La Sostenibilidad Como Desarrollo
Enviado por RHITHONTER • 30 de Junio de 2014 • 4.866 Palabras (20 Páginas) • 253 Visitas
LA SOSTENIBILIDAD COMO OPORTUNIDAD ANTE LA CRISIS: ECONOMÍA VERDE Y EMPLEO
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Luis M. Jiménez Herrero
Director
Observatorio de la Sostenibilidad en España
En estos tiempos de crisis ecológica global y crisis económica generalizada (sistémica), resurgen, con renovada fuerza, nuevos planteamiento para afrontar el cambio de paradigma de la economía convencional mediante un nuevo modelo de producción y consumo basado en fundamentos ecológicos y en el contexto de un estilo de desarrollo sostenible.
Es así como se presenta ahora una “economía verde” (que se asemeja a otros conceptos como el de “economía ecológica” o incluso el de “economía de la sostenibilidad”) que ha sido un eje fundamental en la Cumbre de Río +20 #(1). Pero, independientemente de su denominación, se plantea ahora una nueva economía que actúe como la palanca impulsora del cambio económico para superar la situación recesiva por sendas sostenibles e, incluso, marcar nuevas orientaciones para redefinir el progreso en una sociedad postindustrial.
Esta economía ecológicamente racional, ecoeficiente e inclusiva es el modelo que permite aliviar las debilidades estructurales y riesgos inherentes de la economía convencional, fuertemente condicionada por los fracasos del sistema de mercado, las externalidades, su dependencia de la energía fósil y la preponderancia del crecimiento como objetivo económico y político. Una nueva economía para afrontar los grandes retos del fenómeno del Cambio Global, garantizar el bienestar perdurable y la coevolución del sistema humano con la biosfera.
Pero para hacer frente a tales retos y afianzar el progreso de las sociedades hay que “transformar” el “metabolismo” de la sociedad industrial a fin de engranar la economía mundial con la ecología global afrontando una transición hacia nuevas formas de producir y de consumir, pero también asumiendo, en el ámbito personal, nuevas formas de ser y de estar. Por tanto, es imprescindible actuar sobre las causas fundamentales de los desequilibrios, es decir, sobre los propios agentes y las actuales pautas económicas de producción, consumo, distribución, uso del suelo, movilidad, turismo, ocio, etc, que son ineficientes e insostenibles en el tiempo. Se requieren, pues, profundas transformaciones estructurales en la economía productiva y en el tejido social para reorientar las estrategias y la toma de decisiones en clave de “sostenibilidad integral” (Jiménez Herrero, 2000-08).
Figura 1. Nueva estructura circular de la economía productiva. Fuente: Jiménez Herrero 2012.CONCEPTOS Y PRINCIPIOS OPERATIVOS DE LA ECONOMÍA VERDE
Hay que considerar, en primer lugar que sobre el concepto, ahora más popularizado, de “economía verde” (green economy) existe una cierta confusión metodológica y no se cuenta con definiciones suficientemente precisas y generalmente aceptadas #(2). A pesar de ello, la economía verde, se puede entender como hace Naciones Unidas, como aquella que mejora el bienestar humano, la equidad social, a la vez que reduce significativamente los riesgos ambientales y las escaseces ecológicas (PNUMA, 2011).
Una economía verde debe ser ante todo una economía de baja intensidad en carbono, en materia y en energía, que utiliza los recursos de forma eficiente, que es socialmente incluyente y que, además, ofrece, en el marco de la sostenibilidad, nuevas oportunidades no solo ambientales, sino socioeconómicas y tecnológicas en términos de competitividad, empleo sostenible y estabilidad a largo plazo.
Esta nueva economía ecológicamente eficaz, eficiente y hipocarbónica es el modelo que permitiría alcanzar mejor el objetivo global de desarrollo sostenible global. Pero, eso sí, en tanto que sea un eje de transformación estructural y no se convierta en una excusa para la simple mercantilización de la biosfera. En todo caso, existen una serie de características básicas, y condiciones operativas que definen un nuevo modelo económico ecológico y sostenible, que trataremos de resumir seguidamente.
Una economía que funciona como un subsistema del ecosistema global y sujeta a los límites
La economía es un “subsistema” del ecosistema global y funciona como un sistema “abierto” al medio ambiente con el que intercambia energía, materia e información, por lo que este subsistema económico está sujeto a las leyes de la naturaleza, de la termodinámica y de la lógica de lo vivo. Y por ello, las leyes del mercado imperantes no pueden estar por encima de las leyes naturales. El crecimiento económico tiene límites físicos en la medida que un subsistema no puede crecer por encima del sistema que lo alberga, una biosfera finita, y en tanto que depende de la existencia de unos sistemas ambientales y de un “capital natural” que proporcionan flujos de bienes y servicios insustituibles e indispensables para el sistema humano y para el propio bienestar de las personas. El “crecimiento sostenido” es imposible en un sistema finito. Y el llamado “crecimiento sostenible” es un oxímoron porque expresa una contradicción intrínseca. Sin embargo, sí puede haber “desarrollo sostenible” (ambiental, económico, social e institucional) sin necesariamente crecimiento cuantitativo, ya que se refiere esencialmente al despliegue cualitativo de potencialidades técnicas y humanas, así como de las capacidades del sistema socioecológico de asimilación, regeneración y resiliencia.
Una economía de ciclos cerrados con un cambio de metabolismo hacia la Ecología Industrial
Las bases de una economía verde y sostenible, descansan previamente en una producción limpia que proporcione beneficios tanto económicos como ambientales y sociales. Una producción limpia se orienta por una estrategia preventiva e integral que fomenta el desarrollo de procesos, productos y servicios ecológicos para reducir los riesgos sobre los seres humanos y el ambiente. Se trata de encarar decididamente una transición rápida desde la economía de ciclos abiertos a la economía de ciclos cerrados, que imite los ciclos naturales para que sea más eficiente, racional y equilibrada. Reinventar la “economía de la naturaleza”, incorporando los esquemas de análisis del ciclo de vida de los productos, reutilizando los residuos, para imitar el funcionamiento de los sistemas ecológicos, tal como se plasma en un enfoque de Biomímesis (figura 1).
Con esta perspectiva se alienta un proceso de transformación estructural de la actividad económica mediante un cambio del metabolismo del aparato productivo desde un enfoque lineal a un enfoque circular en base a criterios de “eco-eficiencia” que, al mismo tiempo, se basa en procesos de desacoplamiento
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