La Teoria De Rutbert

Debido a los cambios que ocurren en la actualidad y a las dramáticas situaciones sociales en la que el hombre moderno vive y está ubicado, surge como consecuencia que este vaya perdiendo el sentido de las costumbres y valores, lo cual llevan consigo a perderlos; desde el momento en que nacen hasta el punto en el que se desconoce en sí qué son los valores. Desde niños los padres se han esforzado, para enseñar a sus hijos a poner en práctica un conjunto de normas tendientes a la satisfacción de cualquier necesidad.

La higiene personal puede afectar a otras personas. Las personas que no se lavan las manos, por ejemplo, pueden pasar infecciones o virus a otras personas. Es normal que los padres se preocupen por la enseñanza de sus hijos, traducida o visualizada en el colegio que eligen para ellos, generalmente de acuerdo a sus propios principios y tradiciones familiares. El establecimiento de normas de higiene debe iniciarse en cada hogar y sin duda la prédica de las mismas debe ser hecha con el ejemplo, en base al buen entendimiento y explicando las razones que se ocultan en las acciones rutinarias que el niño puede contemplar como inútiles o poco prácticas como mínimo.

Todo debe empezar a muy temprana edad, La higiene bucodental consiste en poner en práctica una serie de actividades, con el objetivo de controlar la acción de la placa bacteriana sobre las superficies de las diferentes estructuras dentales y bucales, empleando para ello diferentes elementos, el simple hecho de recoger un cepillo de dientes puede estar alargando la vida. La higiene bucodental es, sin duda alguna, una de las medidas de prevención más importantes, junto con la modificación de la dieta y los métodos que se utilizan para aumentar la resistencia de los dientes.

Los medios que se ofrecen hoy en día para mantener una buena salud dental y bucal es cepillarse los dientes con pasta dental, utilizar hilo dental y enjuagues bucales. El problema es que la pasta dental, los enjuagues bucales y los hilos dentales están compuestos por sustancias que como mínimo son poco recomendables para colocarse en la boca. El hecho de que se deba cepillarse los dientes después de cada comida y que se deba utilizar estos productos diariamente supone una exposición continuada a biocidas, colorantes, surfactantes, edulcorantes y aromas artificiales.

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