Todos los tratamientos psicológicos son eficaces
Enviado por duther • 24 de Octubre de 2012 • 2.057 Palabras (9 Páginas) • 471 Visitas
Todos los tratamientos psicológicos son eficaces
Cuando uno toma un medicamento confía en que su eficacia haya sido sometida científicamente a prueba. Al igual que cualquier fármaco, un tratamiento psicológico debe pasar unas pruebas y controles científicos para saber si es más eficaz que no hacer nada o que utilizar otro tratamiento que en principio es menos o nada eficaz. De igual modo que no deberíamos tomar un fármaco de eficacia no demostrada, tampoco deberíamos seguir un tratamiento psicológico que no se sabe si funciona, al menos cuando existen tratamientos alternativos de eficacia demostrada.
Algunos profesionales se basan en su experiencia para afirmar que sus tratamientos funcionan -al igual que hacen los que imponen sus manos, leen las cartas del Tarot o ejecutan extraños rituales-, pero la experiencia no sometida a prueba se ha mostrado engañosa en múltiples ocasiones y existen métodos más fiables para saber si un tratamiento funciona o no.
No todos los tipos de tratamientos psicológicos han sido sometidos convenientemente a prueba. El más investigado, hasta el momento, ha sido el cognitivo-conductual. De este enfoque se han derivado tratamientos eficaces para una diversidad de problemas: trastornos de ansiedad, depresión mayor, disfunciones sexuales, problemas de pareja, trastornos de alimentación, drogodependencias, trastornos de conducta en la infancia, control de esfínteres y, en combinación con intervenciones médicas, esquizofrenia, dolor y trastorno de déficit de atención con hiperactividad.
Las terapias psicoanalíticas, psicodinámicas, existenciales/ humanistas y sistémicas no han sido investigadas suficientemente hasta el momento, por lo que no se puede afirmar si son eficaces o no (Sociedad Española, 2002).
Motivo de consulta
Cuando una persona asiste a una visita con un profesional de la salud mental los motivos que más comúnmente la llevan a hacerlo se refieren al alivio de un padecimiento, de un sufrimiento. En general el paciente siente que hay algo en su persona que le está causando algún sufrimiento, algún dolor psíquico. Pero no sabe qué es específicamente ni cómo actuar frente a ello.
Es muy común observar que la persona que pide la consulta es un tercero (un familiar, pareja o amigo) que está preocupado o percibe que algo le está sucediendo a su ser querido. Un gran porcentaje de pacientes acuden a terapia porque otras personas asistieron, lograron la ayuda que solicitaban y por ende recomiendan al profesional.
Uno de los mitos más extendidos es que el psicólogo es una especie de amigo, al cual uno le puede contar una dificultad, y que éste está capacitado (legalmente autorizado) para aconsejar respecto de la solución.
El terapeuta sólo representa un espejo objetivo, un otro yo que está por fuera de nosotros que nos escucha lo que realmente estamos queriendo decir. Nos devuelve una representación, una imagen de nosotros mismos y de las relaciones que mantenemos; mediatizada por la palabra que nuestros mecanismos defensivos no permitían el acceso a la conciencia.
Son muchas las situaciones y psicopatologías que pueden verse en la consulta psicológica. En la actualidad es posible afirmar que son cada vez más comunes las consultas por los trastornos de ansiedad (agorafobias, fobias, ansiedad social, etc.), los trastornos de la alimentación (bulimia, anorexia, etc.). Todas psicopatologías características de esta sociedad posmoderna, que presenta rasgos particulares como el consumo, el hedonismo, la imagen, la poca relación personal con el otro, etc.
Resistencia terapia psicológica
La precontemplación es la fase en la cual no se intenta cambiar el comportamiento en un futuro previsible. Se puede estar en el estadio de precontemplación porque no se es consciente de que los comportamientos son problemáticos. Esta falta de conciencia se puede deber a la ignorancia. También se puede no ser consciente que se tienen problemas a causa de una actitud defensiva. Las personalidades paranoicas o psicopáticas a menudo creen que son los otros que tienen que cambiar, pero no ellos. En el Cuestionario de los Estadios del Cambio, los precontempladores que empiezan la terapia generalmente están de acuerdo con la siguiente afirmación: "No soy yo quien tiene problemas, ni tengo por qué estar aquí."
Los precontempladores también se desmoralizan con respecto a sus habilidades para cambiar. Probablemente han intentado cambiar, pero han fracasado. No creen que puedan cambiar. Al menos no lo pueden hacer sin ayuda externa. La ignorancia, la actitud defensiva y la desmoralización son barreras muy significativas para el cambio. Mucha de estas barreras pueden ser particularmente auto-derrotistas, ya que hace que los precontempladores muestren resistencia a la ayuda exterior que podría facilitar el cambio. Los precontempladores acuden la mayoría de las veces a la terapia porque se ven presionados por la pareja, los padres, la escuela o el juzgado. No hace falta decir que corren un gran riesgo de abandonar, incluso aunque necesiten más terapia que otras personas en otros estadios de la terapia (Prochaska, J. 2001).
La duración del proceso terapéutico
No existe un número de sesiones determinado, cada persona es única y diferente. Esto hace que cada persona reaccione y actúe de forma diferente durante la psicoterapia. También, es determinante para indicar el número de sesiones, el tipo de problema que tiene el paciente, la gravedad y su duración.
Normalmente una vez que se ha realizado la evaluación del paciente y se ha hecho un diagnóstico, se puede dar una indicación aproximada del número de sesiones que podrían ser necesarias para superar el problema. Las sesiones son semanales: Una sesión a la semana de una hora aproximadamente de duración. A medida que el paciente va sintiéndose mejor y adquiriendo habilidades, se pasan las sesiones de semanales a quincenales (una sesión cada quince días) y de quincenales a mensuales (una sesión al mes). Esta es la dinámica que se suele emplear normalmente.
La actitud del paciente con el psicólogo
Es fundamental que el paciente adopte una actitud positiva y activa durante la psicoterapia. No se trata de aceptar todo lo que diga el psicólogo. Tampoco se trata de rechazarlo sin más. Hay que adoptar una actitud de escucha activa, de reflexión profunda sobre lo que se habla en las sesiones. Comentando con el psicólogo tanto los acuerdos como los desacuerdos.
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