuestro sistema de justicia, pero la poca o nula aplicación por parte del sector encargado de la vigilancia de la adecuada aplicación de las mismas hacen que se realicen prácticas riesgosas para la salud.

En nuestros tiempos la mercadotecnia, la moda, nos hacen presa fácil de personas que juegan con la vida de otras sin la menor conciencia de lo que hacen, es común saber de lugares establecidos que ofrecen tratamientos estéticos, masajes relajantes, masajes reductivos, aplicación de sustancias que reduzcan las líneas de expresión, etc.

Actualmente personas con diplomados en cosmiatría o una simple estilista, realiza aplicaciones de botox, consideran que el conocer el lugar donde aplicar dicha sustancia ya las hace expertas en el manejo de la misma. Un simple papel de diplomado la “certifica” para ejercer dicha práctica. Nada más alejado a la realidad, todo tratamiento de belleza que incluya alguna infiltración de sustancias o que se ingiera está considerado dentro de la Medicina Estética, solo los médicos cirujanos con especialidad o conocimientos de estética así como otros profesionistas

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