La Psicoterapia Como Tratamiento Psicologico

La psicoterapia es un tratamiento psicológico, originalmente individual basado en la interacción del terapeuta y el paciente.

Para emplear este tratamiento en una pareja, se debió partir de la suposición de que existe una patología del vínculo (relación o lazo), que va más allá de los síntomas, trastornos o características personales. Además de los conflictos intrasubjetivos, existen entonces, problemas intersubjetivos y modalidades de relación que no son sanas. Por tanto, esta es una terapia de lo que ocurre entre dos personas.

Entre las variantes de esta terapia adaptada a más de un individuo, está la de no poder solicitar sinceridad absoluta.

La problemática de pareja tiene origen en las dificultades propias de la relación, que además derivan de las dificultades de cada uno de sus integrantes. Pero en la psicoterapia de pareja, no se desentrañan los problemas de cada uno de los integrantes, sino que se tratan los que pertenecen a la relación.

El psicólogo intercede para que se pongan de manifiesto las ideas y sentimientos mutuos, en presencia de un tercero.

Un elemento desventajoso es que las parejas solicitan asistencia cuando la relación ya está en crisis. Este síntoma de malestar de pareja es el punto en que se centra el tratamiento.

La teoría vincular de Puget y Berenstein:

La teoría de Janine Puget e Isidoro Berenstein consiste en una clasificación tipológica de los vínculos entre los seres humanos. Pero esta vinculación no funciona como compartimentos estancos, pueden haber combinación de ellas en las diversas parejas.

- Vínculos de sangre: relaciones en base a un vínculo preestablecido (que puede ser biológico o no), donde los miembros no pueden elegir su pertenencia: padre, madre, hijos, hermanos.

- Vínculos de alianza: fundado en los compromisos entre las personas. Incluye modelos como: matrimonio, amistad y otras relaciones de libre elección.

Dentro de estos dos tipos de vinculación, la de sangre y la de alianza, podemos encontrar modalidades relacionales entre dos personas:

- Vínculo adhesivo o narcisista dual: fantasías de separación o pérdida del otro. Las separaciones ocasionan desesperación, sentimiento de inexistencia, quedar expuesto a un mundo hostil. Predominancia del contacto de piel, puede existir la fantasía de conformar un único ser. Ejemplo normal: relación hijo-madre, durante los primeros meses de vida. Ejemplo patológico: parejas simbióticas, padres e hijos excesivamente dependientes, hermanos inseparables.

- Vínculo poseído-posesivo: semejante al anterior, pero con una de las partes que asume el rol dominante y la otra se deja dominar. Predomina el contacto corporal y concreto. Las separaciones temporales e inevitables de los sujetos del vínculo se reducen al mínimo. Los modelos son los mismos del caso anterior.

- Vínculo de control o terceridad

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